Tres libros en el corazón del siglo XX: Alfonsina Storni viajera, los inicios de Manuel Puig y un editor excepcional
Por tercera vez y con la intención de recuperar publicaciones recientes que no llegaron a tener la cobertura que merecían o, simplemente, para ofrecer una selección de libros notables a quienes estén buscando lecturas por estos días, va una nueva edición de Lecturas de verano (la primera entrega se puede leer por acá y la segunda se encuentra en este enlace).
En esta oportunidad la selección reúne textos que recuperan escenas, imágenes y personajes del siglo XX en la Argentina. Una manera de llegar al corazón de tiempos en los que se combinan todo tipo de materialidades: cartas, fotografías analógicas, manuscritos, películas, salas de cine, libros que se imprimen de a miles. Y también viajes, inquietudes y formas nuevas, sobre todo para las mujeres, de moverse en el mundo. Es esa efervescencia quedó registrada, por caminos bien diversos, en las páginas de los libros que conforman esta entrega.
1. Textos tempranos, de Manuel Puig. Un libro que da cuenta de una transición, de un material latente y poderoso. En Textos tempranos, de Manuel Puig, se recuperan dos obras de uno de los escritores más importantes de la literatura argentina del siglo XX. Se trata de dos textos tempranos rescatados por la investigadora Lea Hafner en un tomo publicado por el sello Ediciones Bonaerenses.
Después de un trabajo delicado con los papeles personales y el archivo del autor de Boquitas pintadas se logró recuperar el guión cinematográfico La tajada, que Puig escribió, según consta en su correspondencia, en 1961, y que narra la historia de una mujer que quiere abrirse camino en el mundo del espectáculo porteño.
Ubicado en el primer peronismo, el guión tiene como protagonista a Nélida, una chica que proviene de un barrio popular y que quiere dedicarse a la actuación, pese a la negativa de su familia (que no quiere que sea una bataclana) y a las dificultades que se va cruzando a medida que intenta avanzar. Se avergüenza, por un lado, de su procedencia, y al mismo tiempo anhela una transformación social moviéndose en un universo a veces hostil. Hafner señala en el prólogo del libro que se trata de un homenaje al cine de oro argentino de la década del ‘40, que el propio escritor vio en su infancia y adolescencia en General Villegas. “De alguna manera, este guión es un homenaje a un cine que ya no está, algo que sucede también en gran parte de la obra de Puig, en tanto el universo de la pantalla de su infancia parece estar dejando de ser proyectado”, apunta la investigadora.
En la segunda parte del libro se rescata El desencuentro, un texto recuperado a partir del trabajo de Hafner y de Florencia Brizuela con los manuscritos del archivo de Puig. Otra vez, un pasaje, un texto inconcluso e inédito hasta la actualidad. Aquí Puig abandona la escritura cinematográfica para intentar con la narrativa. O, mejor dicho, para encontrarse con ella e intentar una suerte de experimento, tal como comenta en otra de las cartas a su familia. Para las investigadoras, los apuntes que conforman El desencuentro podrían considerarse como un antecedente de La traición de Rita Hayworth, la primera novela del escritor.
Textos tempranos se puede descargar y leer gratis en este enlace. Salió a finales de 2023 por Ediciones Bonaerenses, una editorial pública perteneciente a la provincia de Buenos Aires. Se trata de un sello no comercial, que distribuye sus ejemplares impresos en la red de bibliotecas populares bonaerenses. Todo su catálogo está disponible para leer y descargar de manera gratuita en este enlace.
Textos tempranos, de Manuel Puig, con compilación y prólogo a cargo de de Lea Hafter, salió por Ediciones Bonaerenses. Se puede descargar de manera gratuita en este enlace.
2. Minotauro, una odisea de Paco Porrúa, de Martín Felipe Castagnet. Un libro que parece nacido del asombro, del encantamiento, del amor por otros libros. En la introducción de Minotauro, una odisea de Paco Porrúa, el escritor e investigador Martín Felipe Castagnet rescata algunas escenas juveniles de esa alucinación que se enciende en las primeras lecturas. Un docente pide a los alumnos que lean Fahrenheit 451, de Ray Bradbury y lo hace con una advertencia: “Consigan la traducción de Minotauro”. A partir de ahí, ese nombre y ese mito serán la llave para otros autores y otros textos que lo llevarían a conformar una biblioteca incipiente y poderosa. “Una buena parte de mi fascinación se asentaba una vez más en las portadas de Minotauro, de imagen brumosa y bordes dorados: otra, en la epopeya de la traducción, en resumen, en la hechura misma del libro. Esos libros no se parecían a ningún otro”, señala el autor.
