Esteban Bullrich se despidió del Senado entre lágrimas, pidió el fin “de la grieta” y dijo que en la Argentina “todos gobernamos con tapones en los oídos”
Esteban Bullrich presentó formalmente su renuncia al Senado de la Nación, tras la última sesión previa al cambio de un tercio del cuerpo, a causa del agravamiento de la enfermedad que padece, Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) y, entre lágrimas, pidió terminar con “la grieta”, el “egoísmo de la política” y aseguró que en la Argentina “todos hemos sido culpables de gobernar con tapones en los oídos, nosotros también”.
El hasta ahora senador por Juntos por el Cambio se mostró emocionado al realizar el discurso de despedida a través del sonido de su computadora, acompañado por su familia y la conmoción por sus palabras que generó en la Cámara Alta.
En el inicio, agradeció a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, a cargo de la sesión, “por darme la palabra y por las muestras de afecto durante este tiempo difícil para mí. Desde que entré a la política hace 20 años siempre intenté ser fiel a mí mismo, no mentirme, hacer lo que sentía justo, aunque no fuera conveniente”, comenzó Bullrich, con Martín Lousteau a su izquierda.
“En este recinto del que me honra ser parte, vengo a hacer algo que va en contra de cada fibra de mi cuerpo. Nada de lo que soy me indica que este es el camino que quiero seguir, pero creo firmemente en la idea de que el interés público siempre debe estar por encima de los intereses personales”, sostuvo.
Además, el exministro de educación llamó a “tender puentes” y lograr “consensos” entre oficialismo y oposición. “Hay que dejar de lado egoísmo e intereses personales para encontrar consensos. En política, las buenas ideas no tienen dueño, sólo beneficiarios”, remarcó. “Los adversarios nunca son enemigos, se puede dialogar sin relegar lo que uno es y defiende. No somos meros mercaderes políticos, porque así dejamos de ver el bien común. El diálogo debe ser un acto de generosidad, amor y caridad. La verdad y la Justicia son valores que debemos encontrar. Vivimos en un país enfocado en la grieta y el diálogo violento. Acá hay muchos dirigentes con vocación de construir un país mejor y les pido que tengan el coraje de hacer solo lo correcto”, destacó.
“Voy a seguir buscando un mejor país para mis hijos. Renuncio a mi banca con mucha tristeza y mi última actividad es este proyecto de educación inclusiva que busca igualar oportunidades e intenta dejar de lado vanidades para buscar consenso”, fueron algunas de las palabras del senador en su despedida.
Bullrich fue despedido con un cerrado aplauso de pie por todos los senadores y las senadoras en el recinto, en una sesión en la que estaban presentes sus hijos, además de su esposa.
En el momento de la lectura de su declaración, varias senadoras rompieron en llanto como la tucumana Silvia Elìas de Perez, Gladys González y Tagliaferri, a quien la une una amistad con Bullrich.
Al finalizar su discurso, sorpresivamente, el jefe de bloque del Frente de Todos, José Mayans, presentó una propuesta para que se permita al senador del PRO continuar ejerciendo su función como legislador de manera remota, algo que fue apoyado por la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Tras meditar unos instantes, Bullrich agradeció la propuesta pero ratificó su posición con el argumento de que fue una decisión “muy meditada” junto a su familia.
Bullrich había sido electo en 2017 imponiéndose en los comicios legislativos y dejando en segundo lugar a la actual vicepresidenta Cristina Kirchner, por lo que su mandato vencía el 10 de diciembre de 2023. Anteriormente, se había desempeñado como ministro de Educación durante la primera etapa de la gestión de Macri. Además, había ocupado el mismo cargo pero en la Ciudad de Buenos Aires, entre 2010 y 2015.
En su lugar asume José María Torello, ex jefe de asesores de Maurcio Macri durante su mandato y primer suplente en la lista de Cambiemos cuando Bullrich fue elegido.
IG
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