¿Por qué el Senado no debe designar a Ariel Lijo como juez de la Corte Suprema?

En marzo de 2024, Javier Milei propuso como candidato para ocupar una de las vacantes en la Corte Suprema de Justicia de la Nación al actual juez en lo Criminal y Correccional Federal, Ariel Oscar Lijo. A partir de su postulación numerosos actores de los más diversos sectores, incluyendo organizaciones de la sociedad civil a nivel local e internacional, diputados y diputadas nacionales y provinciales, integrantes de la academia, asociaciones empresariales, entre otros, manifestaron su rechazo por la propuesta. Incluso, ante la falta de espacios robustos de participación ciudadana, la sociedad civil organizó su propia audiencia pública para manifestar sus opiniones sobre la futura conformación de la Corte.
Recordemos que la Corte Suprema es el máximo órgano judicial de Argentina y la última instancia para la resolución de conflictos. Sus integrantes tienen un rol fundamental a la hora de garantizar el respeto de la Constitución Nacional y las leyes de nuestro país, evitar abusos de poder y establecer los alcances de los derechos de las personas.
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A partir de la presentación del dictamen para la designación de Ariel Lijo ante la Comisión de Acuerdos y el eventual tratamiento del pliego esta semana en el Senado, resulta necesario volver a poner sobre la mesa los motivos por los cuales el candidato no debe ser confirmado en el cargo.
1) Recaen sobre él serios cuestionamientos por falta de independencia
Garantizar la independencia judicial implica que las y los jueces no solo deben estar libres de conexiones políticas e influencias inapropiadas, sino que además deben tener una apariencia de independencia. Ariel Lijo cuenta con numerosas sospechas de su vínculo con el poder, alimentadas por la extensa duración de las causas de corrupción en las que investiga funcionarios públicos y empresarios y en las que prácticamente no se han impuesto sanciones penales. Según datos del Poder Judicial, hasta abril de 2024 el juez contaba con 13 causas de corrupción en etapa de investigación hace más de 10 años, 3 de ellas abiertas hace más de 15 años.
2) No cuenta con un desempeño destacado como juez
A lo anterior se suma que en el ejercicio de funciones como juez, Lijo no solo no se ha destacado, sino que ha demostrado ser cuanto menos ineficiente. Según datos recopilados por el Centro de Información Judicial, actualizados a abril de 2024, ha tramitado un total de 89 causas de corrupción, de las cuales 26 están en etapa de instrucción. 13 de las causas abiertas se encuentran en esta instancia hace más de 10 años. Además, sólo ha elevado 14 causas a juicio oral, siendo el cuarto juez penal federal que menos casos elevó de los que recibió (15,7%).
3) Profundiza la desconfianza en el sistema de justicia
En el último informe de Latinobarómetro de 2023 surge que una de las instituciones en la que menos confía la ciudadanía argentina es el Poder Judicial. Elegir al segundo juez más denunciado ante el Consejo de la Magistratura no hará más que perpetuar esta desconfianza. Ariel Lijo fue denunciado 34 veces por mal desempeño y presuntos delitos en el ejercicio de sus funciones y si bien no fue sancionado, las acusaciones realizadas ante el Consejo no concluyeron mediante procedimientos públicos y transparentes que permitieran concluir que estaban infundadas. De hecho, varios de los expedientes se cerraron sin siquiera haber ordenado medidas de prueba. También fue denunciado penalmente por asociación ilícita, lavado de activos y soborno, y aunque tampoco fue condenado, existen cuestionamientos sobre los motivos por los que se cerró dicha causa.
4) No cuenta con antecedentes académicos y profesionales para ocupar el cargo.
Uno de los requisitos necesarios para integrar la Corte Suprema establecidos en la normativa argentina es la necesidad de contar con idoneidad técnica, corroborada por los antecedentes académicos y profesionales. A pesar de contar con 30 años de ejercicio de la profesión, el CV del candidato no evidencia una carrera prestigiosa que corresponda con el tipo de cargo que pretende ocupar. No es reconocido por sus pares o por la comunidad jurídica como un jurista de renombre.
5) Se perpetuaría la desigualdad de género
La Corte Suprema siempre estuvo conformada en su mayoría por jueces varones. De hecho, el tribunal sólo tuvo 3 juezas mujeres en 162 años de historia. Impulsar la designación de otro hombre, dejando una conformación de 4 varones, implicaría profundizar la desigualdad de las mujeres en el acceso a cargos públicos jerárquicos e incumplir las obligaciones internacionales que asumió Argentina en materia de igualdad de género.
Las y los senadores tienen en sus manos una de las decisiones más importantes para la calidad de nuestra democracia. Tienen la posibilidad de definir quién será la persona que ocupe uno de los cargos más relevantes de nuestro sistema institucional por los próximos 20 años. Esperamos que estén a la altura de la responsabilidad que tienen y rechacen la designación de Ariel Lijo en la Corte.
*La autora, Clara Inés Lucarella, es coordinadora del Programa de Apertura del Poder Judicial de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ).
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