Plácido Domingo tiene vínculos desde hace al menos 26 años con la secta que se investiga por trata en Argentina
Plácido Domingo tiene vínculos desde hace 26 años con al menos cuatro líderes de la secta Escuela de Yoga Buenos Aires (EYBA). Dos están detenidos, una está prófuga y el otro falleció hace cuatro años. El 20 de febrero de 1996, el tenor dio un concierto en el Campo Argentino de Polo de Buenos Aires. Esa noche hubo algunos cambios en el programa. Domingo cerró el show con la ópera Cartas marcadas, compuesta por Susana Mendelievich, conocida como Mendy y miembro histórico de la organización, y Rubén D’Artagnan González, un violinista de renombre que, según el denunciante, habría abierto la filial Chicago de la secta EYBA. El cierre de ese concierto fue en un dueto con Verónica 'Loia' Iácono, en ese momento debutante lírica, y hoy buscada por Interpol por haber participado de la organización en Estados Unidos. El cuarto integrante de la secta con el que el tenor tenía relación es Luis Percowicz, el líder.
Según consta en la causa, al menos siete mujeres fueron explotadas sexualmente e incorporadas a la organización coercitiva por sus familias cuando aún eran niñas o adolescentes. La Justicia cuenta con tres audios en los que se menciona que un artista llamado “Plácido” solicita servicios sexuales a la organización. Identificaron la voz de Susana Mendelievich, 75 años, y de Juan Percowicz, 84 años, líder de la comunidad. Ambos fueron detenidos hace una semana. La tercera voz sería la del tenor y director de orquesta madrileño, de 81 años, que visitó Buenos Aires en abril para dar un concierto en el Teatro Colón después de dos décadas sin pisar suelo argentino.
elDiarioAR ha consultado a varias fuentes con acceso al expediente y ha confirmado que los audios fueron obtenidos en escuchas realizadas en los últimos cuatro meses. Y estableció, además, el contacto entre el tenor y la organización a través de la denuncia hecha en la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), testimonios de los denunciantes y cruces de datos. Esta información publicada en el diario La Nación da cuenta de aquel recital ofrecido hace 26 años en el Campo Argentino de Polo. Plácido Domingo agradeció la participación del violinista Rubén D’Artagnan González en el show. Ese año, Domingo fue nombrado ciudadano ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.
El año pasado, Mendelievich y Iácono, cuyo apellido artístico es Loiácono y en la organización la llamaban “Loia”, editaron un disco inédito, Por amor al amor. Las mujeres —una detenida y la otra prófuga— forman parte del cuarteto LGKM. Son las iniciales de sus nombres y las de González —distinguido por la Fundación Konex en 1989— y de Mariano Krawczyk, oboísta que usaba el apellido Krauz. Es el padrastro de Pablo Salum, el hombre de 44 años que el año pasado volvió a denunciar en la Justicia argentina a la secta. Krauz fue parte de EYBA. Entró en la comunidad con la intención de “rescatar” a su pareja, la madre biológica de Salum. No lo logró y se desvinculó de la organización en buenos términos. Fue detenido la semana pasada junto a otras 18 personas. Hay, además, ocho prófugos: cuatro estarían fuera de la Argentina.
Krauz era algo así como un “hijo” de Rubén D’Artagnan González, que nació en Viale, en la provincia argentina de Entre Ríos, en 1939. A los cinco años aprendió a tocar el violín. Estudió en Francia e Italia, y llegó a obtener en 1964 el Diploma de Honor de la Accademia Chigiana, en Siena, Italia. En Argentina, dirigió la Camerata Bariloche de 1971 a 1975. Dos años después, se instaló en los Estados Unidos y dirigió las cuerdas la Orquesta de Minnesota hasta 1981. Entre ese años y el 86, dirigió la de Houston. En 1986 se mudó a Chicago y dirigió la Orquesta Sinfónica de la ciudad. Según Salum, es fundador y responsable de la filial de la secta en Chicago.
En 2005 quisieron premiar a González como “destacado vialense”, su pueblo de nacimiento, pero a pesar de los intentos no pudieron ubicarlo. Incluso lo rastrearon a través de la embajada argentina en los Estados Unidos, pero nadie pudo encontrarlo. Durante la ceremonia en Viale mencionaron su nombre y extenso currículum, pero nadie recibió la estatuilla. En abril, cuando Plácido Domingo visitó Buenos Aires, González llevaba cuatro años muerto. Los contactos entre el tenor y la Escuela Yoga Buenos Aires seguían intactos, a juicio de los investigadores.
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