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Entrevista

Alejandro Cacace, diputado de la UCR: “El tipo de cambio se atrasa y la economía no va a aguantar”

Alejandro Cacace, diputado nacional por San Luis, secretario parlamentario del bloque UCR e integrante de la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja.

Juan José Domínguez

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Para que la economía argentina vuelva a funcionar se necesita dinero. Y ningún inversor va a querer poner sus dólares en el país si el gobierno no genera confianza. Para el diputado radical Alejandro Cacace, Javier Milei genera dudas respecto de si podrá cumplir con su plan económico y, adicionalmente, causa incertidumbre entre los invesores por las formas con que plantea sus ideas.

En una conversación telefónica con los periodistas Hernán Cappiello, Juanjo Domínguez y Ariel Cohen (Gambito de Datos, Radio Con Vos) desde Nueva Delhi, adonde fue invitado a participar de reuniones con líderes empresariales de la India, el legislador nacional por San Luis, secretario parlamentario de la UCR e integrante de la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja dijo que una devaluación se vuelve inevitable como consecuencia de la alta inflación de los últimos meses y el atraso del tipo de cambio, y señaló que la corrección del déficit fiscal es un logro de Milei gracias al recorte de un tercio del poder de compra de los jubilados.

—¿Qué le preguntan de la Argentina de Milei? ¿Y usted qué le responde?

—Milei genera incertidumbre, porque es este Milei que se expresó en el foro de Davos, que busca mostrarse tan ultra, ultraliberal, ultraanarquista. Sabemos el carácter, el perfil ideológico que ese foro tiene, y ahí Milei decidió aconsejarles que no dejen que el mundo quede en la izquierda, o al menos Occidente... Todo eso, lejos de reafirmarles o darles garantías a los inversores, y hacerles sentir que viene un presidente que piensa como ellos, les provoca más bien dudas, temores, porque lo ven como muy excéntrico.

—¿Y qué les genera a ustedes, teniendo en cuenta la negociación tan difícil y trunca por la ley ómnibus y esa insólita animosidad con los radicales?

—Yo veo por dos cosas. Una, en el plano de la gestión del presupuesto: es brutal su acción en eso pero también efectiva. Dijo “vamos eliminar el déficit” y ya, de cuajo, en el primer mes no hubo más déficit. En el segundo mes, en febrero, sí ha habido un déficit financiero ligero pero mucho mejor que en otros períodos. El tema es que eso se hace, por ejemplo, a costa de la reducción, básicamente, de las jubilaciones. Entonces Milei en su discurso dice “hemos recortado a autos, choferes y empleos” pero no menciona las jubilaciones. El grueso de la reducción del déficit es porque los jubilados han perdido un tercio del poder de compra que tenían el año pasado. Entonces lo hace brutalmente, sin ningún tipo de sensibilidad social, cuando recortan los planes sociales, las jubilaciones. Pero al final lo hace y logra resolver lo fiscal. Ahora, que esa resolución de lo fiscal vaya a derivar en traer estabilidad económica no lo sé. Al momento la inflación es altísima, sigue siendo altísima, el tipo de cambio se ha arrasado muchísimo.

—Inflación en dólares, además.

—Claro, el tipo de cambio se ha atrasado muchísimo, porque se fijó casi ese régimen fijo en $800 pero hubo 50% de inflación en dos meses. Entonces, el tipo de cambio se atrasa y creo que no va a aguantar.

—¿Cómo puede ser que haya, por ejemplo, una botella de agua mineral que en cualquier supermercado acá cueste seis veces lo que cuesta en Francia por ejemplo, o tres o cuatro veces más el café, o una heladera 10 veces? Pero, además, con salarios que son mucho más bajos.

