Con un debate caliente, la oposición avanza en Diputados con la media sanción de la Boleta Única de Papel
“¡Vamos!”. El grito de descarga, junto con un aplauso cerrado, fue unísono entre todos los diputados opositores, luego de conseguir finalmente 129 apoyos para abrir la discusión sobre la Boleta Única de Papel (BUP), apenas el reglamentario para el quórum.
La oposición comenzó así su sesión para darle media sanción al proyecto de reforma electoral en Diputados, pese al rechazo unánime del oficialismo. A partir de la lista de oradores, se esperaba una jornada de unas 7 u 8 horas, que concluiría con la aprobación de la iniciativa, ante la imposibilidad del Frente de Todos de obturar la votación.
Durante el día, hubo fuego cruzado entre las dos coaliciones mayoritarias, comenzando con la actitud del oficialismo, que vació sus bancas al momento del quórum, apenas pasadas las 14, cuando el acuerdo sellado entre Juntos por el Cambio, el Interbloque Federal y los libertarios mostró músculo propio, aunque exiguo: consiguió un voto menos del previsto –130–, ya que Victoria Villaruel –del espacio de Javier Milei– ingresó al recinto después del quórum.
Según la calculadora opositora en la previa, los 130 apoyos que tenían se sustentaban en los 115 diputados de JxC –sin contar a Negri–, los ocho miembros del Interbloque Federal –que integran los peronistas cordobeses que responden a Juan Schiaretti, los socialistas santafecinos y los bonaerenses Graciela Camaño, Florencio Randazzo y Alejandro “Topo” Rodríguez–, 4 libertarios, el par de Juntos Somos Río Negro y el riojano Felipe Alvarez. El único cambio de último momento fue el de Villaruel, con quien el propio Nanni había mantenido conversaciones antes de la votación en el recinto, según supo elDiarioAR.
Hasta último momento, había expectativa entre las huestes opositoras ante el ajustado número que tenían. El positivo por Covid que tuvo el radical Mario Negri y la imposibilidad de varios legisladores de llegar en avión a la Capital Federal por la niebla sumó tensión a la jornada, que originalmente estaba programada para las 10 pero se pospuso para las 14, para darle más tiempo a quienes viajaban desde sus provincias –varios finalmente llegaron por tierra–.
Encabezados por el titular del bloque, Germán Martínez, el FdT recién bajó al hemiciclo luego de que la oposición consiguiera iniciar el debate. La gran mayoría de los 118 diputados oficialistas se sentó en su banca, con pocas ausencias, como la de Máximo Kirchner. Aún de pie celebrando su avanzada legislativa, los opositores aplaudieron el ingreso de los frentedotistas.
El proyecto de BUP que busca aprobar la oposición dispone que en una única papeleta estén todas las categorías en juego en una elección nacional, siguiendo el modelo de boleta única adoptado por la provincia de Córdoba.
Entre las disposiciones que establece la reforma, los electores podrán elegir una lista completa marcando en un solo casillero, solo se verá hasta cinco candidatos a legisladores nacionales –mientras en los cuatro distritos más populosos donde hay más candidatos, Capital Federal, Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, habrá afiches en las escuelas con el listado completo– y se permite el proceso de simultaneidad y concurrencia en las provincias, para que cada jurisdicción tenga la libertad de adherirse o no al sistema nacional.
“No teníamos fuerza propia para imponer este proyecto. Desde distintas pertenencias partidarias, pero con el objeto de mejorar el sistema, surgió un enorme consenso fruto de este quórum y que gracias a Dios hoy estamos discutiendo”, apuntó Miguel Nanni, el miembro informante del JxC que abrió el debate, explicitando el esfuerzo que tuvo que hacer la oposición para abrir el debate.
No es menos cierto que hay robo de boletas y que hay fiscales pagos
Antes de cerrar, Nanni aprovechó para cuestionar al oficialismo, que rechaza de plano la iniciativa: “Mientras nosotros buscamos con una reforma darle más seguridad al sistema y economizar fondos que no tenemos, andan dando vuelta proyectos para ampliar la Corte Suprema, con los costos y la degradación institucional que ello acarrea”. Por el viaje de Sergio Massa a Estados Unidos con Alberto Fernández, la sesión fue encabezada por el diputado macrista Omar De Marchi, vicepresidente primero del cuerpo.
Luego de Nanni habló por la oposición Randazzo, quien defendió su rol como ministro del Interior durante el kirchnerismo, estando a cargo de las elecciones en su momento. “Lamentablemente por mi partido no ha sido utilizada”, dijo el ex funcionario sobre la historia que ya tiene la BUP, y aseguró: “No es menos cierto que hay robo de boletas y que hay fiscales pagos”.
