Violación grupal: “Todos abusaban de la chica, eran unos animales”, dijo la comerciante que ayudó a la víctima
Una comerciante que rescató y auxilió a la chica violada por un grupo de jóvenes en el barrio porteño de Palermo aseguró este martes que “todos los detenidos abusaban” de ella dentro de un auto y calificó a los agresores de “animales” que, tras ser descubiertos, pretendieron escapar y llevarse a la víctima arrastrándola de los pelos y de los brazos.
En tanto, la Justicia aguardaba el resultado de distintos peritajes para, posiblemente este miércoles, indagar a los seis detenidos, mientras que la joven abusada, de 20 años, ya fue dada de alta y se encuentra acompañada por sus familiares, tras ser asistida por médicos y psicólogos del Hospital Rivadavia.
Natalia, dueña de una panadería en Serrano al 1300, fue quien alertó al 911 apenas descubrió que una chica estaba siendo abusada sexualmente por al menos cuatro hombres dentro de un auto frente a su local del barrio de Palermo, y logró rescatarla antes de que llegara la policía.
“Fuimos mi marido y yo quienes socorrimos a la chica. Tenemos una panadería y desde adentro veíamos lo que pasaba en el auto. Primero pensábamos que era una pareja que estaba teniendo sexo, pero luego vimos que en el vehículo había otros tres jóvenes, que la manoseaban, que la agarraban de los brazos, que la obligaban a practicarles sexo oral, y salimos a ayudarla”, explicó a Télam la comerciante.
Según su relato, sus sospechas comenzaron cuando al lado de su comercio se hallaban dos jóvenes “tomando alcohol, fumando marihuana y tocando la guitarra”, por lo que su marido se acercó a ellos para pedirles que se retiraran del lugar.
“Como no se fueron, nos quedamos mirando hacia afuera y vimos los movimientos dentro del auto, un Volskwagen Gol, por eso llamamos de inmediato al 911 y conté a los gritos, de manera desesperada, lo que estaba pasando y pidiendo que venga rápido la policía”, relató.
La sospecha de los investigadores es que esos dos jóvenes que estaban fuera del vehículo actuaban como “campana”, es decir que formaban parte del grupo y que tenían como misión alertar al resto si llegaba la policía.
Natalia explicó que tras el llamado al 911 salieron junto a su esposo y lograron sacar a la joven de adentro del auto y la notaron en estado de shock, con la ropa interior baja y golpeada.
“No escuché gritos, la chica no gritaba, no tenía ni fuerzas para gritar”, dijo.
“Los cuatro jóvenes también estaban con los pantalones bajos, empezaron a insultarnos y nos quisieron agredir. También le pegaron a un vecino que con un teléfono celular quiso registrar lo que estaba pasando, para que exista una prueba de lo que habíamos visto. A ese vecino lo dejaron ensangrentado, tirado en el piso”, contó la testigo, quien agregó que “todos abusaron de ella, eran como animales”.
Luego, de acuerdo a su relato, los abusadores pretendieron escapar del lugar. “Dos de ellos arrastraban a la chica de los pelos y los brazos, otros dos se fueron para otro lado y los restantes se quedaron merodeando el lugar. Nosotros tratábamos de detenerlos con un palo de escoba y con un secador”, afirmó a Télam.
Efectivos de la comisaría 14A de la Policía de la Ciudad llegaron a los pocos minutos y lograron detener a los seis sospechosos a pocas cuadras del lugar, mientras que un médico del SAME auxilió a la víctima, quien permanecía en estado de shock.
Los investigadores tienen acreditado que la joven llegó hasta el lugar del abuso acompañada por uno de los detenidos, es decir que tenía algún conocimiento previo con esa persona, y que se hallaba afectada en sus movimientos posiblemente por alguna droga, dijeron las fuentes.
A pesar de su estado de semi inconsciencia, la chica le alcanzó a decir a los policías que había sido abusada y los efectivos notaron que presentaba signos de defensa.
De inmediato, se activó el protocolo para este tipo de casos y la víctima comenzó a ser asistida por un psicólogo, mientras era trasladada al Hospital Rivadavia, donde fue atendida por médicos, donde se diagnosticó que se hallaba en buen estado de salud y, luego, fue dada de alta para que sea acompañada por sus familiares.
En tanto, los jóvenes detenidos fueron trasladados a la seccional policial y se aguardaba para este miércoles que sean llevados a tribunales para ser indagados por el juez Marcos Fernández, a cargo del Juzgado Criminal y Correccional 21, acusados del delito de “abuso sexual”.
Es que los investigadores aguardaban resultados de distintos peritajes científicos en busca de ADN, para poder establecer si todos ellos participaron activamente del abuso.
De hecho, al menos dos de los apresados tenían lesiones en el rostro como arañazos, por lo que los peritos analizaron las uñas de la víctima para ver si podía extraerse algún rastro orgánico para analizar y elaborar un patrón genético y poder vincular ese ADN con el de alguno de los detenidos.
Dentro del Volskwagen, los policías hallaron marihuana, dosis de LSD y secuestraron siete teléfonos celulares, que ahora también serán peritados.
Fuentes policiales aseguraron a Télam que ninguno de los detenidos tiene antecedentes penales y solo uno de ellos vive en el barrio porteño de Villa Crespo, ya que los otros cinco son de distintas localidades del conurbano, uno de Laferrere, otro de San Miguel, de San Martín y los dos restantes de Vicente López.
Según un psiquiatra, las violaciones grupales se denuncian “muy poco”
Un médico psiquiatra dijo este martes que las violaciones grupales como la ocurrida este lunes en el barrio porteño de Palermo, y por la que hay seis detenidos, “se denuncian muy poco” porque la víctima siente “mucha vergüenza” y que son hechos que ocurren con mayor frecuencia de lo que la sociedad cree.
“Cada tanto aparecen estas violaciones grupales y mucha gente se horroriza como si fueran algo extraordinario, cuando en realidad las violaciones grupales se denuncian muy poco”, dijo esta tarde a Télam el médico psiquiatra feminista y defensor de los derechos humanos Enrique Stola.
El especialista remarcó que “tiene que quedar claro que no son cuestiones extraordinarias” y que son “un indicador de cómo se mueven con impunidad los grupos machistas en acosar y violar mujeres porque pueden hacer lo que quieren con ellas”.
“La víctima siente mucha vergüenza y ¿qué confianza puede tener en el sistema judicial?”, indicó Stola.
LG/CRM con información de Télam
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