Ivanna Guardia, secretaria de Minería de La Rioja: “Todos sabemos en el ámbito minero que hay un negocio especulativo”
En diciembre de 2022, la Cámara de Diputados de La Rioja declaró al litio y sus derivados como “recursos naturales estratégicos”. La ley promovida por el gobernador Ricardo Quintela permitió a la gobernación suspender todos los permisos exploratorios y concesiones otorgadas hasta el momento en la provincia, conformar una empresa minera estatal que participe en la búsqueda de este mineral e intente fijar el rumbo del sector privado con una participación accionaria superior al resto de las provincias del litio. El mineral, conocido como el “oro blanco” es codiciado por las mineras multinacionales para abastecer a Europa y las potencias mundiales como China en la fabricación de baterías para los automóviles eléctricos. Se extrae en esta zona del mundo de humedales: los salares.
Ivanna Guardia es la secretaria de Minería de La Rioja y asegura que su provincia pateó el tablero del mercado del litio, el “oro blanco” que puso a la Argentina en el mapa minero mundial. La funcionaria afirmó en esta entrevista con elDiarioAR que el modelo riojano supera al resto de las provincias del litio, como Jujuy, Salta y Catamarca; que es posible frenar la especulación minera y aprender de los errores que cometieron otras provincias; que no hay relación con el Gobierno Nacional desde que Javier Milei le pidió la renuncia a Flavia Royón en la Secretaría de Minería de la Nación; y que otras provincias mineras están sorprendidas del acuerdo que logró La Rioja con las mineras privadas.
La actividad minera consta de etapas. Comienza con la exploración y la prospección, continúa con las perforaciones y una vez hallado el mineral, se explota o extrae. Actualmente, existen seis proyectos de exploración de litio y cobre en La Rioja (Cerro Delta y Leoncito de Litio, en el departamento Vinchina; Peñas Negras, en el departamento General Lamadrid, en etapa de exploración con perforaciones: Los Sapitos, también en Lamadrid; Salinas de Mascasin y el Gran Salar).
–¿Cómo es el modelo riojano?
–El modelo riojano nace porque el Gobernador plantea que la provincia participe directamente en los proyectos mineros desde el momento inicial. En las otras provincias, la participación en porcentaje que tienen las empresas mineras estatales tienen lugar recién en el momento de desarrollo de extracción, de explotación de la mina. En el caso de que se venda el proyecto, por que se halló litio, la provincia sigue teniendo ese porcentaje y puede explorarlo o venderlo. En la actividad minera, se venden los proyectos y las provincias no suelen tener ningún tipo de beneficio.
–¿Cómo funcionan las concesiones?
–Las concesiones son exactamente igual que en cualquier otra provincia. La persona o empresa interesada se presenta, llena el formulario y solicita una zona. Nosotros tenemos un catastro minero. Hay una empresa minera del Estado, EMCE (Energía Minerales del Estado), que tiene propiedades y zona. La empresa del Estado puede hacer contratos directos con empresas privadas para asociarse para la exploración y explotación. Lo bueno es que la empresa estatal ya tiene los informes de impacto ambiental presentados y aprobados. Eso hace que esté el camino allanado para que a la empresa privada le sea más factible y más fácil poder venir a iniciar los trabajos dentro de la provincia. Factible y fácil, siempre y cuando cumpla con la normativa y los requisitos que se piden en cuanto a cuidados ambientales y sociales.
–En Jujuy, por ejemplo, el Estado provincial tiene una empresa minera, Jemse, que también participa en sociedad con las mineras privadas en la explotación de litio. ¿La participación de la minera estatal en el caso de La Rioja es mayor, entonces?
–Exactamente. La propiedad de los proyectos es siempre del Estado. La minera del Estado tiene la propiedad y lo que busca son los inversores para trabajarla. El Estado nunca pierde la propiedad de la zona explorada.
–¿Qué porcentaje de acciones tiene la empresa estatal?
–En la mayoría son entre el 20% y 30%.
–Es mucho más que en el caso de Jujuy, que es de alrededor del 8%... ¿Cómo se tomó la decisión? ¿Cómo fue la discusión interna o el debate dentro del Gobierno para declarar al litio recurso estratégico?
–Nuestro gobernador dijo: no puede ser que vengan, hagan exploraciones, a veces no avanzan y la gente se pregunta qué nos quedó a nosotros. Entonces decidió que íbamos a involucrarnos desde el primer momento para tener mayor poder de decisión y llevar los beneficios a los lugares donde se realizan estos desarrollos productivos. Había muchas áreas ocupadas por mineras privadas y no todas estaban trabajadas. Dos días después de que el gobernador anunciara que se iba a iniciar la minería del litio en la provincia, tuvimos 63 solicitudes de cateo de litio, o sea, mucha especulación, porque también esta actividad tiene mucha, mucha especulación. Entonces las mineras te toman toda la zona. Lo que está haciendo es especular para hacer negocios. La provincia buscó a través de los técnicos cuáles son las zonas probables de litio. Y así se decretó al litio como mineral estratégico. Caducaron todas las propiedades mineras que ya había en la provincia y solamente la empresa del Estado, por sí o en sociedad con terceros, puede trabajar las zonas. No fue un trabajo a ciegas. Contactamos a empresas para saber si tenían una real intención de invertir y desarrollar en la provincia, pero no había ninguna voluntad de avanzar.
