A un día de que se vote en Diputados, la ley ómnibus es un misterio hasta para los que van a aprobarla
Un hecho: el oficialismo en la Cámara de Diputados agendó para el miércoles a las 10 el comienzo de la votación de su ley Bases. Un contexto: el dictamen que tuvo el proyecto libertario ya perdió casi 150 artículos durante el toma y daca entre Javier Milei y el reclamo de los aliados del extinto Juntos por el Cambio, tanto las bancadas parlamentarias como los gobernadores. Un misterio: qué texto llegará finalmente al recinto y cómo será esa sesión, que se calcula que podría durar –como mínimo– unas 40 horas. A ley ómnibus, incertidumbre ómnibus.
Este lunes por la tarde otra vez el despacho de Martín Menem fue epicentro de las negociaciones entre La Libertad Avanza y los aliados del PRO, la UCR y los federales que conduce Miguel Pichetto. A las oficinas del primer piso del Congreso volvió Santiago Caputo, alter ego del Presidente, para custodiar un acuerdo que está a tientas y en veremos. Durante la noche el foco se corrió unas calles en el microcentro porteño: en el CFI (Consejo Federal de Inversiones, antiguo reducto de la Liga de Gobernadores peronistas) donde los mandatarios cambiemitas y hasta el cordobés Martín Llaryora se encontraron con el ministro del Interior, Guillermo Francos.
Un nuevo borrador de la ambiciosa iniciativa libertaria había circulado el domingo por la noche, luego de que otro Caputo, Luis, el ministro de Economía, anunciara la capitulación en público de la cuestión fiscal. En el archivo, que al borde del inicio de la semana puntearon oficialistas y opositores, el Gobierno cedió en algunas facultades delegadas y en la transferencia de las acciones de la Anses, pero no tocó los también polémicos articulados referidos a la cultura y el ambiente. Ayer la oposición aliada exigió más cambios.
Santiago Caputo entró a la reunión con las espadas opositoras con un “semáforo” bajo el brazo con referencias bien libertarias: pintados de violeta los puntos de la ley que el Gobierno ya considera “tema cerrado” y la oposición blanda “debería” acompañar; de amarillo lo que está “dispuesto a sacar” si no hay acuerdo de mayoría para votarlo. En este último grupo el PDF mileísta comprendía impuestos internos, la ley de Pesca, los biocombustibles, la sección sobre la transición energética, y temas civiles como los divorcios y contratos. El problema es que no coincidía con el pliego de condiciones opositor para acompañar la ley.
Amputado el proyecto original en el capítulo económico –donde las retenciones y jubilaciones eran los escollos–, el nuevo conflicto que surgió contempla a las privatizaciones y que el impuesto PAIS que se cobra para la compra de divisas sea coparticipable. Los mandatarios provinciales quedaron en una posición incómoda porque Milei alertó que sin el paquete fiscal en la ley, el ajuste de las cuentas públicas podría recaer en las transferencias de la Nación a las jurisdicciones.
Fue lo que le reclamaron los mandatarios por la tarde-noche a Francos. El ministro dio un “sí, es posible”, que luego la propia Casa Rosada desautorizó. “La Oficina del Presidente reitera que el Impuesto PAIS y el resto del paquete fiscal, anteriormente incluido en la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos, se discutirá más adelante”, publicó en un tuit la cuenta oficial presidencial. Francos volvió a quedar casi en ridículo, luego de que Caputo lo haya corrido –a él y a Menem– de la responsabilidad de conducir la negociación con la oposición. A los minutos del tuit cerca del ministro hicieron circular una declaración en ON suya: “Tuvimos una reunión muy positiva con los gobernadores. Nos expresaron voluntad de acuerdo. El gobierno ya dijo que todo lo fiscal lo conversaremos más adelante con todas las provincias y el Congreso. No vamos a discutir temas fiscales en esta ley”.
