Nueva y masiva manifestación en Israel contra reforma judicial de Netanyahu
Decenas de miles de israelíes volvieron hoy a manifestarse contra la reforma judicial impulsada por el gobierno derechista de Benjamín Netanyahu, en el marco de un masivo movimiento de protesta que este jueves se extendió al aeropuerto internacional de Ben Gurión y al principal puerto del país en Haifa.
Las protestas contra la polémica iniciativa, que busca otorgar más poder al Ejecutivo en detrimento de la Justicia, se ampliaron este jueves a más frentes, abarcando aire, mar y tierra y en lo que los organizadores describieron como “una jornada de resistencia contra la dictadura”.
Los asistentes se desplegaron desde temprano en distintos puntos del país, incluyendo en el principal puerto mercante, en la ciudad de Haifa, al norte de Israel.
Allí, una flotilla de reservistas de la Marina bloquearon el tráfico marítimo, argumentando que “en una dictadura, el mar está cerrado”, en lo que representa la primera protesta en el mar desde que comenzaran las manifestaciones.
Como ya se ha hecho costumbre desde el inicio de las protestas hace diez semanas, los manifestantes se concentraron en instituciones educativas y políticas en distintas ciudades y bloquearon múltiples carreteras a lo largo y ancho de Israel, incluyendo la arteria principal de Tel Aviv, la autopista Ayalon.
Durante estos cortes, se registraron enfrentamientos con la Policía y al menos 15 manifestantes fueron arrestados.
Tel Aviv, corazón financiero del país, volvió a ser el epicentro de las protestas, que contaron con la presencia ya habitual de grandes grupos de trabajadores de empresas de alta tecnología, a los que se sumaron cientos de activistas LGTBI, quienes alertan desde hace tiempo que la reforma judicial afectará especialmente a las minorías de Israel.
Este jueves, sin embargo, una de las manifestaciones más importantes e inusuales tuvo lugar en el aeropuerto internacional de Ben Gurión, en las afueras de Tel Aviv.
Durante varias horas, un flujo permanente de manifestantes obstaculizó el acceso al aeropuerto con sus vehículos, con el fin de impedir la partida del primer ministro, Benjamín Netanyahu, rumbo a Italia para una visita oficial.
“Tenemos que proteger la democracia aunque tengamos que bloquear todo el país, porque nos negamos a ser ahogados por una dictadura”, dijo Raúl Rodríguez, residente de Tel Aviv de 63 años nacido en Uruguay.
“Queremos que Netanyahu se vaya y no regrese a Israel, aquí nadie lo quiere, solamente la Policía”, agregó, en alusión al juicio por corrupción que enfrenta el mandatario, acusado de fraude, cohecho y abuso de confianza en tres casos distintos.
Debido a las protestas en el aeropuerto, el primer ministro debió acudir en helicóptero para abordar su vuelo rumbo a Roma, donde tiene previsto reunirse con su homóloga italiana, la ultraderechista Giorgia Meloni.
“Haremos todo lo posible para evitar la interrupción de la vida de los ciudadanos del país y no permitiremos que nadie perturbe la democracia israelí y cancele la decisión de la mayoría”, dijo Netanyahu antes de volar a Italia.
“La cuestión aquí no es la reforma judicial en absoluto. El objetivo aquí es derrocar a un gobierno elegido democráticamente hace apenas unos meses y llevar a cabo nuevas elecciones”, denunció el mandatario, quien antes de despegar mantuvo un encuentro con el secretario de Defensa de EEUU, Lloyd Austin.
Austin llegó hoy para una visita oficial y, debido a la gran concentración de manifestantes en carreteras del centro del país, se vio obligado a mantener sus reuniones, con Netanyahu y con el ministro de Defensa, Yoav Galant, en las inmediaciones del aeropuerto.
En sus declaraciones, el primer ministro hizo referencia a las negociaciones con la oposición sobre el texto de la reforma judicial y destacó que “continúan los esfuerzos para tratar de llegar a un entendimiento, pero hasta ahora todos estos esfuerzos se han topado con un rechazo general y total por parte de la oposición y con intentos por sumergir al país en la anarquía”.
El presidente israelí, Isaac Herzog, anunció esta semana que sus intentos de mediación están “más cerca que nunca” de alcanzar un acuerdo que permita llevar a cabo una reforma consensuada, en lugar de la propuesta del gobierno de Netanyahu y sus socios ultrderechistas y ultraortodoxos.
La propuesta original, que continúa avanzando en el Parlamento, incluye proyectos como la denominada “cláusula de anulación”, que permitiría a una mayoría simple de diputados derogar fallos emitidos por el Supremo.
También están incluidas iniciativas que otorgarían al Gobierno control total sobre el nombramiento de los jueces, además de permitir que cargos políticos ocupen los puestos de asesores legales en los ministerios.
Los manifestantes, que cuentan con el apoyo de referentes de la economía, la justicia, la cultura y cada vez más reservistas del Ejército, rechazan esta iniciativa al considerar que erosionaría la separación de poderes y debilitarían las bases de la democracia israelí.
EFE
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