Alemania prevé que Scholz reciba a Milei en junio pero por ahora Adorni niega que vayan a encontrarse
Javier Milei puede que siga cosechando enemigos por el mundo. Primero fueron sus pares de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de China, Xi Jinping, a cargo de la primera economía de Latinoamérica y de la segunda mundial, respectivamente. Después, el chileno Gabriel Boric y el colombiano Gustavo Petro. Ahora es con Pedro Sánchez, el presidente de España, segundo inversor extranjero en Argentina. Pronto puede ser con el también socialista Olaf Scholz, canciller (primer ministro) de Alemania, la tercera economía mundial. Por lo pronto, en el gobierno alemán prevén que a fines de junio Milei visitará a Scholz en Berlín, pero el vocero presidencial, Manuel Adorni, niega por ahora a elDiarioAR que el jefe de Estado vaya a ir a la capital alemana. Sin embargo, fuentes diplomáticas argentinas dijeron que en las últimas horas se decidió que Milei vea a Scholz. Falta la ratificación.
Lo único que confirma de momento el Gobierno es que Milei irá en junio a Alemania. Pero allí en un principio y de momento sólo tiene previsto ir a Hamburgo a recibir una medalla de la Sociedad Friedrich Von Hayek, que lleva el nombre de un economista ultraliberal austríaco. La Sociedad Hayek antes estaba dominada por economistas cercanos al Partido Liberal Democrático, que ahora gobierna en coalición con los socialdemócratas de Scholz, pero en los últimos años se retiraron del colectivo porque ganaron influencia en él los ultraderechistas de la Alternativa por Alemania (AfD). La AfD pelea el segundo puesto en las encuestas en Alemania para las elecciones del Parlamento Europeo de principios de junio y está acusada de ser nazi, ideología que está prohibida en este país. La AfD niega adherir al nacionalsocialismo de Adolf Hitler, pero promete revertir en 180 grados la política de memoria del Holocausto si llega al poder y está en contra de la inmigración que promueve Scholz y su antecesora, la democristiana (centroderecha), Angela Merkel. Pues Milei está dispuesto a recibir un galardón de estas manos, pero en apariencia no quiere ir a estrechárselas al socialista Scholz.
De confirmarse un eventual plantón del presidente argentino al canciller alemán se parecería en algo al conflicto actual con Sánchez. Milei viajó a España a participar en un acto de campaña del partido ultraderechista Vox para los comicios europeos, pero no fue a ver al presidente del Gobierno e incluso lo descalificó por socialista y porque supuestamente protege a su mujer corrupta. En el caso de Scholz, al menos no ha dicho nada por ahora de su ideología o su honestidad.
Las relaciones entre Argentina y Alemania fueron frías mientras aquí gobernaba el kirchnerismo y allá Merkel. Después hubo un acercamiento por el entusiasmo de la entonces canciller con las reformas que prometía Mauricio Macri. A partir de la crisis de 2018 y del cambio en la Casa Rosada en 2019, el vínculo volvió a enfriarse y quedó reducido casi al papel clave de Alemania como uno de los cuatro principales accionistas del Fondo Monetario Internacional (FMI), al que la Argentina fue a rogar un megacrédito. Después, el FMI, con sus directores de EE UU, Japón, China o Alemania con mayor poder de voto, debía auditar el programa económico. Pero en 2022, con la guerra de Ucrania y el desabastecimiento de gas ruso en Alemania, el nuevo gobierno que encabeza Scholz, en alianza a Los Verdes y los liberales, se acercó a la Argentina por el interés en Vaca Muerta, el litio y el hidrógeno verde, es decir, alternativas de suministro energético. Tal fue el giro que en noviembre pasado Alemania inauguró en Buenos Aires la primera oficina latinoamericana de German Accelerator, una iniciativa público privada para impulsar las startups (nuevas empresas innovadoras) de su país en el Cono Sur y también fomentar las de aquí en territorio alemán.
Alemania es el quinto origen de las importaciones de la Argentina. Además aquí están instaladas empresas como Volkswagen, Mercedes-Benz, la petrolera Wintershall Dea, las químicas Bayer y BASF, la informática SAP, la autopartista Bosch, los laboratorios Beiersdorf, Merck y Boehringer-Ingelheim, la tecnológica Siemens, la firma de indumentaria Adidas, la naviera Maersk, la aseguradora Allianz o la fabricante de maquinaria agrícola Claas.
AR/JJD
0