Los casos de Covid se sextuplicaron desde que comenzó el año
Cuando surgió la pandemia por Covid-19 había muchas incertidumbres, pero al poco tiempo investigadores y profesionales de la salud coincidieron en una cuestión: el SARS-CoV-2 -virus que causa la enfermedad- había llegado para quedarse. Y no se confundieron. Durante estos años aparecieron numerosas variantes y subvariantes, algunas de las cuales impulsaron crecimientos de casos.
En el último mes, el sublinaje JN.1 está causando una nueva ola en todo el mundo, y en el hemisferio norte se suma a los virus respiratorios estacionales (influenza y sincicial respiratorio) provocando un fuerte aumento de hospitalizaciones. ¿Qué está pasando en Argentina?
“Lo que estamos viendo en el país es un incremento semanal de notificaciones desde finales de 2023; de un piso de 70 casos diarios promedio se pasó a 126 en la última semana del año pasado, 279 la primera de 2024, 604 la segunda. Estos datos están ordenados por fecha de inicio de síntomas, por lo que pueden aumentar con nuevas cargas”, describió a elDiarioAR el físico e investigador de Conicet Jorge Aliaga. En la última semana, esos contagios ascendieron a 685 promedios diarios.
El especialista recordó que “en la actualidad hay mucho menos testeo, por lo que la cifra no indica la cantidad de personas infectadas real (que debe ser muy superior) pero brinda un termómetro de lo que pasa con la curva de contagio, y hasta ahora lo que vemos es que está ascendiendo en casi todas las jurisdicciones del país”.
Respecto a los fallecimientos, según la base de datos oficial que consulta Aliaga, en las primeras tres semanas se produjeron 15. Dos de ellos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cinco en la Provincia de Buenos Aires, uno en Córdoba, uno en Mendoza, dos en Santa Fe y cuatro en Salta.
Para quienes trabajan en centros de salud el aumento de contagios es perceptible aunque esto no tiene un correlato en de casos graves ni internaciones.
“En las últimas semanas estamos viendo más casos tanto en el consultorio como en las guardias. Afortunadamente la mayoría de los casos no requieren internación y eso es gracias a las vacunas”, indicó por su parte la médica infectóloga Elena Obieta, Jefa del Servicio de Enfermedades Transmisibles y Emergentes de la Municipalidad de San Isidro, Provincia de Buenos Aires.
Y continuó: “Los casos que sí han requerido internación son en su mayoría pacientes que no se vacunaron, tienen esquemas incompletos o no se aplican una dosis hace mucho”.
En la misma línea, el médico infectólogo Martín Hojman señaló que en el Hospital Rivadavia de la CABA “desde hace tres semanas tenemos más consultas; la gran mayoría sólo presenta dolor de garganta y tos; las pocas internaciones que tenemos son de personas sin vacunarse o con vacunación incompleta”.
Por su parte, en el Hospital El Cruce, de la localidad bonaerense de Florencio Varela, sólo hay dos personas internadas con Covid-19, ambas sin vacuna.
Aliaga –quien analiza estos datos desde que comenzó la pandemia a fines de 2019 y recibió por esta labor un Premio Konex–, señaló que el crecimiento actual de casos “se encuentra en línea con el ingreso al país de la subvariante JN.1, que es la que está causando el aumento de casos en el resto del mundo”.
“Todas las subas que observamos en la curva de notificaciones corresponden con el surgimiento de alguna nueva variante; por ejemplo, en enero de 2022 fue la omicron, y en diciembre de ese mismo año fue por la subvariante BQ; y así se podría observar todos los ‘picos’ que hubo durante estos años”, describió.
Según el último Boletín Epidemiológico Nacional, al 17 de enero se habían detectado en el país seis casos con la subvariante JN.1 (dos casos con residencia en la Ciudad de Buenos Aires, uno en Chaco, uno en Salta, uno en Santa Cruz y uno en Santa Fe).
JN.1, “la estrella del momento”
“El virus sigue evolucionando porque hay infecciones y al replicarse va generando mutaciones. La que es prevalente hoy es la JN.1 que, en realidad, es lo que se denomina una subvariante de la Ómicron BA.2.86”, detalló a elDiarioAR la doctora en Ciencias Bioquímicas e investigadora de Conicet, Daniela Hozbor.
Y continuó: “Lo que sabemos hasta ahora es que se trata de una subvariante más transmisible y con mayor capacidad de escape inmune”.
En agosto de 2023 Ómicron BA.2.86 fue declarada como variante de vigilancia por la Organización Mundial de la Salud (OMS) debido a que poseía unas 30 mutaciones en la proteína Spike (la que utiliza el virus SARS-Cov-2 para ingresar a las células y sobre la que actúan la mayoría de las vacunas).
