Su último discurso
El pasado jueves 10 de noviembre, las Madres de Plaza de Mayo llevaron adelante la Marcha N°2326 ininterrumpida. Ese día, Hebe de Bonafini volvió a estar presente y a encargarse del discurso de cierre, después de algunos jueves en los que -por inconvenientes de salud- no había asistido. Al tomar el micrófono, la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo dijo: «Los médicos me dejaron venir porque saben que también es parte de mi salud, necesito la Plaza para cuidarme, los necesito a ustedes para mejorarme» y agradeció a «los compañeros y compañeras que me acompañaron y me cuidaron un montón de días».
Comenzó hablando de Cristina Fernández de Kirchner, y preguntó a la militancia presente: «Nosotros le pedimos todo, ¿Somos capaz de darle todo?», lanzó y respondió, «los compañeros que tomaron esta plaza hace tantos años daban la vida por (Juan Domingo) Perón. Ahora no sé si todos están seguros o se cagan de miedo. El miedo es la peor cárcel“, aseguró Hebe y advirtió que ”si las Madres hubiésemos tenido miedo no estaríamos aquí“.
“Tenemos que ser capaces de dar tanto porque ellos saben que es la única que puede ganar, por eso no quieren dejarla libre, ni dejarla sin condenar. No la quieren víctima, la quieren condenada para que no se presente y están haciendo lo imposible”, aseguró y apuntó contra la Justicia: “Es una tragedia tener tanta basura como Poder Judicial, son una lata de mierda”.
“Necesitamos con mucha urgencia hacer algo contra la Suprema Corte y todos los jueces que están comprometidos con perdonar asesinos. No sólo perdonan a los que quisieron matar a Cristina. Vienen perdonando desde antes, a los asesinos de nuestras hijas e hijos”, lanzó. “Tenemos que hacer una pueblada para sacar a todos estos jueces de mierda. Una pueblada de verdad contra los jueces, donde demostremos como el 20 y 21 de diciembre que el pueblo está harto y podrido”, sugirió.
Sobre el cierre, recordó el poema de Bertold Brecht: “Primero se llevaron a los judíos, pero como yo no era judío, no me importó. Después se llevaron a los comunistas, pero como yo no era comunista, tampoco me importó. Luego se llevaron a los obreros, pero como yo no era obrero, tampoco me importó. Mas tarde se llevaron a los intelectuales, pero como yo no era intelectual, tampoco me importó. Después siguieron con los curas, pero como yo no era cura, tampoco me importó. Ahora vienen por mí, pero es demasiado tarde”, y alertó: “Para que no sea tarde hagamos una pueblada compañeros”. Así cerró Hebe de Bonafini el que sería su último discurso en Plaza de Mayo.
MGF
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