–¿Tenían las áreas de potencial explotación de litio secuestradas, por decirlo de algún modo?
–Claro. Eran propiedades que estaban en sus manos desde hacía años, pisadas por las personas o empresas que jamás invirtieron genuinamente ni desarrollaron para la provincia. El código te da un año para presentar un plan y una prórroga de un año o seis meses más. Ellos presentaron prórrogas y prórrogas, suspensión de términos, suspensión de plazo y no avanzaban, era puro expedientes administrativos, pero no había ningún tipo de trabajo real. Está perfecto que una empresa junior explore y después venda la zona, pero en ese caso hay una intencionalidad de desarrollo minero, de desarrollo local, de puesto de trabajo. Pero todos sabemos en el ámbito minero que hay un negocio especulativo detrás: pedir una zona, sostenerla a lo largo del tiempo y después negociarla, sin ninguna intención de explorarla. Entonces el gobernador tomó esa decisión fuerte.
–Cuando se anunció el decreto que declaraba al litio mineral estratégico hubo reacciones negativas de parte de grupos y asociaciones empresarias, desde la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) hasta la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) y la Unión Industrial Argentina (UIA). ¿Cree que tocaron intereses poderosos?
–La decisión del Gobernador hizo mucho ruido pero después varias provincias nos preguntaron cómo lo habíamos hecho. La primera reacción fue fuerte porque dejó un precedente para que estos negocios puedan empezar a tambalear y que la provincia realmente sea la dueña de los recursos y la que va a priorizar el desarrollo local. Solo nosotros y los que están en el interior sabemos lo necesario que es este desarrollo. Después de las primeras reacciones, varias provincias nos preguntaron cómo lo habíamos hecho.
–¿Qué provincias los han consultado? ¿Qué les han dicho?
–Nosotros tenemos muy buena relación con la provincia de Catamarca. De hecho, hemos hecho visitas al Ministerio de Minería. También hay un buen vínculo con Salta. Siempre decimos que hay que aprender de los errores que se cometieron. Hoy tenemos la gran oportunidad de La Rioja. Es una zona que está muy virgen para ser explorada. Tenemos las experiencias de otras provincias de lo que no hay que hacer, de lo que se puede mejorar. Ellos nos dijeron que avancemos. A algunos les llamaba la atención nuestro modelo. Incluso nos preguntaron cómo logramos tan buen acuerdo porque hay otros que tienen, como decís, muy poco porcentaje y están en la etapa más avanzada. Nosotros estamos en una etapa inicial. Les llamaba la atención que lo hayamos podido lograr. El Gobernador dice que las empresas saben que van a poder desarrollarse, van a tener sus ganancias, entonces que dejen un poco más ahora. No es una posición totalmente rígida sino flexible, se conversan los porcentajes y sabemos que no es lo mismo un proyecto de litio que uno de cobre o de cobalto.
–¿Qué cree que La Rioja aprendió de otras provincias y corrigió?
–Cuando empecé dije que los tres ejes que íbamos a llevar adelante eran información, transparencia y comunicación. También una mesa interdisciplinaria. Esto no es solamente Minería, acá participa la Secretaría de Ambiente, la Secretaría del Agua. El Instituto de Ambiente tiene un relevamiento de ríos y diques de la provincia, ya que el problema hídrico es lo que más temen el común de la gente. Queremos darles tranquilidad, nosotros tenemos ese control. También en esta mesa se sienta el ministro de Industria y la Secretaría de Planificación y Comunicación, y los intendentes de cada departamento donde se desarrolla la actividad. La otra cuestión que se mejoró es escuchar a las personas que quieren los beneficios inmediatos, más cercanos y palpables.
–¿Qué beneficios quiere la comunidad?
–Obras públicas que puedan mejorar su calidad de vida, puestos de trabajo. Estamos trabajando fuertemente ahora para capacitar a nuestra sociedad porque la minería requiere mano de obra específica y también oficios que en el interior es difícil encontrarlo. Estamos fortaleciendo a esa mano de obra, a los proveedores. Nosotros no esperamos a las regalías.
–¿Qué porcentaje de regalías tendría La Rioja en el caso de explotar el litio?
–Son del 3% y se verán recién cuando el proyecto esté en actividad. Un proyecto de cobre puede tardar hasta diez años de exploración, más la construcción del campamento, como lo estamos viendo, por ejemplo, en José María. Estamos hablando de años hasta que la provincia pueda llegar a ver el beneficio, más allá de los beneficios indirectos que deja esta actividad. Necesitamos que la gente pueda ver el beneficio ahora mientras la empresa está explorando.
