Fernando “no tenía posibilidad de sobrevida” con esas lesiones, dijo la médica que lo asistió
Carolina Garibaldi Larrosa fue la primera médica que asistió a Fernando Báez Sosa. Declaró hoy ante el Tribunal que la madrugada del 18 de enero de 2020 les ordenaron salir con la ambulancia a las 5 de la madrugada, que a las 5.07 llegaron al frente de Le Brique y que a las 5.14 Fernando Báez Sosa ingresó al shockroom del Hospital Municipal de Villa Gesell. Garibaldi Larrosa tiene 18 años de experiencia en emergentología y aseguró hoy que por el tipo de lesiones que presentaba, el joven “no tenía posibilidad de sobrevida”.
Fue la primera testigo en declarar en la sexta jornada del juicio por el crimen del chico de 18 años que había ido a veranear con sus amigos a Villa Gesell. Dentro del boliche Le Brique hubo un cruce entre los amigos de Fernando y los ocho imputados, todos jóvenes que al momento del crimen tenía entre 19 y 21 años. Larrosa dijo que Fernando no tenía signos vitales: “Tenía pupilas midriáticas (dilatadas), no tenía reflejos, ni movimientos respiratorios, y no tenía pulso”, afirmó.
La médica contó que cuando llegó en la ambulancia para asistir a Fernando encontró a al menos dos uniformados realizando maniobras de resucitación a Fernando. Y a los Bomberos, que usaron un dispositivo llamado DEA, por sus siglas. Es una aparato de uso civil, pequeño y liviano, que dicta instrucciones a quien intenta reanimar a un paciente. El aparato indicaba que “paciente en asistolia”, es decir, que no había contracción del musculo cardiaco. “Lo que conviene es hacer masaje cardíaco y administración e oxigeno en la ambulancia”, dijo la médica. Es lo que indicó esa madrugada. En una camilla rígida, un bombero, el chofer de la ambulancia y la enfermera lo subieron en la ambulancia.
“Lamentablemente no hubo ninguna respuesta”, dijo Garibaldi Larrosa. Insistió en que no conoce que una personas haya muerto “como consecuencia de las maniobras de compresión de RCP” como las que le realizaron a Báez Sosa y fue contundente al asegurar que Fernando “no tenía posibilidad de sobrevida” en el estado en el que lo encontró. En la puerta de los Tribunales, Garibaldi Larrosa dijo antes los medios: “Esto es un reflejo de la sociedad en la que vivimos, una sociedad violenta. Estos tres años sentí mucha tristeza”.
El segundo en declarar fue el médico forense Diego Duarte, quien realizó la autopsia en el cuerpo de Báez Sosa. Los padres de la víctima, Graciela Sosa y Silvino Báez se retiraron de la sala de audiencias.
VDM/NB
0