Al regreso de Estados Unidos, Massa se verá con gobernadores para relanzar su campaña
Sergio Massa pasará 48 horas en Estados Unidos: será un raid por Washington DC en el que estará en la Casa Blanca, el Departamento del Estado, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. En busca del OK del Fondo, el ministro-candidato hará una serie de escalas para tratar de cerrar el desembolso del organismo para, luego, poder enfocarse en una cuestión doméstica: el rediseño de la campaña electoral de Unión por la Patria (UP), que estará en la agenda de la reunión que a su regreso mantendrá con un grupo de gobernadores.
La cumbre, que se programa para el fin de esta semana, llegará luego de una serie de contactos entre mandatarios, conversaciones que Massa tuvo con ellos -con el tucumano Osvaldo Jaldo, el pampeano Sergio Ziliotto y el santiagueño Gerardo Zamora, entre otros-, y análisis en la mesa chica de UP sobre los resultados del 13-A que mostraron un crecimiento explosivo de Javier Milei, que se impuso en 16 de las 24 provincias, de Tierra del Fuego a Jujuy, de Mendoza a Misiones. El mapa nacional pintado de violeta se expresó en otra estadística: la gran elección de La Libertad Avanza (LLA), que le permitió a Milei ganar el 13-A con algo más de 30%, se ancló en el interior del país.
Reparto
En CABA y provincia de Buenos Aires, computadas como bloque, Milei sacó 24,9% mientras que en el resto de las provincias, sumadas, obtuvo el 36,8 puntos. Hubo picos de casi 50 puntos, como en Salta, y cercanos a los 45, como en Mendoza. La expansión y el volumen del resultado de LLA puso a los gobernadores, de todos los espacios, a repensar su campaña y sus movimientos.
“Muchos ganaron la suya y se relajaron. Veíamos que Milei haría una buena elección pero nadie pensó que superaría los 26 puntos. Ahora están todos preocupados”, apuntó a elDiarioAR un dirigente que forma parte de la mesa chica de UP y que tiene, junto a otros, la tarea de pensar la reconfiguración de la campaña. El fracaso de las PASO, cuyo impacto fue menor porque estuvo espejada en una pésima elección de JxC y por la novedad del triunfo de LLA, puso en alerta a los dirigentes del peronismo.
La semana que pasó, Massa, Axel Kicillof y distintos operadores del peronismo hablaron con los gobernadores para hacer un balance de daños del 13-A y evaluar las chances de mejorar el resultado. De esos contactos, surgieron dos posiciones públicas: la del salteño Gustavo Sáenz y la del misionero Oscar Herrera Ahuad, para plantear que reforzarán la campaña para sostener la candidatura de Massa.
Kicillof detectó la preocupación de sus pares del interior y del riesgo que puede significar para las provincias el recorte de los aportes nacionales, no solo los discrecionales sino algún cambio en los fondos de la coparticipación -que Milei dijo que le gustaría cambiar- y de la eliminación del presupuesto de la cuenta de obras públicas. Al comando nacional de UP llegaron, así y todo, algunos reproches por el discurso del bonaerense la noche de la derrota durante el acto en el Complejo C, donde funcionó el bunker de UP.
Massa recogió comentarios y sugerencias. Algunos gobernadores piden que tenga un discurso más al centro, menos bonaerense, y que salga de la posición, odiosa, de ministro que solo habla del FMI y justifica las medidas de ajuste que tiene que tomar. “Le piden que cambie el tono, que haga promesas, que hable del futuro”, confió a elDiarioAR un dirigente del entorno del ministro-candidato.
A su regreso de EEUU, de donde esperar volver con buenas noticias respecto a los desembolsos del FMI, Massa avanzará con el encuentro con los gobernadores que planifica su equipo de campaña. Una foto de familia puede ser el punto de partida para reactivar el proceso hacia las generales de octubre, uno de cuyos expedientes es mejorar la performance de UP en el interior, para lo cual los gobernadores piden tener más juego y plantean cambios en la campaña.
Aparecen, además, explicaciones de otro orden: por caso, el agotamiento de las estructuras y los votantes en aquellas provincias que ya tuvieron su elección local, que es la prioridad para todos los armados, y que llegaron con “poca nafta” a las PASO de agosto. Hubo gobernadores que no se comprometieron a fondo, porque no tenían espalda para hacerlo, pero además con la decisión de que sobre los resultados del 13-A podrían reordenar la campaña y la logística electoral para mejorar el resultado.
En las charlas que Massa tuvo con varios mandatarios en las horas posteriores al 13-A surgió ese planteo y un pedido, además, de que se definan campañas segmentadas según la zona. “Piden que Sergio exponga su perfil más moderado y hacia el centro, que prometa cosas, no agreda y deje de hablar de la deuda”, explican. Sostienen, además, que puede no ser particularmente taquillera la campaña derecha contra derechos porque “hay sectores que no tienen derechos”. En esa misma línea, plantean que debe haber campañas específicamente configuradas según las demandas de cada región del país, con los temas de interés particular.
Otro punto de análisis es qué nivel de involucramiento tendrá Cristina Fernández de Kirchner en la campaña. En el massismo entienden que la vice podría ser importante en algunos territorios, como el conurbano o el norte del país, pero no saben a ciencia cierta si ella querrá participar.
PI
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