—Por un lado está la fijación del tipo de cambio con una inflación del 50% en dos meses. Por otro lado, hay muchas industrias argentinas que tienen falta de competencia con la industria extranjera, entonces pueden inflar artificialmente los precios acá porque al no entrar los productos extranjeros o entrar con aranceles muy altos, pueden terminar cobrando precios más altos que afuera. Después, también tenemos un altísimo componente impositivo dentro de casi cualquier producto. Vos vas a comprar un auto en Argentina y pagas más de impuestos que del auto mismo. En general, además, hay industrias que tienen costos muy altos en comparación a la industria extranjera. Es el caso de la industria textil. Cualquier producto textil, si lo traes de China, importado, pagando el flete y todo, vale 70% menos que comprarlo en Argentina. Son desequilibrios que la economía nuestra tiene. En sí, la política de Milei apunta a corregir esos desequilibrios, porque lo que hace es liberar los precios, pero no va a aguantar si el tipo de cambio se atrasa mucho, y va a tener que devaluar de nuevo.

—Usted es uno de los pocos en la oposición que propusieron la dolarización. ¿Milei está en camino a cumplir esa promesa de campaña?

—Un poco la confianza de Milei está ahí. Él habló mucho de la dolarización, pero no sé si está convencido o lo vio como una herramienta de marketing muy efectiva para la campaña. Al menos no lo está buscando instrumentar ahora. Es como si hubiera una expectativa mucho más clásica. Él está apuntando a hacer la llamada dominancia fiscal: si se resuelve lo fiscal, que es el causante de que se tenga que imprimir dinero para financiar el Estado, se termina con la inflación. Yo creo que la economía argentina tiene un problema de demanda de dinero, también. Es decir, por más que vos no emitas un peso, regules en eso muy estrictamente el Banco Central, igualmente hay un problema de confianza de la ciudadanía en nuestra moneda.

—¿Hasta dónde la UCR va a acompañar al Gobierno con la ley ómnibus que vuelve al Congreso?

—Nosotros, apenas se planteó la ley ómnibus, tuvimos una actitud colaborativa. Fue a causa nuestra, diría que, se sacó todo el tema jubilatorio. La propuesta de Milei era suspender la movilidad jubilatoria, que no hubiera ningún tipo de fórmula de movilidad y que los aumentos fueran por decreto. Y nosotros nos opusimos tenazmente a eso y eso hizo que se sacara de la ley. Ahora, hay temas que respaldamos, por ejemplo, las reformas que tienen que ver con la desregulación; reformas en ciertos sectores económicos como los hidrocarburos, que dijimos nos parece que hay que avanzar y sancionarlos, pero también hay temas donde falta discusión, que hicieron naufragar la ley en un primer momento. Estoy hablando concretamente de los temas de delegación de facultades.

—¿Qué van a hacer con los superpoderes?

—Nosotros vamos a plantear las mismas cosas que hemos planteado. Se los logró reducir a un año y que en vez de 11 emergencias fueran 6, y que fuera todo sometido a una comisión bicameral, de modo que no pudiera el Ejecutivo por sí solo prorrogarlas. El Gobierno aceptó pero hay otros puntos que subsisten. Privatizaciones, por ejemplo. Primero proponían 41 empresas que fueran privatizadas, básicamente todas las que habían encontrado. Les dijimos eso es un exceso, hay muchas de ahí que no necesitan ser privatizadas. Hay un enfoque incorrecto sobre el tema de las empresas públicas. Se habla de ineficiencia. Algunas lo son pero no es el grueso déficit. El grueso déficit de las empresas públicas se da por la política pública que tienen asociada, que es de subsidiar los servicios. Por ejemplo, Enarsa, que es de las más déficit produce y no por sus 300 empleados sino porque compra energía al exterior y después la vende más barata. Hay un mal diagnóstico la situación de las empresas, un análisis muy básico de la situación, muy dogmático, en vez de tener una mirada más pragmática sobre su análisis patrimonial, su situación, la operatividad de cosas productivas. Ahora se han dado cuenta que no pueden privatizar 41 empresas y están proponiendo menos. Habrá que analizarlo.

JJD

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