Crisis en el Frente de Todos: Alberto no se baja de la campaña y comparte un acto con Cristina

A 48 horas del estallido, el kirchnerismo planea desplegar, con una coreografía medida, una defensa política de Alberto Fernández. El socio mayor del Frente de Todos (FdT), dominio de Cristina de Kirchner, reaccionó tras dos días de tensión y malestar, y se movió en varios frentes para evitar que el fuego interno multiplique la crisis.

En un puñado de horas, el sábado, Cristina mandó a confirmar que el martes, en Avellaneda, compartirá un acto con el presidente, La Cámpora salió con un mensaje donde cuestionó la polémica política por la foto del cumpleaños de Fabiola Yáñez y recordó una postal de Mauricio Macri con funcionarios del FMI y, desde Cañuelas, Máximo Kirchner planteó, con todo de advertencia, los riesgos de la fractura del panperonismo: “Nunca nos debió haber pasado Macri”.

Fue, en medio de la incertidumbre, una señal de unidad en medio de la peor crisis política que enfrentó el gobierno de los Fernández. No excluye, admiten en el entorno de la vice, la incomodidad y el enojo por el episodio que involucró de manera directa al presidente pero que puede tener un efecto negativo sobre la campaña y el resultado electoral.

Se especuló, en ese marco, sobre un repliegue de Fernández: que reduzca sus actos, sus apariciones públicas y ceda el centro de la escena electoral a los candidatos. Eso no va a ocurrir, confiaron a elDiarioAR fuentes del primer anillo albertista. Hasta acá, la agenda los confirma: Fernández no suspendió uno solo de los actos que tenía programados, entre ellos uno con Sergio Massa, Axel Kicillof y Eduardo “Wado” De Pedro y otro, el sábado, en Cataratas del Iguazú. El lunes estará en La Matanza y el martes en Avellaneda donde compartirá escenario con la vice.

Es un acto oficial, antes de la veda electoral para inauguraciones y anuncios institucionales, y uno de los cuatro que están programados que la formula comparta antes de las primarias del 12 de septiembre. En los últimos días, frente al escándalo por el cumpleaños de Yáñez, se generó intriga en torno a si el acto seguiría en pie o si, en todo caso, Cristina participaría. Este sábado por la tarde, fuentes del entorno de la vice confirmaron su presencia. Será una entrega de viviendas, en que una familiar obtendrá las llaves de la propiedad número 20 mil en la gestión Fernández, como parte de un plan que prevé llegar a fin de año con 30 mil viviendas entregadas y más de 100 mil viviendas, según el informe oficial. Además se lanzará el Plan Hábitat Integral Isla Maciel que incluye 120 viviendas e infraestructura urbana en el barrio. Es el territorio de Jorge Ferraresi, ministro de Vivienda, y vicepresidente del Instituto Patria.

El tuit camporista

Al atardecer del sábado, luego que Máximo estuvo en Cañuelas con Victoria Tolosa Paz, la cuenta oficial de La Cámpora tuiteó una foto de Macri y Nicolás Dujovne en la quinta de Olivos con funcionarios del FMI. Es, y el detalle no resulta causal, el mismo lugar donde se tomó la foto del cumpleaños de Yáñez. “Con la mitad de la indignación mediática de estos días aplicada a otras fotos nos hubiéramos ahorrado el endeudamiento de las próximas décadas”, dice el texto y retoma el que es un asunto recurrente de Máximo Kirchner: la deuda con el FMI y el modo en que se negocia con el organismo.

La reacción en bloque del kirchnerismo supone una decisión táctica: en medio de la campaña, y con una crisis difícil de procesar, la salida menos costosa es respaldar a Fernández y tratar de que atraviese estos meses con el menor daño posible para el Frente de Todos, en particular en materia electoral. “¿Y qué esperan que hagamos? Es el presidente de nuestro gobierno”, respondió un funcionario K ante la consulta de elDiarioAR.

Encaja con el criterio de un funcionario con oficina en Casa Rosada que describió la crisis de la foto de Olivos como una “enfermedad crónica” que acompañará a Fernández durante el resto de su vida política. Volverá cada tanto y aunque pierda poder de fuego, siempre estará presente. En línea con esa metáfora, el kirchnerismo -aun enojado con Fernández- decidió aplicar medidas paliativas contra ese daño sobre la base de que agravar la debilidad del presidente es, en el fondo, un boomerang.

¿Implica, eso, que desaparecen las críticas a la gestión de Fernández y el fuego a mansalva contra algunos de sus funcionarios? No. Supone, en principio, la defensa del presidente que puede leerse casi como una autodefensa. Una derrota electoral, aunque pueda tener un responsable específico, impacta sobre el gobierno y el FdT más allá de la “personalización” de esa derrota. En palabras de Eduardo Duhalde, la paternidad de la derrota.

Versiones

Con la lupa sobre Fabiola Yáñez, el sábado tarde irrumpió otra versión: que está embarazada. La teoría circuló en redes a partir de una foto publicada por la primera dama. No hubo ni confirmación ni desmentida oficial. Este medio consultó a varias fuentes. Una de primer nivel, pasada la medianoche, negó la versión.

La versión circuló en un marco particular, luego de que se generó una polémica sobre el mensaje de Fernández en Olavarría donde habló del cumpleaños. En algunos círculos se interpretó que el presidente, cuando dijo que era el cumpleaños de su “querida Fabiola”, culpó a la primera dama del episodio que desató una crisis política. “Se malinterpretó: solo hizo una enumeración de los hechos. La decisión de Alberto es asumir la responsabilidad, no echarle la culpa a nadie”, insistió ayer un funcionario oficial que participó del armado del discurso del perdón.

Otro funcionario dijo que pudo haber mala praxis en como se expresó Fernández pero que no fue la intención culpar a Yáñez. Hay, ahí, otra lectura adicional: ¿culpar a la primera dama tiene algún efecto que le quede costos al presidente? En el Gobierno entienden que no. De hecho, en pocas horas, el presidente compartió dos actividades oficiales con la primera dama: la cena, el viernes, con el presidente de Uruguay Luis Lacalle Pou y el anuncio, el sábado, del programa Pre Viaje en Misiones. Hay, al margen de la decisión de darle más visibilidad a Fabiola para alejar el fantasma de que Fernández la quiere “sacrificar”, un dato logístico: la familia de la primera dama vive en Misiones.

PI