El Senado brasileño contradijo al Tribunal Supremo y aprobó un proyecto de ley que limita los derechos de los indígenas
Después de que el Tribunal Supremo de Brasil emitiera la semana pasada un fallo calificado por los activistas como victoria histórica para los habitantes originarios de este país, el Senado aprobó este miércoles un proyecto de ley que limita el derecho a la tierra de las comunidades indígenas. Se trata de un texto impulsado por grupos de la ultraderecha que defienden los intereses de poderosos empresarios del campo.
El proyecto le da fuerza de ley al “marco temporal”, una tesis rechazada por el Supremo la semana pasada con una mayoría de nueve votos a favor y dos en contra, que limita los derechos de los indígenas a las tierras que ocupaban al día 5 de octubre de 1988, cuando fue promulgada la actual Constitución brasileña.
Los grupos de defensa de los derechos indígenas habían denunciado “la trampa del marco temporal”, respaldada por la agroindustria que “sostenía que los pueblos indígenas que no pudieran demostrar que estaban en sus tierras el 5 de octubre de 1988, fecha de la firma de la Constitución Federal, no tendrían derecho a la demarcación de sus territorios”, tal y como explicaba la ONG Survival International.
Los activistas también habían advertido de que el “marco temporal” podía terminar con decenas de reclamos legítimos de delimitación de tierras indígenas, de grupos que ya habían sido desalojados de sus tierras ancestrales o cuya presencia aún no había sido reconocida en la fecha límite. Muchos grupos indígenas fueron expulsados de sus tierras ancestrales durante los 21 años de dictadura militar brasileña, que finalizó en 1985.
Un fallo histórico
Tras el fallo “histórico”, se vivieron escenas emotivas frente a la sede del Tribunal Supremo en Brasilia, después de que los magistrados se pronunciaran mayoritariamente a favor de los derechos de los indígenas. Algunos activistas lloraban de alegría, otros bailaban. “Viva la resistencia indígena”, escribió en X (antes Twitter) Eloy Terena, abogado indígena y secretario ejecutivo del recién creado Ministerio de Pueblos Indígenas de Brasil. Escenas similares se repitieron en toda la región amazónica, donde viven cerca de la mitad de los 1,7 millones de ciudadanos indígenas de Brasil.
Es “una victoria de la lucha, una victoria de los derechos, una victoria de nuestra historia”, dijo en X la diputada indígena Célia Xakriabá. “Brasil es territorio indígena y el futuro es ancestral”. También la ministra brasileña de Pueblos Indígenas, Sônia Guajajara, había celebrado ese “gran logro”, fruto de años de lucha y protestas.
Sin embargo, la alegría duró apenas una semana. Este miércoles, el Senado brasileño aprobó con carácter de “urgencia” el texto central de un proyecto impulsado por los grupos más conservadores, que rechazan la decisión del Supremo por su contenido y también con el argumento de que el Poder Judicial “usurpó” las competencias del Legislativo.
El proyecto de ley fue aprobado con 43 votos a favor y 21 en contra por el pleno del Senado, donde todavía el conservadurismo tiene influencia frente al Gobierno del progresista Luiz Inácio Lula da Silva.
Bolsonaristas contra Lula
El relator del proyecto sobre el “marco temporal”, Marcos Rogério Brito, afirmó que “la competencia del Supremo es clara en la Constitución, pero es tan clara como lo es la competencia del Poder Legislativo”. Al mismo tiempo, negó que ese proyecto sea un “desafío” al Supremo o que pueda provocar un eventual conflicto institucional, según la Agencia EFE.
Por su parte, el líder del grupo oficialista en el Senado, Randolfe Rodrigues, aseguró que “será vetado por el presidente Lula”. En ese caso, el texto pasaría de nuevo al Congreso, que puede revertir el veto del jefe de Estado.
En el Tribunal Supremo, sólo dos magistrados apoyaron la tesis del “marco temporal”: Kassio Nunes Marques y André Mendonça. Ambos fueron nombrados por el expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro, a quien los activistas acusan de desencadenar un asalto histórico contra los territorios indígenas con el desmantelamiento de las agencias de protección y con su retórica en contra de los pueblos indígenas y del medioambiente.
Mendonça, antes de ser nombrado juez del Tribunal Supremo, había sido ministro de Justicia de Bolsonaro.
Por su parte, la juez Cármen Lúcia Antunes Rocha afirmó al votar en contra del marco temporal: “Estamos velando por la dignidad étnica de un pueblo diezmado y oprimido durante cinco siglos de historia”. La magistrada indicó que la sociedad brasileña tiene una “deuda impagable” con los pueblos indígenas del país.
Survival International celebró la semana pasada la derrota de lo que calificó como intento de “legalizar el robo de enormes extensiones de tierras indígenas”. Según el grupo, decenas de tribus salvajes podrían haber sido aniquiladas si hubieran triunfado tales esfuerzos.
“Este es un momento histórico: una gran victoria para los pueblos indígenas de Brasil y una derrota masiva para el sector del agronegocio. El marco temporal es un intento de legalizar el robo de miles de hectáreas de tierras indígenas. Los pueblos indígenas de todo el país podrían haber sufrido un impacto catastrófico, incluidos los kawahivas no contactados y miles de indígenas guaraníes”, indicó la directora de investigación y defensa de Survival, Fiona Watson.
“Esta iniciativa formaba parte del brutal ataque contra los pueblos indígenas de Brasil y la selva amazónica que impulsaron el expresidente Bolsonaro y sus secuaces, por lo que este rechazo es sumamente importante, no solo para los pueblos indígenas, sino también para la lucha global contra el cambio climático”, agregó. Ahora, el Senado abrió un nuevo frente en esa lucha.
Esta pieza fue traducida por Emma Reverter y actualizado por elDiario.es
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