Con el PRO más alineado a LLA, en Diputados la bancada de la UCR también reclamó que se saquen los regímenes de hidrocarburos y biocombustibles, ítems en violeta para Milei: “Para nosotros es tema cerrado. Deben acompañarse”, se leé en el PDF libertario. Hacemos Coalición Federal, por su lado, exigió que se quiten las emergencias en Seguridad, Tarifas y Energía, reduciendo aún más el número de emergencias que hasta el domingo ya había caído de 11 a siete. “Somos pragmáticos, de eso se trata gobernar”, justificaban cerca de Menem los vaivenes oficialistas.
“Esta echada la suerte del gobierno”, planteó una voz en el radicalismo, que tuvo su propio cónclave por la tarde en el segundo piso de Diputados, con Rodrigo de Loredo a la cabeza. Allí luego se sumaron referentes de HCF como Oscar Agost Carreño, cercano a Emilio Monzó y Nicolás Massot, para ajustar nuevas propuestas de redacción para algunos de los artículos en disputa.
El ómnibus de la ley Bases sigue atado con alambres. “Hay desconcierto porque no se sabe qué plantea el Gobierno”, vociferaba ayer en los pasillos de Diputados un operador opositor. Los legisladores que responden a Pichetto, que abraza desde Margarita Stolbizer a Ricardo López Murphy, se encerraron temprano en una reunión en la que primó una catarsis contra los libertarios. “El borrador del domingo son cambios negociados con los libertarios por el PRO y la UCR”, se desentendieron en el variopinto bloque.
A lo enredada que se volvió la discusión por el texto de la ley se le suma incertidumbre a la sesión de mañana. Está descontado que los aliados del oficialismo den quórum para abrir la discusión y, al momento de la votación en general del articulado, den su visto bueno. Pero la máxima atención estará en las votaciones en particular, porque hasta ese momento se desconocerá por completo cómo quedan los capítulos hoy en disputa. Serán momentos en que el oficialismo necesitará esforzarse para mantener el quórum de manera permanente. Todo, sin contar que si no hay acuerdo con los opositores cercanos, es probable que los artículos que generan rispideces terminen siendo desechados.
Ese será el desafío de los titulares del plenario de comisiones por donde paseó la ley Bases: Gabriel Bornoroni, de Legislación General; José Luis Espert, de Presupuesto, y Nicolás Mayoras, de Asuntos Constitucionales. “Seguro habrá cambios en el recinto”, reconoció uno de ellos. Además, deberán mantenerse impertérritos ante la presión de la oposición del kirchnerismo y el trotskismo. Ayer uno de los libertarios debutantes intentaba aprenderse ese mantra parlamentario de que “la oposición se lleva los discursos y el oficialismo la ley”.
“El debate entró en un escenario de oscurantismo porque el dictamen que se firmó no es el que se va a votar. Los aliados al oficialismo tendrán que ver cómo la dibujan en la votación en particular, porque con la delegación de facultades Milei puede hacer lo que quiere”, apuntaron a este medio en Unión por la Patria, que conduce Germán Martínez. “El kirchnerismo y la izquierda van a decir que el dictamen está viciado y que debería volver a comisión. Ahí habrá que ver qué hace el PRO y LLA, nosotros no tenemos ni que meternos”, comentaron cerca de Emilio Monzó.
Los libertarios ya aventuran una sesión de 40 horas, pero para el kirchnerismo serán muchas más. Martínez planea que sus 99 diputados pidan la palabra para manifestar su rechazo a viva voz. Habrá tensión callejera, porque los movimientos de izquierda ya avisaron que concentrarán frente al Congreso. En el oficialismo se discute internamente si a Menem le conviene o no prever una sesión con cuarto intermedio. Se definirá esta tarde, desde las 19, en la reunión de Labor Parlamentaria donde se cruzan cara a cara todos los jefes de los bloques. “Van a estar cansados un montón de cuerpos”, admitió a elDiarioAR un importante diputado libertario que adelantó en broma cómo espera lograr cumplir la voluntad de “las fuerzas del cielo” para sacar la ley: “Yo apelo a que me ayude mi juventud”.
MC/JJD
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