Fernández arengó a sus ministros y dio tips de campaña para intentar dejar atrás los días más críticos
Alberto Fernández hizo, a casi veinte meses de jurar como presidente, su primera reunión de gabinete. Duró dos horas, a puertas cerradas, con sus ministros y el puñado de secretarios que integran el micromundo presidencial. La cumbre combinó la arenga política con un capítulo técnico por la ley de Presupuesto 2022 que enviará al Congreso dentro de dos semanas.
A ocho días de la aparición de la foto del cumpleaños de la primera dama Fabiola Yañez en Olivos durante la cuarentena del año pasado y a 48 horas de la difusión de videos sobre esa fiesta, Fernández -alérgico, como los Kirchner, a las reuniones de gabinete- juntó a sus ministros para dar una señal política, mostrarse activo y en el centro del ring pero, sobre todo, para cauterizar un elemento hipersensible: el shock que el episodio causó en el staff nacional.
“El miércoles, en el acto del Censo, muchos ministros estaban pálidos: los que tiene experiencia política entienden el juego pero otros quedaron afectados”, relató un funcionario a elDiarioAR. Es un elemento recurrente en los análisis post affaire de Olivos: un impacto perceptible de las imágenes se notó en la tropa propia, los funcionarios y en los militantes, según coincidieron intendentes y dirigentes.
Fernández anotó ese fenómeno y este viernes juntó a los ministros, bajó un discurso de campaña, arenga electoral pura, de salir a defender la gestión y al gobierno. Salvo Carla Vizzoti, ausente por viaje, estuvo el resto del equipo en el rango ministros y secretarios del área presidencial. Fue, sin decirlo, un despliegue para tratar -otra vez- de bajarle la persiana al escándalo que arrancó hace ocho días.
Así como entre el viernes pasado y el último miércoles, el presidente se enfocó en mostrar que la crisis no había mellado la unidad del Frente de Todos (FdT), el paso siguiente apuntó a buscar restablecer la normalidad perdida en un gobierno que entró en shock, en virtual estado de parálisis, hace poco más de una semana.
“Alberto se mostró entero, bien, es una buena señal para los que estaban preocupados”, contó uno de los participantes. Otro hizo detalló que se explicó como funcionará la campaña. con algunos tips para hablar en los medios y defender la campaña. Se repartió, en ese sentido, un brief con datos económicos para que los ministros tengan un ayudamemoria para ver qué decir sobre distintos temas y qué destacar.
El eje, más que la vacunación -que se convirtió en un tema presente pero lateral-, es la economía y por eso el punteo oficial con “buenos datos” económicos: señales de recuperación de la actividad, sobre la industria y la generación de empleos.
La arenga fue específica: que los ministros se muevan en campaña, le den información a los candidatos, ayuden a los que están en la campaña y “salgan a hablar, salgan a la cancha”. En paralelo hubo planteos para que agilicen medidas y políticas, y se hagan cargo sin culpar a otros sectores del gobierno. Fue, en cierto modo, un reto para dejar de lado las rispideces internas.
“Alberto está caliente con los off porque, ciertas o no, circularon versiones de funcionarios que estarían enojados por lo de la foto”, deslizó una fuente. En otro despacho se reforzó la idea de que Fernández quiere que se apaguen las quejas internas, los reproches cruzados entre algunas áreas.
Un dato curioso fue que, luego de esa reunión, se reunió el gabinete económico que coordina Santiago Cafiero y del que participa, junto a otros ministros, Martín Guzmán. Antes, en la reunión grande, se dieron indicaciones sobre la Ley de Presupuesto que el gobierno debe enviar al Congreso antes del 15 de septiembre. En el gobierno se descartó que esté en agenda continuar con este tipo de reunidos pero que se mantendrá el esquema de los gabinetes temáticos que reúne el Jefe de Gabinete.
PI
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