El alineamiento teológico de Milei con Israel, fase superior de su nueva doctrina en política exterior
El regreso anticipado de Javier Milei a la Argentina luego de su gira por los Estados Unidos se dio en un marco de tensión nunca antes experimentado por el gobierno de La Libertad Avanza. La situación crítica que atraviesa Medio Oriente, tras el ataque con misiles y drones de Irán a Israel, motivó la convocatoria urgente a un "comité de crisis" que fue encabezado por el Presidente este domingo por la noche, apenas se bajó del avión que lo trajo de vuelta al país. Una llamativa celeridad de la que el oficialismo careció en otras oportunidades y que expone el costado más ideológico de Milei: su alineamiento geopolítico se explica mejor a partir de lo moral antes que desde los compromisos concretos con las demás naciones de Occidente.
Un detalle de la postal que dejó la cumbre en Casa Rosada expuso el carácter improvisado del encuentro: el Presidente portaba su tradicional campera de cuero, una vestimenta que no acostumbra a usar en ámbitos formales. Había sido el vocero Manuel Adorni el encargado de informar que la voluntad de Milei era volver a la Argentina para ponerse “al frente de la situación” y “coordinar acciones” con el resto de los países occidentales. Pero la decisión de regresar anticipadamente habría sido tomada con anterioridad a que se desatara la ofensiva iraní contra Israel. Según pudo saber elDiarioAR, fue el extenso itinerario lo que llevó a la comitiva a desistir de viajar a Europa, donde Milei tenía previsto visitar Dinamarca para sellar la compra de los aviones de combate F-16. Incluso había trascendido que el Presidente copilotearía uno de ellos, algo para lo que ya se había realizado chequeos médicos.
Anoche, luego de la reunión del comité, la canciller Diana Mondino dispuso el cierre temporario de las principales embajadas argentinas en la región de Medio Oriente. A esa medida se le sumó este lunes el incremento en la seguridad en las fronteras. Tanto la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, como su par de Defensa, Luis Petri, trabajan en conjunto con el Ministerio del Interior “para tener alerta ante cualquier tipo episodio que nos pueda llamar la atención”, según informaron desde el Gobierno. Es que en el posicionamiento oficial no hay lugar para el impulso de algún tipo de solución pacífica al conflicto. Por el contrario, Milei redobló la apuesta y se comprometió ante el embajador israelí en la Argentina, Eyal Sela, a estar a disposición frente a cualquier recrudecimiento de la situación.
“No consideramos que el ponernos de frente a un problema que tiene el mundo nos haga un blanco o cambie la situación en un país que ya tuvo dos atentados”, sostuvo Adorni en su conferencia de prensa matutina, luego de que se le consultara por el potencial peligro para la seguridad del país que podría traer aparejado el acercamiento a Israel, que ya advirtió acerca de la posibilidad concreta de una respuesta militar a los ataques llevados adelante por Irán. El recuerdo de los ataques terroristas a la embajada de Israel y a la sede de la AMIA —perpetrados, según confirmó un falló reciente de la Cámara de Casación Penal, por la organización Hezbollah— no dejan de encender las alarmas en la opinión pública.
El apoyo incondicional de Milei a Israel no es más que la expresión más extrema de la “nueva doctrina” en materia de política exterior que fuera anunciada por el Presidente hace pocas semanas, durante la visita al país de la generala estadounidense Laura Richardson. Un realineamiento en el plano internacional, con Estados Unidos e Israel como principales aliados, que es justificado por Milei desde el plano religioso. “Israel es un pueblo que ha logrado la conjunción entre lo espiritual y lo material. Y esa armonía entre lo espiritual y lo material genera progreso. Es muy importante entender el vínculo de la libertad con Israel”, sostuvo el libertario esta semana, durante una entrevista con el periodista norteamericano Ben Shapiro, en la que citó la Torá y calificó a Moisés como “el máximo héroe de la libertad de todos los tiempos”.
Los gestos de carácter teológico de Milei hacia el Estado de Israel son constantes y vienen de larga data. Sin ir más lejos, durante la campaña electoral, el por entonces candidato de La Libertad Avanza prometió en varias oportunidades mudar la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén, un guiño que por el momento quedó en stand by, pero que emularía la polémica decisión que tomó en 2017 el por entonces presidente republicano Donald Trump. “El uno [por Dios] le hizo romper las primeras tablas de la ley a Moisés y la primera palabra que pronunció fue Jerusalén. Esa fue la capital que eligió el Rey David”, llegó a argumentar Milei en una entrevista.
También, durante su carrera hacia la Casa Rosada, Milei sostuvo en varias oportunidades que su primer viaje como presidente iba a ser a ese país de Medio Oriente. Un deseo que cumplió finalmente en febrero, cuando se lo pudo ver profundamente conmovido frente al Muro de los Lamentos junto a su rabino y “maestro espiritual” Axel Wahnish, hoy representante diplomático del país ante Israel. A lo largo de su estadía, también recibió la bendición del rabino Osher Vai y visitó el kibutz Nir Oz, al sur del país, una de las poblaciones que sufrió el ataque de Hamas de octubre pasado.
A la gira internacional que terminó abruptamente este domingo tampoco le faltó el condimento espiritual. Sin ir más lejos, el motivo original fue el reconocimiento como “Embajadores Internacionales de la Luz” que se le otorgara tanto a él como a su hermana Karina desde la congregación judía ortodoxa Jabad Lubavitch, cuya sede en Nueva York el Presidente visitó en más de una oportunidad. Ambos fueron congraciados, según rezaba la invitación, por “la inquebrantable dedicación a difundir la libertad, la esperanza y la positividad frente a la oscuridad”. Conceptos que, de acuerdo a los postulados del propio Milei, podrían considerarse hoy como la base de la política exterior de la Argentina.
PL/JJD
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