Un informe denuncia la “persistente violencia machista” en la política argentina
Un estudio del Observatorio Julieta Lanteri sobre las percepciones y experiencias de la violencia machista en el marco de la participación política de mujeres, lesbianas, trans y travestis en Argentina desveló este miércoles que este tipo de violencia es un fenómeno “persistente y transversal a todos los espacios” de la política nacional.
Según este informe, que actualiza los datos de una encuesta anterior realizada a 517 mujeres en 2018 y que ahora es ampliada a 970 personas de distintos espacios políticos de todo el país, esa violencia machista constituye una barrera para “la plena participación de las mujeres, lesbianas, trans y travestis en igualdad de condiciones”.
De acuerdo con el observatorio, cerca del 30 % de las personas encuestadas “estuvieron expuestas a algún contacto físico no deseado por un colega en el ámbito de la política”; casi un 20 % afirmó haber sufrido abusos sexuales para conseguir un recurso, ascenso u otro puesto similar; y 1 de cada 4 sintió miedo alguna vez. De estas, el 6 % afirmó haber sufrido abusos.
Aparte del maltrato físico, según la muestra, un 40 % “recibió comentarios, bromas y críticas sobre su personalidad”. Un conjunto de “micromachismos” que para las encuestadas “reproducen estereotipos de género y restan autoridad para la política”.
“La idea de que nosotras no servimos para la política es una construcción social y cultural que busca perpetuar las desigualdades de poder al interior de la sociedad”, destacó el análisis.
En esta línea, la investigación mostró diversos casos de chantaje, maltrato verbal y amenazas contra personas de estos colectivos para evitar que cumplieran con algún proyecto político.
Estos casos de violencia machista estuvieron también muy presentes en las redes sociales. Según el estudio, más de la mitad de las participantes fueron “insultadas o ridiculizadas” por sus publicaciones u opiniones en alguna de estas plataformas. Incluso, casi la mitad admitieron haber sido acosadas, amenazadas o víctimas de propaganda contra su persona.
“La violencia machista en la política es un fenómeno persistente y transversal a todos los espacios”, remarcó el informe, en el que se agrega que “es fundamental continuar avanzando en la sensibilización y formación del activismo” para prevenirla, sancionarla y erradicarla.
El Observatorio Julieta Lanteri es una iniciativa de Fundación para la promoción de la Economía social y Cooperativa (Fundeco) y la Fundación Friedrich Ebert (FES), que llevó adelante esta encuesta para identificar y evaluar las percepciones y experiencias de las mujeres, lesbianas, trans y travestis que hacen política en Argentina.
Julieta Lanteri (1873-1932), inmigrante italiana, fue la primera mujer que votó en la Argentina, el 26 de noviembre de 1911. Sexta médica graduada en el país, fundó la asociación Universitarias Argentinas y el Partido Feminista Nacional, además de ser, en 1910, secretaria general del Congreso Femenino Internacional. De acuerdo al sitio de Fundeco, “conquistar la ciudadanía política y la equidad con los varones fue el motor de su vida. Luchó por los derechos civiles y políticos de las mujeres; por la educación laica, mixta e igualitaria; por la igualdad salarial con los varones y por el derecho al divorcio. A pesar de ser víctima de todo tipo de discriminaciones por ser mujer, Julieta Lanteri consiguió trascender del ámbito doméstico al político a base de valor, arrojo y tesón”.
Julieta Lanteri, en 12 hitos
- Nació en Cuneo, Italia, el 22 de marzo de 1873. Llegó a los seis años a la Argentina con sus padres y su hermana Regina. Pertenecía a una familia de clase media acomodada
- Fue la primera mujer que pudo ingresar y recibirse de bachiller en el Colegio Nacional de La Plata, por entonces una institución exclusiva para varones
- En marzo de 1896 solicitó al decano de la Facultad de Medicina, Leopoldo Montes de Oca, el ingreso a la carrera. Fue una de las primeras 5 mujeres en argentina , y la primera italiana, en recibirse de médica
- Se casó con Alberto Renshaw, 13 años menor, de quien se separó tiempo después. Durante su matrimonio obtuvo la ciudadanía argentina, tras tener que presentar un escrito de su esposo que lo consintiera
- Fundó la asociación universitarias argentina, la Liga Argentina de Mujeres Librepensadoras y el Partido Feminista Nacional
- Expuso en el primer congreso internacional de librepensamiento que se hizo en Buenos Aires. Habló sobre tres temas: igualdad de género, igualdad política y divorcio
- En 1910, centenario de la revolución, convocó al Primer Congreso Internacional Femenino del mundo, como parte de los festejos del centenario. Invitó a mujeres como Cecilia Grierson y Elvira Rawson
- También organizó el “Primer Congreso del Niño” a nivel mundial, la “Liga Pro derechos de la Mujer” y la “Liga por los Derechos del Niño”, además de participar en la “Liga contra la trata de blancas”.
- En 1911 se anticipó a los padrones electorales y se presentó con un amparo de la justicia porque el padrón no mencionaba nada respecto a que las mujeres no pudieran votar. Fue así que el 16 de Julio fue la primera mujer incorporada a un padrón electoral argentino, y en las elecciones del 26 de noviembre de ese año se convirtió en la primera sudamericana en votar. En el país el voto femenino recién se ejerció legalmente en 1948
- Además del voto femenino, su lucha incluía denunciar las condiciones inhumanas de las obreras privadas de cualquier derecho, pelear contra proxenetas y funcionarios que se enriquecían con la explotación sexual, exigir el derecho al divorcio, terminar con el poder de la Iglesia sobre la vida de las personas. Perseguía la igualdad de derechos en todos los planos, político, legal, laboral y civil.
- Fue la primera mujer candidata a diputada en Argentina, por el Partido Feminista Nacional, pese a que por las leyes imperantes no podía acceder al cargo. En su plataforma prometió luchar por sancionar una licencia por maternidad, otorgar un subsidio por hijo, abolir la pena de muerte y establecer la igualdad entre hijos legítimos e hijos ilegítimos.
- Fue atropellada por un auto que subió a la vereda marcha atrás en la esquina de Diagonal Norte y Suipacha en febrero de 1932, a los 59 años. El conductor era David Klappenbach, un afiliado de la legión cívica (partido único durante el gobierno de facto). Julieta murió dos días después. Si bien nunca se esclareció oficialmente, su muerte fue definida popularmente como un asesinato premeditado. Unas 1.000 personas acompañaron su funeral.
Con información de EFE, ministerio de Cultura de la Nación y Fundeco.
IG
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