Higui: “Este fallo va a servir para que no seamos más carne de cañón”
Eva Analía “Higui” De Jesús, la mujer lesbiana que hace dos semanas fue absuelta en el juicio que se le seguía por haber matado a un hombre cuando se defendía de una violación grupal correctiva, aseguró que este fallo “va a re servir a que las que siempre somos carne de cañón” del Poder Judicial, “para que no nos armen más causas” y se les reconozca el derecho a la autodefensa.
“Esto va a re servir más que nada para las que siempre somos carne de cañón, las pibis y travestis pobres, para que no nos armen más causas; y por el derecho a defenderse”, dijo Higui durante la conferencia de prensa que brindó tras conocerse este mediodía los fundamentos de la sentencia.
En el fallo al que tuvo acceso Télam, los jueces Gustavo Varvello y Julián Descalzo dijeron que “el análisis global de la prueba, entonces, permite concluir que (...) al infligir la herida, la imputada, obró en respuesta de una agresión ilegitima, que no provocó, valiéndose en la emergencia de un medio racional para repelerla, dada la marcada desigualdad de fuerzas, natural y numérica, eximiendo ello su responsabilidad en la acción que acometió y epilogó en la muerte de Cristian Rubén Espósito”.
La defensora Claudia Spatocco destacó la unanimidad del fallo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 de San Martín tanto en la decisión de absolverla como en la crítica a la instrucción; y que los tres integrantes del tribunal -todos varones- “tuvieron lo que nosotros siempre pedimos, que es la visión de género al valorar la prueba”.
“Consideramos esta absolución como la respuesta a una pregunta muy sencilla que nosotros hacíamos que es '¿puede Higui, una mujer lesbiana, negra, pobre, defenderse ante un ataque brutal como el que fue sometida, de violación correctiva?' Porque el derecho a la legítima defensa aparentemente lo tenemos todos, pero a ella la acusaron de homicidio”, dijo.
La letrada señaló que “más allá de lo jurídico”, lo que aquí se puso en juego es “ni más ni menos que el instinto de supervivencia ante un ataque”.
“¿Cómo no vamos a tener este derecho a defendernos? Sin embargo, durante casi 6 años a Higui se le negó ese derecho, se la criminalizó. Y este fallo viene a poner fin a una pensadilla atroz”, dijo.
Junto a Higui y Spatocco estuvieron la abogada Gabriela Conder, la psicóloga Raquel Disenfeld, la militante lesbofeminista Adriana Carrasco, la activista trans Alma Fernández, la futbolista Mónica Santino e integrantes de la Asamblea por su absolución.
Con dos años de retraso en relación a la primera fecha fijada para el juicio, Higui llegó a juicio a mediados de marzo acusada de “homicidio simple” por haberse defendido de una violación grupal correctiva el 16 de octubre de 2016 en Lomas de Mariló, un barrio vulnerable de Bella Vista donde había ido visitar a su hermana por el Día de la Madre.
Y a pesar de que ella denunció un intento de violación grupal y de que fue encontrada desvanecida en el lugar de los hechos, con traumatismos en diferentes partes del cuerpo, el pantalón y la ropa interior rotos, el hecho nunca se investigó como tal por el fiscal que instruyó la causa, que la indagó al día siguiente y le dictó la prisión preventiva.
Tras ocho meses presa, la Cámara de Apelaciones de San Martín le concedió la excarcelación extraordinaria gracias a una fuerte movilización para exigir su libertad.
“Lo peor de todo es que con esa falta de prueba total que fue la instrucción y habiendo presenciado el mamarracho que fue el testimonio de quien ellos presentaban como único testigo del hecho -y que para nosotros siempre fue uno de los agresores-, la fiscal de juicio acusa a Higui por homicidio y pide una pena de 10 años”, agregó Spatocco.
Para graficar la inverosimilitud del testimonio del amigo del hombre fallecido, la abogada explicó que “para poder hacer lo que él dijo que Higui hizo, tendría que tener un brazo de un metro y medio, y desarticulado” ya que midiendo 1.50 tendría que haber pasado por el hombro de un hombre que mide 1.68 y estaba en medio, para darle en el corazón a otro que mide 1.75.
“Hay que aclarar que la fiscal no representa a la víctima, sino el interés de una sociedad que pretende vivir en un estado de derecho, de ninguna manera puede uno soportar que haya fiscales que pidan una condena de 10 años, solamente por su prejuicio, por esta violencia institucional que sufrió Higui durante todos estos años y que este fallo viene a poner un freno”, agregó.
A su turno, la psicóloga Raquel Disenfeld recalcó que “si ella en ese momento no actuaba como actuó, moría”, como diariamente pierden la vida muchas mujeres “por la violencia de género”.
Consultada sobre la posibilidad de hacer una contrademanda al Estado por haberla sometido a prisión preventiva y a juicio sin pruebas, Higui fue tajante en asegurar: “No voy a perder seis años más, no, en ese tiempo voy a ser tremenda abogada”.
“Yo me quiero concentrar en estudiar abogacía, porque yo puedo. Una cartonera, una gorda, una negra, una lesbiana puede hacer un montón de cosas, pasa que te cierran las puertas”, dijo.
De Jesús asegura que ahora se va a ocupar de hacer realidad todos sus “sueños”, como la creación de un merendero, una guardería con pelotero “para las madres solteras”, una radio comunitaria y una escuelita de fútbol en el barrio Barrufaldi del partido de San Miguel, donde vive.
“En mi barrio hay solo carros y drogas, en las vacaciones no hay ni una película para que vean los chicos. Cuando se está por votar, vienen a darte un curso por tres semanas y el resto del año los chicos andan en la calle”, dijo.
DA
0