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Economía

Guzmán presentó un presupuesto con reducción del déficit fiscal y alza de tarifas para los hogares pudientes

Guzmán ante empresarios cordobeses a principios de septiembre.

Alejandro Rebossio

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El ministro de Economía, Martín Guzmán, presentó este miércoles, en medio de la crisis política del Frente de Todos, un proyecto de presupuesto 2022 que prevé continuar con la reducción del déficit fiscal primario (antes del pago de la deuda) del 4% del PBI, que ahora prevé en 2021, al 3,3%. En 2020, por los gastos extraordinarios de la pandemia, llegó al 6,5% y en el presupuesto 2021 se preveía recortarlo a 4,5%, pero el jefe del Palacio de Hacienda anticipó en el proyecto de 2022 que sobrecumplirá la meta del año actual, lo que constituye uno de los motivos de discusión dentro de su coalición. Hay quienes consideran que aún la economía y los ingresos de las personas necesitan refuerzos para recuperarse, pero el ministro responde que carece de financiamiento para ello y sólo podría cubrirlo emitiendo más pesos y con el consiguiente impacto en el tipo de cambio paralelo y seguidamente en la inflación.

El proyecto del presupuesto 2022 prevé además un crecimiento del 4% del PBI, una inflación del 33% y un dólar a $131,1, pero además no contempla el pago de vencimientos de capital al Fondo Monetario Internacional (FMI), por lo que da por descontado que se arribará a un acuerdo que refinancie el préstamo récord asumido por el gobierno de Mauricio Macri. La iniciativa de Guzmán anticipa además un incremento real del gasto social y una reducción de los subsidios energéticos, lo que conllevará aumentos de tarifas, los mismos que este año le frenó la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

El presupuesto para el próximo año ingresó minutos antes de la medianoche del miércoles al jueves al Parlamento para su tratamiento, tras la firma del presidente Alberto Fernández y de Guzmán, y sus estimaciones anticipan el esquema de políticas macroeconómicas, fiscal y cambiarias asociadas que pretende llevar adelante el gobierno nacional. Entre los supuestos del proyecto se destaca que la economía crecerá en 2022 un 4%, la mitad de lo previsto para este año, pero el doble de lo que estiman los bancos y las consultoras. Si se cumple lo previsto por Guzmán, se mejorará el nivel de actividad de la prepandemia, ya que terminará de compensar la retracción del 9,9% del año pasado.

En cuanto a la inflación para el próximo año, el Ministerio de Economía la estimó en 33%, pero lo más llamativo es que reconoció que en 2021 alcanzará un 45%, lejos del 29% que pretendía en un principio. Las proyecciones para el próximo año se complementan con alzas en el consumo privado del 4,6%, del consumo público del 3,1%, de la inversión del 6,6%, con una mejora de las exportaciones del 7,5% y de las importaciones del 9,4% para un saldo comercial de US$ 9.300 millones y con un tipo de cambio nominal de $131,1 por dólar para diciembre de 2022.

Fuentes del gobierno nacional explicaron que de esta manera la economía estaría en la vía de la “doble recuperación” que llevaría a la actividad a fines de 2023 a niveles similares de PBI previo a la crisis macroeconómica de la gestión Cambiemos en 2018, es decir, del último trimestre de 2017. El trabajo contempla la actualización del escenario 2021 que, de acuerdo con las “proyecciones presupuestarias conservadoras” preveía para este año un crecimiento de 5,5% del PBI, pero que ahora se ratifica crecerá en torno al 8%, con el consumo privado de un 9%, consumo público 5,2% y la inversión 31,1%.

A la vez, el cierre fiscal actualizado prevé para 2021 un tipo de cambio oficial que alcanzará, según lo previsto, los $102,4, así como un aumento de las exportaciones del 12,2%, con un saldo comercial de 12.876 US$ millones. En cuanto a la evolución de los salarios formales, el Gobierno entiende que el sueldo real (ajustado por inflación) continuará recuperándose: en el mes actual alcanza una mejora del 2,2% y se apunta a un crecimiento del 4% interanual para todo 2022. Se reconoce que habrá aún dificultades con los ingresos informales afectados por la heterogeneidad de la recuperación.

En cuanto a las definiciones de la política fiscal, el proyecto prevé un escenario para 2021 de un déficit fiscal financiero (después de pago de intereses de la deuda y antes de las amortizaciones de capital) del 5,4%, pero con la aclaración de que hay partidas subejecutadas que buscarán acelerarse en lo que resta del actual período mediante un conjunto de medidas que se anunciarán en breve. Para apuntalar la recuperación de la economía, Guzmán considera necesaria corregir esa ejecución menor a la presupuestada para fortalecer la demanda.

Así para 2022, se plantea un resultado financiero del 4,9%, algo mucho menor de lo que sería sino se hubiera concretado la reestructuración de la deuda con el sector privado en 2020 y que explica el nivel de reducción del rojo junto a la recuperación de los ingresos fiscales. Este déficit del 4,9% se financiará con una combinación del crédito y financiamiento del Banco Central -que para 2021 será de 3,6% del PBI pero que para el próximo año se reducirá al 1,8%, es decir, a la mitad- en tanto que los títulos públicos aportarán un 2% del producto. Se consolida así, a criterio del Ministerio de Economía, una política fiscal más apropiada para la recuperación económica con un financiamiento en pesos en el mercado de capitales y mayor dinamismo productivo, mejora infraestructura pero al mismo tiempo fortaleciendo la capacidad del Estado y las condiciones que dan lugar a la estabilidad macroeconómica.

En cuanto al desagregado de los distintos tributos se prevé una mejora sustancial en términos reales con una inflación al 33%, en buena medida asociada a una recuperación de la actividad económica que impacta en ítems como Ganancias, IVA o los tributos de la seguridad social. En cuanto al gasto se explica el conjunto de pilares estratégicos en los cuales el Estado juega un rol clave: la infraestructura, la salud, la educación, la ciencia y la educación y las políticas de protección social activa con perspectiva de género en un contexto de dificultades.

Como reseña, los gastos en infraestructura se incrementan a 2,4% del PBI; en salud, al 0,65%; en educación, al 1,2%; en ciencia, al 0,31% y el presupuesto de “inclusión social activa” llegará 1,22%. Finalmente, en materia de subsidios energéticos se proyecta un gasto sobre producto de 1,5%. Esto supondría ajustarlos a la mitad de lo previsto por consultoras para 2021.

Las fuentes del Ministerio de Economía señalaron que la Resolución 46 de incentivo a la producción de gas que dispuso la gestión Cambiemos caduca en 2022 y, al haber un Plan Gas con un valor vigente mucho más bajo, reducirá automáticamente los subsidios al 1,8% del producto. Pero, adicionalmente, se buscará llegar a un nivel de subsidios de 1,5% sobre el PBI mediante la segmentación de las tarifas que analiza a través de la Secretaría de Energía.

AR con información de la agencia Télam.

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