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Ola ultra en Europa

Victoria histórica de la ultraderecha en elecciones regionales en Alemania, debacle para el gobierno de coalición

El líder de la AfD, Björn Höcke, habla en un acto electoral detrás de una bandera alemana con la Cruz de Hierro.

Frederic Schnatterer

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La debacle para el gobierno de coalición alemán es casi absoluta. Aunque “sólo” hayan sido elecciones regionales las que se celebraron este domingo en los “Länder” Turingia y Sajonia, sus consecuencias podrían ir mucho más allá. La misma noche del domingo ya se escucharon las voces de quienes pidieron la dimisión del gabinete del canciller Olaf Scholz y la celebración de nuevas elecciones generales.

En el futuro, los partidos que por ahora están gobernando en Berlín –los socialdemócratas del SPD, los verdes y los liberales del FDP– no jugarán ningún papel importante en los parlamentos regionales de Turingia y Sajonia. Es más: el FDP no entra ni siquiera en ninguno de los dos “Landtage”, dado que sus resultados son inferiores al 5% necesario para obtener representación parlamentaria en Alemania.

Los Verdes con el 3,2% quedaron fuera de la cámara de Turingia mientras en Sajonia lograron representacion con el 5,1%. El partido de Scholz, el SPD, aseguró representación parlamentaria en los dos Länder con resultados muy poco por encima del 5%. El resultado del 6,1% en Turingia significa el peor resultado en la historia desde la fundación de la República Federal Alemana en el 1949 para los socialdemócratas.

La gran ganadora de las elecciones de este domingo es la ultraderecha, representada por el partido Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en aleman). En Turingia obtuvo el primer puesto con el 32,8% de los votos. La ventaja hasta los demócratas cristianos del CDU, la primera fuerza opositora en el parlamento alemán, es de casi 10%. En Sajonia, los ultras con el 30,6% de los votos quedaron detrás del CDU a poco más de un porciento del CDU. El el Land, los crisdemócratas actualmente gobiernan en coalición con los verdes y los socialdemócratas.

El otro ganador de las elecciones es el Bündnis Sahra Wagenknecht (BSW). La agrupación formada por exparlamentarios de Die Linke (La izquierda) a finales del año pasado y liderado por Sahra Wagenknecht logró obtener el tercer puesto tanto en Turingia (con el 15,8%) como en Sajonia (con el 11,8%). El nuevo partido, que en las elecciones europeas fue votado por el 6,2% del electorado, se pronuncia a favor de un estado de bienestar mientras critica el apoyo militar del gobierno alemán a Ucrania y las sanciones hacia Rusia. Últimamente también tomaron fuerza posturas antimigratorias y en contra de los derechos de personas LGTBI.

El partido Die Linke, en cambio, sufrió una derrota sin precedentes. En Turingia, actualmente el único de los 16 Länder alemanes en el que está gobernando, cayó del 31 al 12% de los votos. En Sajonia, históricamente una de las regiones donde más apoyo tuvo el partido, obtuvo menos del 5%. Fue sólo gracias a ganar dos mandatos directos en la ciudad de Leipzig que Die Linke seguirá con representación parlamentaria en el futuro. Hace tan solo dos semanas los dos dirigentes del partido habían anunciado su dimisión de la presidencia, dado los malos resultados electorales en las últimas elecciones. Es de esperarse que ahora más que nunca se abrirán debates feroces sobre el futuro de la formación.

El dato más importante de este domingo es el triunfo de la AfD, justo 85 años después de la invasión de la Alemania nazi a Polonia que el 1 de septiembre del 1939 dio inicio a la Segunda Guerra Mundial. Es la primera vez en la historia de la Alemania posguerra que un partido de extrema derecha gana unas elecciones regionales. En Turingia, el AfD con su lider Björn Höcke representa a los sectores más radicales del partido. En el pasado hubo diversos escándalos por actitudes negacionistas en las que políticos del partido reivinidicaron el nazismo.

A pesar de sus buenos resultados es improbable que la AfD logre gobernar en Turingia o Sajonia. En teoría los crisdemócratas persiguen una política de “no-cooperación” con los ultras. Los otros partidos también mantienen el así llamado “cordón sanitario”. En el caso de la CDU esta postura se pondrá a prueba ahora dado a que en los dos Länder las opciones de coalición son escazas. Tanto en Sajonia como en Turingia parece ser imposible crear un gobierno sin el BSW, la nueva fuerza de Sahra Wagenknecht que en temáticas como la guerra en Ucrania tiene posturas opuestas.

Tanto Turingia como Sajonia se encuentran en el este de Alemania y hasta la reunificación en el 1990 formaron parte de la República Democrática de Alemania (RDA), el lado socialista. Después de la caída del muro de Berlín sufrieron una desindustrialización sin precedentes y una migración masiva hacia la Alemania occidental. Además, el este es una de las regiones que más sufre las consecuencias de las sanciones contra Rusia que la Unión Europea instaló después de la invasión a Ucrania.

La noche del domingo la copresidenta de la AfD, Alice Weidel, en el canal de televisión ARD aseguró que su formación quiere gobernar el Turingia. Además subrayó que “los resultados de hoy son también un castigo para el gobierno de Berlín”. “La coalición debería preguntarse si puede seguir gobernando. A más tardar con las elecciones de Brandeburgo (otro Land del este de Alemania donde se celebrarán elecciones el 22 de septiembre), también debería plantearse unos nuevos comicios”, agregó.

Los representantes de los partidos de coalición del gobierno alemán descartaron esa posibilidad.

DM/FS

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