–¿Cree que La Rioja “pateó el tablero del mercado del litio”, como se dijo en su momento?
–Sí, yo creo que sí. Es un cambio muy beneficioso para la provincia, es un ganar-ganar porque le aseguro que la empresa también sale ganando. Entendemos que es un negocio y que tiene que tener su rédito económico, pero las provincias también pueden ver la participación de los recursos y tener su beneficio.
–¿Cómo es la relación con el Gobierno nacional?
-Hoy no hay relación porque lamentablemente no tenemos a nadie que conduzca la Secretaría de Minería de la Nación. Durante el tiempo que la ingeniera Flavia Royón, habíamos pactado una reunión para mostrarle los proyectos en la provincia y cuál era nuestra posición y en la previa de esa reunión fue su renuncia. Hay otras personas que siguen en la Secretaría con quienes tenemos un excelente vínculo. Durante la gestión pasada trabajamos muy bien con la Secretaría de Nación y este año esperábamos lo mismo y bueno… estamos a la espera de la designación de la nueva secretaria o secretario de Minería.
Agua y el conflicto socioambiental
En la disyuntiva del litio (el mineral que puede dejar zonas de sacrificio en el sur global para colaborar con el cumplimiento de las metas ambientales del norte global), La Rioja no es ajena a los focos del conflicto socioambiental. En Chilecito, cercano a la salina de Leoncito, donde ya hay exploración en busca de litio, la Asamblea por la Vida resiste la iniciativa minera de la provincia, que el grupo de vecinos logró retrasar durante casi dos décadas. Otras asambleas riojanas también denunciaron que la empresa estatal avanzó sobre la salina El Leoncito sin publicar el Estudio de Impacto Ambiental ni consultar a las comunidades, como publicó la agencia de noticias Tierra Viva.
–El litio está directamente asociado a la escasez el agua y la afectación directa las comunidades que viven en las zonas de explotación. ¿Cómo va a manejar la provincia el conflicto del agua y el medio ambiente?
–El tema del agua lo estamos manejando nosotros. Además, tenemos una emergencia hídrica. En estas etapas iniciales, el uso del agua es ínfimo. Tenemos zonas donde escasea más el agua y otras zonas donde no. En el caso de los salares son aguas que no son para consumo humano. Entonces no habría mayor problema. Y en estas etapas iniciales el uso de agua es ínfimo. Sabemos que hay actividades, otros tipos de actividad productiva que utilizan muchísimo más agua. También vamos a iniciar inspecciones participativas para que la gente pueda venir con nosotros cuando se hagan los muestreos.
–Si bien algunos pueden plantear que la minería utiliza menos agua en comparación con otras actividades, el agua de la minería no se recupera, como puede suceder con la agricultura, que regresa al ciclo hídrico. Hay casos de contaminación y de sequía provocada por la minería. ¿Qué posición tiene sobre eso?
–Creo que la tecnología avanzó mucho, la minería mucho más, e insisto que se utiliza menos agua. En la minería se utiliza la retroalimentación, utilizar el mismo agua y en el caso de La Rioja, los proyectos están en lugares inhóspitos donde no es agua de consumo. El agua que utilizaría la minería no es potable, lo tenemos en los análisis. Lo bueno de que se cuestione a la minería es que eso hizo que mejoraran los estándares. Los lavaderos de autos no se controlan en la región y utilizan agua potable y aditivos químicos, y no lo cuestionamos. Entonces creo que todas las actividades del hombre generan un impacto. El hecho de que la minería esté siempre en la mira generó que se pueda optimizar el uso de agua. Mi posicionamiento es tener siempre una mirada de
minería sostenible y sustentable.
–¿Crees que realmente es posible la minería sostenible y sustentable? ¿Ha visto este tipo de modelos de minería?
–Creo que sí se puede y se viene haciendo. Nosotros acá en la provincia trabajamos mucho las responsabilidades. Y creo que si en algunos lados no se está haciendo no es porque no se pueda, es porque quizás se están priorizando otros intereses, pero sí creo que es posible.
–Los conflictos con las comunidades de pueblos originarios y asambleas vecinas locales se repiten a lo largo de toda la región donde se instaló la minería del litio…
–En La Rioja no tenemos comunidades originarias. Entonces ese conflicto (central en Jujuy y Salta) no lo tenemos. Sí tenemos las localidades cercanas a los proyectos, que a veces son localidades muy chiquitas, con muy pocas familias y con muchas necesidades. Las escuchamos y las acompañamos, las involucramos en el proyecto. Desde el primer momento se les informó sobre los proyectos. Tenemos un trabajo muy cercano con los intendentes de los departamentos, que son los voceros centrales de lo que se lleva adelante.
Nota: este artículo se corrigió y actualizó el 11 de marzo de 2024 a las 19:32. Donde decía ENCE debía decir EMCE.
ED/MG
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