“Hemos logrado una nueva mayoría, plural, diversa, respetuosa, en una Argentina de la grieta que nos impide encontrar soluciones”, completó Randazzo, que fue cuestionado inmediatamente después por Hernán Pérez Araujo, primer diputado del FdT en hablar en el recinto y quien condujo el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto, donde se discutió la iniciativa de boleta única antes de llegar al recinto luego de un emplazamiento que votó hace un mes una mayoría de 132 votos opositores. Calificó de “aparente nueva mayoría” el quórum conseguido con lo justo por el acuerdo opositor y señaló: “Llevarnos de las narices es una facultad que nos otorga el reglamento a las mayorías, está bien. Nosotros dijimos que nos sentíamos encorsetados y nos hemos sacado el corset. Ahora vemos que esta reforma viene saliendo con forceps. No es natural, no hay un consenso”.
Luego Pérez Araujo se cruzó en varias oportunidades con el macrista Fernando Iglesias, que en un momento le lanzó diatribas por fuera del micrófono mientras, con las piernas cruzadas, miraba la foto de un perro que le había llegado a su WhatsApp. “Tomo aire para no contestarle. Es incómodo hablar frente a un personaje que siempre está medio escondido en la boleta”, le dijo el kirchnerista en otro momento en el que fue interrumpido. Y concluyó sobre la iniciativa opositora: “Con esta suerte de boleta de múltiple choice no facilitamos la vida de nadie”.
Durante el debate, hubo cambios de posturas con respecto a la sesión de principios de mayo. La diputada de izquierda Romina del Plá, que había apoyado el emplazamiento, rechazó en el recinto acompañar el proyecto, en sintonía con sus compañeros de bancada. Reclamó “un financiamiento total del Estado y que haya prohibición de un financiamiento prohibido”, y cuestionó el dictamen de mayoría porque “deja en manos de los jueces electorales un montón de resoluciones de la Boleta Única de Papel, lo que genera un alto grado de discrecionalidad y se induce el voto a lista completa”.
Otro de los legisladores que cambió su postura fue Rolando Figueroa, del Movimiento Popular Neuquino, cuya postura era incierta hasta el debate. En el hemiciclo dijo que apoyará la BUP, por lo que a la hora de la votación a medianoche la iniciativa opositora podría sumar un voto más y llegar a 130 el número de avales. El cambio de instrumento electoral “da la posibilidad de que exista oferta política para todas las personas que quieren ser candidatos, que no cuentan con aparatos”, argumentó el diputado, y aseguró: “Este debate nos va a empujar hacia un sistema mejor que el vigente”. Sin embargo, rechazó que el diseño de la boleta única contemple la posibilidad de votar una lista completa y exigió que se cambie en el Senado: “Estamos a favor de este paso que estamos dando, pero creemos que en la modificación nos estamos quedando a medio camino”.
Se encargaron de hacer mierda la Argentina
Hacia el final del debate, el clima dentro del recinto comenzó a caldearse. “Se encargaron de hacer mierda la Argentina”, dijo el macrista Cristian Ritondo cuando hizo uso de la palabra para defender la boleta única. Y enumeró: “La inseguridad y el narco se pasean cuando puedan por las calles, 19 provincias no tienen gasoil, sube la inflación y gritan cuando pueden contra Macri. ¡Le tienen terror”. Para concluir, le espetó al oficialismo: “Vengan cuando quieran a debatir todos los temas, porque de cada dos leyes que mandan acá, uno es para subir los impuestos”.
Otro de los discursos más resonantes en el Cámara fue el del diputado chaqueño por el oficialismo Aldo Leiva, que llamó a Iglesias de “imbécil” y “personaje”. “Afuera apenas hay dos agentes de policía, cuando a la gente le interesan los temas está acá”, dijo para cuestionar que la iniciativa opositora no es prioridad en una coyuntura de crisis económica. “¡Este tema solo le interesa al frente juntos por el odio y el resentimiento!”, ironizó entre gritos, y aseguró: “A la gente le interesa como llegar a fin de mes, y nosotros estamos trabajando para eso”.
Otro cruce fue el que protagonizaron la camporista Paula Penacca con Emiliano Yacobitti, ladero de Martín Lousteau. “Esta sesión ha sido un gran haz lo que yo digo, pero no lo que yo hago”, dijo Penacca recordando una elección porteña con boleta electrónica en la que el ministro de Economía había cuestionado el sistema de votación y lo acusó de haber hablado de “fraude”.
“Es falso que Martín Lousteau hizo una denuncia de fraude, no estábamos de acuerdo con el voto electrónico”, le respondió al instante Yacobitti, pidiendo la interrupción del discurso de un colega de banca. “Nos quejamos porque se había agrandado el voto en blanco con la complicidad de ustedes (por el kirchnerismo), porque tenían la intención de que se pueda manipular el resultado”.
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MC
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