El Gobierno francés pide a la Iglesia que el secreto de confesión no sirva para ocultar pederastas
El Gobierno francés volvió a recordarle a la Iglesia católica que las leyes eclesiásticas están por debajo de la República de Francia luego del informe conocido la semana pasado sobre abuso eclesiástico y señaló que los sacerdotes no pueden ampararse en el secreto de confesión para no denunciar hechos de pedofilia.
“Si un cura se entera, en el marco de la confesión, ya sea de una víctima o de un autor, de la existencia de hechos que están teniendo lugar, tiene la imperiosa obligación de poner fin a esos hechos”, declaró el ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretta a la cadena LCI.
Al ser consultado sobre que pasaba si un sacerdote no denuncia un abuso debe ser condenado, el ministro dijo que “debe serlo” ya que constituye un “no impedimento del crimen o del delito”, señaló AFP.
Se trata de la segunda vez que el Gobierno francés sale a aclararle a la Iglesia católica que sus leyes no pueden estar por encima de las del Estado. Esto ocurre luego de que la semana pasada una comisión independiente presentara un informe sobre el abuso cometido a unos 330 mil niños a lo largo de 70 años por parte de miembros de la Iglesia.
Al día siguiente de conocerse el informe, el presidente de la Conferencia Episcopal francesa, monseñor Éric de Moulins-Beaufort, declaró que el secreto de confesión era “más fuerte que las leyes de la República”.
De inmediato, el el vocero del Gobierno Gabriel Attal, le respondió que “nada hay más fuerte que las leyes de la República en nuestro país”, y anunció que por decisión del presidente Emmanuel Macron el ministro del Interior convocó a una reunión a monseñor Éric de Moulins-Beaufort.
De acuerdo al derecho canónico, nada de lo que se dice durante una confesión puede ser informado a las autoridades, aunque se trate de un delito.
Pero, en su informe la Comisión Independiente sobre los Abusos Sexuales en la Iglesia (Ciase) recomendó a la Iglesia que deje claro que la confesión no cubre estos delitos, que deben denunciarse.
En el reporte, la Ciase cifró en 330.000 los menores agredidos desde 1950 por clérigos o laicos trabajando en instituciones religiosas en Francia.
Con información de agencias.
IG
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