Correr con el cochecito, la vida de una atleta de alto rendimiento después de ser mamá
Belén Casetta es atleta de alto rendimiento. Tiene 29 años y compite como corredora desde hace 13 años. Su especialidad son los 3.000 metros con obstáculos, en donde sorprende con su récord nacional y sudamericano con una marca de 9:25.99. Participó de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 y Tokio 2021, logró medalla de bronce en los Juegos Panamericanos de Lima 2019 y obtuvo presea dorada en el Campeonato Iberoamericano en Río, Sudamericano Sub-23 en Lima, ambos en 2016; y el Sudamericano de Asunción en 2017.
“Mi viejo me orientó a que haga este deporte. Anteriormente hacía tenis, pero por cuestiones económicas no me pudo continuar pagando el club y me propuso hacer la mini maratón de Mar del Plata. Me entrenó él, corrimos los 1200 metros, los gané y a partir de ahí empecé a entrenarme para las competencias”, dice Casetta a elDiarioAR como repaso de lo que fueron sus comienzos en la ciudad balnearia. Hoy la atleta tiene un nuevo desafío por delante y se ilusiona con los Panamericanos que se acaban de inaugurar en Santiago de Chile. “Voy a dar todo para subir al podio. Mi gran objetivo es volver a traer una medalla para la Argentina”, agrega.
Pero en su curriculum no solo destacan los logros deportivos. En las páginas de su vida también se inscribe una nueva faceta que llegó para cambiarlo todo: hace cinco meses fue mamá de Lina y sus días en torno a los entrenamientos, la forma de comer y el descanso, se modificó. “Hay una personita que depende al cien por ciento de mí. Antes manejaba mi cuerpo y lo enfocaba solo en el entrenamiento. Ahora somos dos personas y estoy viendo cómo puedo acomodar el deporte con ella. Es así: el deporte se tiene que amoldar a mi maternidad. Trato de buscarle la vuelta a la hora de descansar, la alimentación y los horarios para entrenar”, dice sin esconder la emoción que le genera esta nueva etapa.
En octubre del año pasado, luego de conseguir la medalla dorada en los Juegos Odesur, anunció en su Instagram que había llegado el momento de hacer un párate al alto rendimiento y dio a conocer la noticia de su embarazo. “Mis entrenamientos ahora son dos a dos y de baja intensidad”, escribió en un largo posteo en el que aprovechó para agradecer el apoyo de la gente y su familia. A partir de ahí, sus redes se convirtieron en una especie de diario en el que contaba y mostraba el avance de su panza y otra forma de entrenarse: mucha bicicleta, movimientos en el gimnasio y el recuento de los días que faltaban para ingresar a la sala de parto. “Seguimos con Lina, entrenando. 38 semanas y 3 días. Me parece que mi chiquita quiere que vuelva a los 3000 mt con obstáculos”, decía en uno de los textos que acompañaba la rutina de sus ejercicios.
“Me llevó un tiempito la decisión de ser madre, pero cuando vi el momento no lo dudé. Con mi marido, nos sentamos y supimos que era ahora, porque si me dejaba llevar por el deporte, la ambición es constante. Tenes los Panamericanos, los Juegos Olímpicos, el mundial, Sudamericano. Eso nunca se corta y si me fijo solo en eso, se me va pasando la edad y tampoco quería ser una madre grande. A los 28 quería ser madre y más joven también”, dice la atleta marplatense, que forma parte de la delegación de los 534 deportistas argentinos que competirán en los Panamericanos de Chile.
Casetta nunca dejó de entrenar. Si bien algunas rutinas cambiaron, ha podido adaptarse y acomodar su tiempo de una manera diferente. Hubo ocasiones en que tuvo que llevar a su hija a los entrenamientos. “Hay días que la bebé no quiere despegarse de mí. Y así le buscamos la vuelta para entrenar, sentirme bien y hacerla sentir bien a ella que está a mi lado”, escribió en otro de sus posteos, donde se la ve ir y venir con el cochecito de Lina, mientras flexiona sus rodillas, sus brazos, hace abdominales o sale a correr.
Estás dificultades que se presentan en los momentos que debe entrenar, donde no tiene con quien dejar a su hija, se pueden sumar a lesiones externas al deporte, en el que los dolores que aparecen son propios de otros esfuerzos. “Tengo tendinitis de agarrarla y cargarla, entonces muchas veces me despierto más por la muñeca que por la bebe”, dice Casetta y da detalles de cómo se las ingenia para poder ejercitarse. “Como no tengo a mi familia cerca porque son todos de Mar del Plata, dependo mucho de mi suegra para que me cuide a la nena. Mi marido labura tanto a la mañana como a la tarde y además cursa en la facultad. Por eso, si no hay nadie, me acomodo y entreno en el cochecito con ella. Siempre me las rebusco”.
La marplatense reconoce que no va a ningún lado sin su hija y se sobrepone a los prejuicios que hay sobre la maternidad en las deportistas de elite, donde muchas veces se cree que la recuperación después del parto se puede tornar difícil o imposible volver a los niveles anteriores. Pero lo cierto es que Casetta, dos meses después de haber sido mamá, ganó la carrera de la Independencia y continuó con el primer puesto en los 3000 metros en el Gran Prix Sudamericano. “Me encanta esto de correr en familia. Estoy corriendo con ella. Es la que me motiva día a día y además tengo esa fuerza de decir, quiero terminar rápido para volver a agarrarla”, reconoció en el podcast Mejor Correr.
¿Te queda algún sueño por cumplir?
Sí, ser finalista en los Juegos Olímpicos. Eso me queda por hacer. Y participar de una Diamond League. Ahí cumpliría con todas mis expectativas desde que inicié el atletismo.
GG/MG
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