Lula estará 48 horas en Argentina: se verá con Alberto y gestionan reunión con CFK
Estaban en Brasilia. Lula Da Silva había asumido, horas antes, su tercer mandato como presidente. Hablaba Alberto Fernández: sobre la crisis que encontró, los desafíos futuros, lo malo que fue para la región la presidencia de Jair Bolsonaro y sobre la oportunidad de una alianza sólida.
- Mirá Alberto, yo necesito que vos reelijas- lo cortó Lula.
Fernández, sorprendido por el comentario, agradeció y retomó el hilo de lo que venía diciendo. Lula lo interrumpió otra vez.
- Es serio Alberto, necesitamos que reelijas. Yo necesito que reelijas.
La conversación la relata elDiarioAR, todavía con sorpresa por el tono y el énfasis de Lula, un funcionario de la comitiva argentina que participó del encuentro. El comentario de presidente brasileño tiene varias derivaciones: Lula, que reconoce que tiene por delante una gestión que será necesariamente menos expansiva que sus anteriores mandatos, tiene presente la experiencia de Dilma Roussef que padeció el cambió el signo político en Argentina. Con nostalgia, se mira como época virtuosa la primera parte del siglo en la que coincidieron, como presidentes, Lula y Néstor Kirchner.
En el pedido de reelección de Fernández, se interpreta que Lula explicita su deseo político, a partir de una necesidad regional, de que en Argentina siga en el gobierno el FdT o cual fuere, en su momento, el sello electoral que utilice el panperonismo. Los episodios del último fin de semana, con los ataques de fieles bolsonaristas al Congreso, el TSJ y el palacio presidencial, refuerzan para Lula la idea de que se fortalezca, en la región, un bloque de centroizquierda o progresista. “Voy a hacer lo necesario para ayudar”, dijo el presidente en esa conversación que define una preferencia política en medio de un clima electoral que no parece, hoy por hoy, a favor del oficialismo.
La empatía que tuvieron, en su momento, Bolsonaro con Mauricio Macri, cuando ambos compartieron presidencia, y las tensiones posteriores entre Fernández y Bolsonaro, son la contracara de aquello. Fue breve, a su vez, la coincidencia temporal entre Roussef y el recién asumido Macri. Tras la destitución de Roussef, la cancillería argentina dijo que respetaba el “proceso institucional” contra la mandataria y manifestó su deseo de colaborador con Michel Temer, el vice que quedó a cargo, y fue un actor político clave en el impeachment contra la mandataria.
Aquellos antecedentes, parecen explicar la preferencia de Lula por el dispositivo del FdT. Fernández, en términos personales, fue uno de los pocos dirigentes que lo visitó cuando estaba preso y lo hizo, incluso, cuando ya era candidato, lo que generó algún ruido en la campaña.
Con Cristina
El domingo, apenas se despejó el clima de alta tensión en Brasilia, luego de los ataques bolsonaristas, el canciller Mauro Vieyra le confirmó a su par Santiago Cafiero que Lula viajaría para la cumbre de la CELAC en Buenos Aires, a fines de enero. Con las horas, la visita se amplió: el presidente brasileño llegaría a Argentina la noche del domingo, el lunes tendrá una larga bilateral con Alberto Fernández, y martes 24 participará de la cumbre de la CELAC que estará, además, centralizada en las situaciones de tensión que se registran en distintos países del continente.
Además de la cumbre con Fernández, y la firma de distintos acuerdos bilaterales, sobre los que trabajan Cafiero y Daniel Scioli, el embajador argentino en Brasilia, aparece en el menú un posible encuentro entre Lula y la vicepresidente de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner. En principio, se especuló con que Lula haría una visita de Estado, que por protocolo establece que el presidente extranjero se reúne con representantes de los tres poderes del Estado: el legislativo, el Ejecutivo y el judicial.
De ser así, hubiese sido particular un encuentro entre Lula y algún representante de la Corte, en medio del juicio político que el oficialismo intenta llevar adelante contra el tribunal. Pero será una “visita oficial” que impone, solamente, un encuentro entre los presidentes. Así y todo, según confiaron a elDiarioAR, se gestiona la posibilidad de que haya una reunión entre Lula Da Silva y la vicepresidenta.
Cristina está en el sur, junto a su hijo y sus nietos. Tiene previsto volver en los próximos días. La visita de Lula coincidirá con el inicio de las sesiones extraordinarias en el Congreso, que convocará el gobierno en estas horas, y que tendrá como foco principal, a priori, Diputados donde comenzará a funcionar, como contó elDiarioAr, la comisión de Juicio Político el día 26 de enero.
El encuentro de Lula con Cristina debería ocurrir a lo largo de las 48 horas que el brasileño estará en Argentina, entre la noche del domingo -o la mañana del lunes- y el martes, que regresará a su país. Con agenda supercargada, además de un dispositivo de seguridad intenso, la duda es sobre en qué momento y lugar podrían encontrarse Lula y Cristina. El lunes, el tramo bilateral, funcionará en Casa Rosada mientras que el martes, la cumbre del CELAC, se desarrollará entre el Palacio San Martín y un hotel en Retiro.
A partir de eso, salvo que Lula se tome un respiro y se traslade al Senado, debería ser la vice la que se acerque a los lugares donde estará el mandatario de Brasil, donde seguramente también estará presente Alberto Fernández, con quien hace tiempo la vice no comparte actividades públicas ni privadas.
PI
0