Minotauro fue y es, en efecto, un sello editorial dedicado a la literatura fantástica o a la ciencia ficción con sus variantes, con sus especulaciones, con sus desvíos, que no se parecía a ninguna de sus contemporáneos. Nació en 1955, con la publicación de Crónicas marcianas, de Ray Bradbury, con prólogo de Jorge Luis Borges, por obra del editor hispano-argentino Francisco Paco Porrúa. Un hombre imparable que buscó traducir –en muchos casos él mismo lo hacía, con distintos seudónimos– y publicar en castellano libros que en algún momento pertenecieron a esos géneros de poca legitimación entre la crítica, pero que con el tiempo se convirtieron en insoslayables. Como los escritos por el propio Bradbury, o J. G. Ballard, William Golding, Anthony Burgess, Ursula K. Le Guin o J. R. R. Tolkien, entre otros.
A partir de una exhaustiva investigación, Castagnet hace un doble trabajo. Por un lado, analiza en profundidad las obras publicadas por Minotauro, los contextos en los que fueron saliendo los libros, los debates alrededor del género –¿qué era y qué no la ciencia ficción? ¿cuáles fueron sus derivas?–, la decisión de incorporar textos de autores hispanoparlantes, las distintas colecciones que tuvo y las etapas del sello desde su independencia absoluta hasta su sociedad con Sudamericana, su pata internacional y su venta final a Planeta. También hay capítulos dedicados al diseño de las portadas y las traducciones, dos aspectos en los que Porrúa fue un innovador. Con gracia, con detalles, sin caer en tecnicismos incomprensibles, el autor ofrece un material que ayuda a comprender el funcionamiento editorial de tiempos de oro para la edición argentina. Surgió como un trabajo académico y se convirtió, con esta publicación que salió por la editorial independiente Tren en Movimiento, en un material de consulta muy completo con referencias al mundo editorial y a los géneros que aborda.
Por otro lado, Castagnet emprende una segunda tarea, que tiene que ver con la biografía de Porrúa, con quien pudo hablar un tiempo antes de su muerte que tuvo lugar en 2014. El retrato se arma a partir de ese diálogo, de testimonios de quienes lo conocieron, de notas periodísticas y de textos, pero también a partir del archivo personal de Porrúa, en especial de las cartas que intercambió con buena parte de los escritores más destacados del siglo XX. De esta manera el autor recupera entonces, no solo la figura de un personaje infatigable para las letras en español, sino también una forma de circulación –de expectativas, de materialidades, de desvelos– de tiempos fantásticos y también indelebles.
Minotauro. Uno odisea de Paco Porrúa, de Martín Felipe Castagnet, salió en la colección Sentidos del libro de la editorial Tren en Movimiento.
3. Instantáneas de mundo, de Alfonsina Storni. “Como si fuera una ironía o una de esas bromas que le gustaba hacer, Alfonsina Storni necesitó, para instalarse en el campo literario y en el imaginario poético, desplazarse. Y no solo lo hizo respecto de su lugar de origen, de su entorno familiar, de su ambiente social, de las convenciones de género, sino que también lo hizo físicamente, emprendiendo, entre otros, dos viajes que fueron constitutivos e implicaron mudanzas irreductibles”, apunta la investigadora y docente Alejandra Laera en el prólogo de este libro y agrega: “La suya es, en definitiva, una historia de vida marcada por esos desplazamientos, el de los comienzos y el de la muerte. Ambos la signaron, a través de sus versos y más allá de ellos, como una mujer especial a la que reconocemos por su solo nombre: Alfonsina”.
Bajo el título Instantáneas de mundo Laera compiló un conjunto que reúne notas periodísticas, poemas, entrevistas y cartas escritas por Alfonsina Storni alrededor del viaje, en sus distintas formas. El libro incluye, entre otros materiales destacados, las transcripciones de los artículos en distintos medios gráficos donde es entrevistada y se da cuenta del pasaje que implicó haber nacido en un cantón suizo hasta instalarse en Buenos Aires y convertirse en una de las escritoras más importantes de América Latina. También hay una extensa selección de poemas dedicados a la capital argentina y al Uruguay, además de los escritos de Storni a partir de dos viajes que hizo a Europa –algunos de ellos, poemas en prosa publicados en la década del ‘20 en el diario La Nación– y a Brasil. En todos ellos aparece cierta fascinación por cómo circulan las personas –y en particular, las mujeres– por esos días, hay destellos de efervescencia, hay imágenes muy filosas en poemas memorables. Además, el libro contiene textos que la poeta escribió a partir de distintos viajes que realizó por algunas provincias argentinas. Por último, la sexta sección del libro se llama Hacia el mar y está dedicada a la atracción de la escritora por el mar y especialmente por la costa atlántica argentina. Un lugar al que volvería cada vez más frecuentemente hasta encontrar allí la muerte, en 1938.
Además del prólogo de Laera, que ayuda a poner en contexto con gran claridad la importancia de los escritos rescatados, Instantáneas de mundo también recupera fotos de la escritora, imágenes de sus cartas y material de hemeroteca con las revistas y publicaciones donde escribió o apareció Storni.
Instantáneas de mundo, de Alfonsina Storni, con selección y prólogo a cargo de Alejandra Laera, salió por Fondo de Cultura Económica.
AL/MG
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