Las cinco claves de una segunda vuelta atípica: Colombia elige un presidente entre dos outsiders
Para entender la jornada electoral decisiva del domingo 19 colombiano, cinco claves mayores:
1. Los candidatos
Gustavo Petro, ex alcalde de Bogotá, senador y aspirante recurrente en la carrera electoral que compite por el Pacto Histórico. Fue el candidato más votado en la primera vuelta del 29 de mayo, en la que consiguió 8.527.768 votos (el 40,32 %). Tiene por delante la tarea de llevar a la izquierda al poder por primera vez en la historia de Colombia.
A él se enfrenta Rodolfo Hernández, empresario de la construcción, multimillonario y exalcalde de Bucaramanga, quinta ciudad del país, que consiguió 5.953.209 votos (el 28,15 %). Con un discurso de forma populista y doctrina libertaria basado en promesas de lucha contra la corrupción, su objetivo es sacar a los políticos corruptos que, según dice, llevan gobernando toda la vida.
2. Las candidatas
Pase lo que pase el domingo, Colombia tendrá el 7 de agosto, cuando el nuevo gobierno asuma, su primera vicepresidenta afrocolombiana. Ya que las compañeras de fórmula de Petro y de Hernández, Francia Márquez y Marelen Castillo, respectivamente, comparten un mismo origen afrodescendiente.
Márquez es una reconocida activista y abogada de una de las zonas más golpeadas por el conflicto armado, que ha sabido atraer y representar el descontento social de las calles.
Castillo era una 'perfecta desconocida', políticamente hablando. Nadie sabía quién era en política hasta que el “ingeniero” la llamó para formar parte de su campaña, a la que pretende aportar su experiencia como profesora y académica, además de influir con sus valores católicos.
3. Una votación ajustada
Todas las encuestas coinciden en que, gane quien gane, lo hará de forma ajustada, ya que ningún sondeo otorga a uno de los dos candidatos una victoria clara a juszgar por la declarada intención de voto.
Hernández, que fue la sorpresa de la primera vuelta después de su pronunciado ascenso en las encuestas en la última semana de mayo, no ha sabido mantener esa tendencia creciente e incluso ha decrecido un poco en las preferencias.
Petro vio por primera vez, justo después de la primera vuelta, un sondeo que no lo declaraba favorito para quedarse con la presidencia. Ha sabido mantener sus votos, e incluso crecer algo en la tendencia, a posteriori. Sin embargo, está por verse si conseguirá los 1,5 millones de votos adicionales que dice que necesita para llegar a la Casa de Nariño.
4. El sistema electoral
Un total de 39.002.239 votantes (20.111.908 mujeres y 18.890.331 varones) cuantan con documentos para votar en los 12.263 centros de votación instalados en todo el país por la Registraduría, de los cuales 5.174 corresponden a las áreas urbanas, y 7.089 a las rurales.
También hay 1.343 mesas distribuidas en 250 puestos de votación de 67 países para que sufrague el padrón de 972.764 registros habilitados para el voto exterior. La votación en las embajadas y consulados del extranjero comenzó el pasado lunes y finaliza este domingo.
En esta segunda vuelta gana quien obtenga la mayoría simple. En el improbable caso de que consigan exactamente la misma cantidad de votos, la decisión se tomará al azar, sacando una papeleta de una urna, según el Código Electoral.
El sistema de recuento rápido colombiano suele ser muy eficaz. Los primeros resultados podrían conocerse a las pocas horas del cierre de los colegios electorales, que abren a las 8:00 horas y cierran a las 16:00.
5. El voto en blanco y la abstención
La boleta única electoral colombiana incluye un casillero que es posible marcar para dejar constancia de que se vota en blanco. La previsión tipográfica ha demostrado no ser inútil, porque en las últimas citas electorales el número de votantes que decidía hacer explícito que concurría a votar, y que sin embargo no votaba con nadie, ha venido en aumento.
En el balotaje, la votación en blaco desempeña un papel simbólico, o neutral. El voto en blanco hacce coincidir en su expresión los opuestos de de la participación (presencia ante la mesa de votación) y de la abstención (no cuenta en el número de los resultados).
En la primera vuelta presidencial, en cambio, puede ser decisivo, según la legislación electoral colombiana. En ese país de ciclista, una 'masa crítica' de votos en blanco puede forzar una repetición electoral.
Una 'masa crítica' de votantes de centro, que en la primera vuelta votaron por el candidato centrista Sergio Fajardo, es probable que se decanten por votar en blanco.
También es posible que una masa del voto de derecha se drene al casillero del voto en blanco. Lo harán quienes no hayan visto su proyecto tradicional de país representado en ninguna de las dos candidaturas del cambio. Una y otra les producen igual rechazo o decepción, aunque por motivos antagónicos entre sí. Aunque otra masa, seguramente más importante, del electorado liberal y conservador sufragará en contra de Gustavo Petro, e incluso a favor de Rodolfo Hernández. .
Un jugador fundamental será la abstención. En 2018, cuando resultó elegido el candidato del uribista Centro Democrático, el actual presidente Iván Duque, casi la mitad del padrón electoral, un 47 %, decidió no votar. En el anterior e histórico Plebiscito por la paz, en 2016, la abstención alcanzó el 62 %: esta fue una de las más poderosas razones para determinar la victoria del NO al acuerdo con las FARC que buscaba ser la vitrina internacional de otro presidente también heredero de Álvaro Uribe, su ex ministro Juan Manuel Santos.
Como ocurrió el domingo 29 de mayo con primera vuelta, el lunes después de este domingo 19 de junio es feriado nacional en Colombia. Esto puede influir en los números de la participación. Habrá que evaluar con tranquilidad si esta circunstancia es una influencia que obra a favor de la asistencia, o en su contra. Porque en mayo, la participación, de un 45% del electorado, fue la más baja de los últimos 20 años.
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