Sergio Massa se sube al avión con Alberto Fernández y el oficialismo pospone la sesión en Diputados del jueves

Se subió al avión a último momento. Sergio Massa aceptó finalmente el convite del presidente Alberto Fernández para que lo acompañe a la Cumbre de las Américas, y esta noche partirá a las 23 junto al mandatario hacia Los Ángeles, donde el norteamericano Joe Biden hará de anfitrión estelar de un cónclave que despertó polémica en la previa.

La presencia de Massa en la comitiva oficial tiene su propio significado político, luego de la crisis abierta el fin de semana por la salida de Matías Kulfas del ministerio de Desarrollo Social y la llegada de Daniel Scioli, una figura que el tigrense ve como un competidor electoral.

Fernández y el tigrense permanecerán en Estados Unidos hasta por lo menos el viernes, último día de la Cumbre de presidentes, por lo que el viaje del titular de la Cámara de Diputados además obliga a retrasar una semana la agenda parlamentaria que tenía el Frente de Todos, según confirmaron hoy a elDiarioAR dos fuentes parlamentarias distintas. No es un dato menor, ya que una de las críticas internas es la falta de velocidad legislativa para tratar temas “que importan a la gente”, como suele calificar el massismo a las iniciativas que presentó últimamente sobre desarrollo económico. 

En esa línea está el proyecto de alivio fiscal a monotributistas y autónomos, que este martes tendría dictamen de comisión y que Massa quería sacar con media sanción el jueves. Su idea original deberá ahora aplazarse siete días. En el medio, este miércoles la oposición le asestará un duro golpe al oficialismo: harán gala de sus 130 votos en conjunto y aprobarán en el recinto el proyecto de Boleta Única de Papel.

Acercamiento con distancia

Massa tardó 24 horas en aceptar la invitación de Fernández para ir con él a Los Ángeles, pese a que ayer compartieron casi media jornada juntos: desayunaron en Olivos y el tigrense llevó en su propio auto al Presidente a la Casa Rosada, ya que la neblina impedía que volara el helicóptero oficial. 

Incluso se habían visto el sábado, en medio de la crisis abierta por la salida de Kulfas. A Massa no le quedó otra que aceptar la decisión presidencial de que Scioli dejara la embajada de Brasil para convertirse en ministro. 

Pero su ausencia pesó en dos fotos distintas. No participó en el acto de presentación del proyecto de ley de “renta inesperada” en el Museo del Bicentenario de este lunes. Y tampoco fue el viernes al festejo de los 100 años de YPF, porque “se quedó tomando mate con vecinos en Moreno”, según contaron a este medio cerca de su despacho.

Los movimientos de Massa en los últimos días se encadenan con la movida que impulsó hace dos semanas, exigiéndo públicamente al ministro Martín Guzmán que Economía actualice el piso de Ganancias, entendiendo que los aumentos de paritarias –algunos cercanos al 60%– iban a quedar desdibujados si se los “comía” el gravamen. 

Tercer socio frentetodista, equidistante de Fernández y de Cristina Kirchner, Massa muestra juego propio en un gobierno loteado. Según recogió este medio, espera que Alberto se baje de la carrera presidencial, para poder él subirse “como un candidato del centro”, una idea que ahora se puso en peligro con la llegada de Scioli. 

Aunque ahora parece más lejana, el líder del Frente Renovador confió a sus allegados la idea de un “superministerio” de Economía, que abarque distintas áreas económicas, como Hacienda, Producción y también Trabajo. Cómodo en la Cámara de Diputados, Massa aceptaría ese destino solo si se lo pidieran, en conjunto, el Presidente y la vice, en una suerte de “prenda de unidad” del FdT. Cree que la única salida a la crisis económica es la vía política.

En el marco de la Cumbre de las Américas, Massa podrá hacer gala frente al Presidente de sus propios contactos en suelo norteamericano. Tiene relación personal con Juan González, hombre de confianza de Biden para la región y a quien el propio diputado recibió en su casa y le regaló una remera del club Tigre con su nombre.

CC