El caso del globo espía de China encontrado en EEUU: ¿qué son y por qué se usan todavía?
El jueves, el Pentágono informó de que estaba rastreando un globo espía chino que sobrevolaba Estados Unidos. Puede que no tengan el mismo misterio que rodea a una cámara escondida en un ojal o al arsénico escondido en un diente, pero los globos espía se han utilizado durante siglos y, según los expertos, es probable que su uso aumente en el futuro.
¿Qué ha ocurrido en EEUU?
Un presunto globo espía chino ha estado sobrevolando Estados Unidos durante un par de días, según han informado las autoridades estadounidenses, justo antes de un viaje previsto a Pekín por el Secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken.
Los aviones de combate se pusieron en alerta, pero los jefes militares desaconsejaron al presidente Joe Biden que ordenara disparar al globo por temor a que los restos pudieran suponer una amenaza para la seguridad, consejo que Biden aceptó, según funcionarios estadounidenses.
“El globo está viajando actualmente a una altitud muy por encima del tráfico aéreo comercial y no representa una amenaza militar o física para las personas en tierra”, ha señalado el Pentágono en un comunicado.
Más tarde, el jueves, la Defensa Nacional de Canadá emitió un comunicado en el que decía que estaba supervisando un “posible segundo incidente”.
¿Qué son los globos espía?
Un globo espía es un equipo de espionaje, por ejemplo una cámara, suspendido debajo de un globo que flota sobre una zona determinada y es transportado por las corrientes de viento. El equipo acoplado a los globos puede incluir un radar y funcionar con energía solar.
Los globos suelen volar a entre 24.000 y 37.000 metros de altura, muy por encima del tráfico aéreo comercial (los aviones casi nunca vuelan por encima de los 12.000 metros).
¿Por qué utilizar globos espía en lugar de satélites?
“Durante las últimas décadas, los satélites han sido dominantes. Los satélites eran la respuesta”, afirma John Blaxland, profesor de seguridad internacional y estudios de inteligencia en la Universidad Nacional de Australia y autor del libro Revealing Secrets.
Pero ahora que se están inventando láseres o armas cinéticas para apuntar a los satélites, ha resurgido el interés por los globos. No ofrecen el mismo nivel de vigilancia persistente que los satélites, pero son más fáciles de recuperar y mucho más baratos de lanzar. Para enviar un satélite al espacio se necesita un lanzador espacial, un equipo que suele costar cientos de millones de dólares.
Los globos también pueden escanear más territorio desde una altitud menor y pasar más tiempo sobre una zona determinada porque se mueven más despacio que los satélites, según un informe de 2009 para el Air Command and Staff College de las fuerzas aéreas estadounidenses.
¿Cuándo se utilizaron por primera vez?
Los globos espía se utilizaron por primera vez en la década de 1860, durante la guerra civil estadounidense, cuando los hombres de la Unión que viajaban en globos aerostáticos, con los prismáticos preparados, intentaban recabar información sobre la actividad de los confederados a mayor distancia. Enviaban señales en código morse o con un “trozo de papel atado a una piedra”, explica Blaxland.
Estados Unidos ha recuperado la idea en los últimos años, pero ha tendido a utilizar globos sólo en territorio estadounidense. “En la atmósfera de otro país hay que pedir permiso”, afirma Blaxland. “Si vas a hacerlo [sin permiso], entonces espera que no sea bien recibido”.
El propio Pentágono dijo en su breve declaración del viernes que: “Se han observado anteriormente casos de este tipo de actividad con globos en los últimos años”.
Craig Singleton, experto en China de la Fundación para la Defensa de las Democracias, ha declarado a Reuters que este tipo de globos habían sido ampliamente utilizados por Estados Unidos y la Unión Soviética durante la Guerra Fría y que eran un método de bajo coste para recabar información de inteligencia.
¿Por qué China los está utilizando?
Blaxland cree que es poco probable que los chinos no esperaran ser descubiertos: ser descubiertos era probablemente el objetivo, con dos resultados en mente. La primera razón por la que se lanzó el globo, en su opinión, fue para avergonzar a EEUU y mucho mejor si se captaba alguna información de inteligencia por el camino.
“Es difícil imaginar cómo pudieron pensar que no sería detectado. El espacio aéreo estadounidense está muy estudiado por las autoridades de aviación civil, las fuerzas aéreas, las fuerzas espaciales y las redes meteorológicas de Estados Unidos.
La segunda razón es que Estados Unidos sea consciente de que China ha estado siguiendo en secreto su tecnología y replicándola. “Las agencias de seguridad chinas son expertas en copiar comportamientos. Son muy buenos estableciendo qué tecnología es y luego tratando de replicarla”, dice Blaxland.
Es un caso de “todo lo que vosotros podéis hacer, nosotros podemos hacerlo mejor”, y es “sólo la punta del iceberg”, dice Blaxland. El espionaje chino se produce “a escala industrial”, con pequeños fragmentos de información recopilados y transmitidos de innumerables maneras. Juntos, forman imágenes detalladas.
El analista de seguridad Alexander Neill, con sede en Singapur, ha declarado a Reuters que, aunque el globo probablemente suponga una nueva irritación para los lazos entre China y Estados Unidos, probablemente tenga un valor de inteligencia limitado en comparación con otros elementos de los que dispone el modernizado ejército chino.
“China tiene su propia constelación de satélites espías y militares, que son mucho más importantes y eficaces para vigilar a Estados Unidos, por lo que creo que es razonable suponer que la adquisición de inteligencia no es enorme”, afirma Neill, que es miembro adjunto del thinktank Pacific Forum de Hawai.
¿Qué podemos esperar en el futuro?
“No hay límite para el tipo de tecnología que se puede colocar en la parte inferior del globo”, afirma Blaxland.
“De lo que se trata es de llegar más alto. Los estrategas y los militares hablan de dominar el terreno más elevado. Y en esta época, ha sido el espacio. Ahora que el espacio está tan congestionado y disputado y es tan vulnerable, ese dominio subespacial, el dominio atmosférico superior, ha desarrollado una utilidad y una importancia totalmente nuevas para la vigilancia y el espionaje internacionales que creíamos superadas y que, obviamente, ha vuelto al centro del escenario”, afirma.
Traducción de Celia Broncano.
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