“Con el paso de los meses esta variante no alcanzó niveles de frecuencia muy altos pero uno de sus sublinajes, la JN.1, comenzó a aumentar su prevalencia y el 19 de diciembre fue considerada por la OMS ya como una variante de interés”, explicó el virólogo Humberto Debat.
Y añadió que “hoy es la variante dominante a nivel global y representa más del 70% de las infecciones de Covid secuenciadas, es decir, aquellas en las que se aisló al virus y se lo estudió”.
El 10 de enero el Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió en una rueda de prensa que “en diciembre se notificaron a la OMS cerca de 10 mil fallecimientos por Covid-19, las hospitalizaciones aumentaron un 42% y los ingresos en la UCI (Unidades de Cuidados Intensivos) un 62%, en comparación con las cifras de noviembre.
En varios países europeos y en Estados Unidos las autoridades restablecieron la obligación de utilizar barbijos en hospitales, farmacias y aeropuertos; en el hemisferio norte esta ola de Covid-19 se da en consonancia con los virus respiratorios estacionales, lo que ha provocado un aumento de hospitalizaciones sobre todo por casos de gripe.
Las vacunas siguen salvando vidas
La Red Europea de Vigilancia Respiratoria de la OMS presentó la semana pasada un trabajo –que todavía no se publicó en una revista científica con revisión de pares– en el que aseguró que en base a sus estimaciones “las vacunas redujeron las muertes en un 57 % en general, lo que representa aproximadamente 1,4 millones de vidas salvadas en personas de más de 25 años”.
El paper describió que “el 96 % de las vidas salvadas fueron en personas de 60 años o más y el 52% en el segmento de 80 años o más; en tanto que los primeros refuerzos representaron una reducción del 51% de la mortalidad y el 67% se salvaron durante el período de la variante Ómicron”.
En Argentina, al 2 de enero la cobertura con primera dosis de vacunas contra Covid-19 era del 93,6%, con bajas aplicaciones en menores de 3 años y del 100% en mayores de 50 años.
Las coberturas totales del esquema primario completo (dos dosis o dosis única según corresponda) son del 82,4%, siendo del 91% en personas mayores de 18 años.
El total de la población que recibió el primer refuerzo es del 49,6%, siendo alrededor del 75% en los mayores de 50 años; en cuanto al segundo refuerzo, la población mayor de 50 años presenta cobertura mayor al 40% y cercanas al 45% cuando se considera a los mayores de 60 años.
En estas últimas semanas, como ha sucedido frente a otras olas, el crecimiento de casos aumenta la percepción del riesgo e incentiva a aplicación de refuerzos; en efecto, fuentes del Ministerio de Salud de la Nación detallaron que en la semana del 7 al 13 de enero se aplicaron 31.079 dosis, casi el doble del promedio de lo que se venía aplicando; mientras que en la semana siguiente (del 14 al 20) las aplicaciones continuaron en aumento aunque todavía no está cifra final porque falta cargar datos.
Actualmente, las vacunas que se dan en el país son Spikevax, la bivariante Original/Omicron BA.4/BA.5 de Moderna para esquema inicial y refuerzos desde los 6 meses y Comirnaty, también bivariante Original/Omicron BA.4/BA.5 de Pfizer-BioNTech, indicada para refuerzo a partir de los 12 años.
“Estas vacunas siguen funcionando bien frente a la subvariante JN.1 en relación a la reducción de enfermedad, enfermedad severa y muerte. Es decir que hasta hoy, pese a que la subvariante tiene aparentemente un mayor escape a la respuesta inmune, las vacunas que se aplican en Argentina y en el mundo siguen siendo efectivas”, indicó Hozbor.
En este contexto, todas las fuentes consultadas recordaron la importancia de que cada persona revise su calendario de vacunación y se aplique una dosis en caso de que corresponda.
En Argentina las recomendaciones actuales de aplicación de refuerzos según riesgo estratificado son las siguientes: en personas con inmunocompromiso a partir de los 6 meses, personas gestantes, de 50 años y mayores hay que aplicar refuerzo 6 meses posterior a la última dosis y continuar con igual periodicidad; el resto de la población debe aplicarse un refuerzo anual.
“También es clave retomar lo que aprendimos como no compartir el mate y sobre todo ventilar los espacios donde estamos con mucha gente. El aire acondicionado no permite la renovación del aire, de modo que aunque esté encendido hay que abrir las ventanas”, concluyó Aliaga.
NC/MG
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