Cómo contarles la dictadura a los más chicos: reeditan un libro con cuentos de nietos recuperados
¿Cómo contar a las infancias las historias terribles de niños secuestrados y apropiados durante la dictadura militar? La editorial independiente Calibroscopio se propuso ese desafío y así nació Quién soy - Relatos sobre identidad, nietos y reencuentros, un libro para el que armaron cuatro tándems de escritores e ilustradores que eligieron cómo contar cuatro casos de nietos recuperados.
La obra, que se publicó por primera vez hace diez años, se reeditó con ocasión de este nuevo Día de la Memoria, que se conmemora este domingo por primera vez bajo el Gobierno del libertario Javier Milei. “Cuando las dudas acerca de nuestra identidad nos subsumen como nación. Cuando se cuestiona la historia atravesada y juzgada con tanto dolor. Cuando se reviven discursos y planes económicos basados en el odio y la marginación”, señalan desde la editorial.
Quién soy abarca los relatos Manuel no es Superman, escrito por Paula Bombara e ilustrado por Irene Singer, ¿Sabés, Athos? (Iris Rivera/María Wernicke), Los hermanos (María Teresa Andruetto/Istvansch) y Querido Melli (Mario Méndez/Pablo Bernasconi).
“Reeditamos el libro porque lo consideramos una obra tan bella como necesaria para abordar y discutir; para avanzar con la memoria viva”, añaden Walter Binder y Judith Wilhelm, los responsables de Calibroscopio.
En estos diez años, el libro circuló mucho por las escuelas y ayudó a docentes a acercar este capítulo oscuro de la historia argentina a sus alumnos. Y en estos diez años se recuperaron 28 nietos, entre ellos, el de Estela de Carlotto, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, el músico Ignacio Montoya Carlotto.
Para estos relatos, los escritores escucharon e investigaron historias reales. Por ejemplo, Paula Bombara, que es a su vez también hija de un desaparecido, escribió sobre Manuel Gonçalves, cuyo padre fue secuestrado cuando aún no había nacido y su madre, cuando tenía cinco meses.
“Escribir Manuel no es Superman fue muy desafiante porque fue la primera vez que escribí un relato en el que aquel sobre el que yo estaba escribiendo iba a ser el primer lector de la historia”, cuenta a elDiarioAR. “Eso le agregaba un desafío enorme. Ser hija lo que hizo fue darle mucha confianza a Manuel. Cuando nos encontramos y le dije que era yo la persona que iba a escribir sobre su historia, él se relajó mucho. Me dijo: 'Escribí como quieras, escribí lo que quieras. Yo sé que vos entendés'. Y eso fue muy liberador para mí porque realmente yo escribí desde mi sensibilidad y después le mostré”.
Bombara le iba compartiendo los borradores a Gonçalves. “Fuimos trabajando detalles que para él eran muy importantes que yo desarrollara, como la presencia de nombres y fechas precisas a lo largo de todo el relato. Fue muy lindo trabajar también con Irene Singer todo el lenguaje visual del del cuento. Eso fue extraordinario. Ella es una artista inmensa, entonces poder juntarnos y pensar juntas qué impronta iba a tener esa imagen para mí fue también súper enriquecedor”.
La escritora, que tiene publicadas numerosas obras destinadas a las infancias, considera que para explicarles esta parte terrible de la historia a los más pequeños es importante ser honestos. “Lo más importante es la honestidad intelectual y la honestidad emocional a la hora de hablar con ellos. Depende mucho también de cuánta cercanía o lejanía tienen en la familia respecto a la dictadura y al terrorismo de Estado. En mi caso, mis hijos empezaron a hacer preguntas sobre esto siendo muy pequeños, porque faltaba el abuelo. Entonces, lógicamente, ¿por qué faltaba el abuelo? En otros casos, tal vez las preguntas aparecen ya más grandes. En todos los casos, la honestidad intelectual y emocional me parecen vitales”.
Para Bombara, de 51 años, la llegada de Milei al Gobierno supone una gran preocupación, aunque no piensa ceder en su lucha. “No voy a claudicar en mis convicciones que son básicamente que hay que seguir buscando justicia, que sigan avanzando los juicios de lesa humanidad. Mi miedo es que se agudicen las situaciones ya instaladas de injusticia social para con las infancias y juventudes. Es el segmento de la población que más me preocupa”.
“Toda mi militancia y mi trabajo está enfocado en, de algún modo, ayudar a proteger y a garantizar los derechos de las infancias y de las juventudes y por eso los elijo como interlocutores de mis obras. Y mi esperanza aparece cuando los escucho, cuando los veo, nos reímos juntos, nos damos un abrazo, les firmo sus libros, me entregan cartas y podemos charlar un rato. La fuerza y sobre todo la inmensa ternura, la inmensa ternura a la vuelta de cada encuentro con mis lectores, eso me da muchísima esperanza, muchísima fuerza”, añade.
Los otros tres relatos cuentan las historias de Jimena Vicario, cuyos padres fueron secuestrados cuando ella tenía ocho meses, la de los hermanos María Victoria y Marcelo Ruiz Dameri y la de Sabrina Gullino Valenzuela Negro, que aún busca a su hermano mellizo.
El libro incluye después de cada cuento un relato de no ficción contando cómo se trabajó cada historia. En ellos se anima a cualquier persona que tenga dudas a concurrir a Abuelas de Plaza de Mayo. “En Abuelas sabemos que la llave para seguir manteniendo viva la memoria está en la delicada y preciosa tarea de transmitir a las nuevas generaciones nuestro legado y en profundizar nuestro compromiso con las infancias y juventudes”, afirman desde la organización.
“La literatura es una de nuestras aliadas más importantes a la hora de dialogar, de modo honesto y amoroso, con la población de niños y niñas, con las y los jóvenes, y este libro, al que llamamos cariñosamente 'el Quién Soy', ha viajado con nosotras y nosotros para sumar imágenes y poesía a nuestras acciones y a nuestras ideas. La dicha de esta reedición se suma a la convicción de que en la defensa de los derechos de las infancias y las juventudes está la semilla de una sociedad más justa”.
Si tenés dudas sobre tu identidad o la de alguien que esté cerca tuyo, acercate a Abuelas. dudas@abuelas.com.ar
CRM
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