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DECISIONES CLAVE EN LA CÁMARA

Atentado a CFK: cómo nació la pista Casablanca y el paso a paso de la ruptura entre Cristina y la jueza

Cristina, después del atentado, deja su domicilio en Recoleta. Espera que el juez Bruglia aparte a la jueza de la causa.
25 de noviembre de 2022 06:05 h

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La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner recibirá en los próximos días dos decisiones de la Cámara Federal de Apelaciones porteña. El juez Leopoldo Bruglia decidirá si confirma o aparta a la jueza María Eugenia Capuchetti de la causa por el atentado contra la expresidenta y la Sala I del tribunal comunicará si la magistrada debe o no secuestrar los teléfonos celulares de dos asesoras del diputado Gerardo Milman (Juntos por el Cambio), quien de acuerdo a un testigo conocía las intenciones de Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte de darle muerte entre finales de agosto y el 1° de septiembre.

Ambas resoluciones giran en torno a “la pista Casablanca”, como se bautizó en tribunales a una de las líneas de investigación del expediente, que nació el 23 de septiembre último y terminó con Fernández de Kirchner recusando a la jueza Capuchetti para apartarla del caso por presunta “parcialidad” e “irregularidades” en la instrucción del caso. El miércoles, a la espera de la decisión del camarista Bruglia, Capuchetti delegó las tareas investigativas en el fiscal Carlos Rívolo, reduciendo la injerencia de su juzgado en la causa.

La armonía que el juzgado mantenía con los abogados de la querella se fue resquebrajando cuando comenzaron las diferencias por las pistas que apuntaban a dirigente de la derecha vinculados a Patricia Bullrich, las filtraciones de esas pistas a los medios, la supuesta politización de la causa. 

Mientras la jueza aseguró en un escrito que sigue todas las pistas para llegar hasta los últimos responsables del atentado, los abogados que representan a Fernández de Kirchner creen que la jueza y el fiscal no le han dado la entidad apropiada a estas pistas, como informó a finales de octubre elDiarioAR. Y como si fuera poco, a la pista Casablanca se le sumó un trasfondo que la vicepresidenta nunca se le escapa: el fantasma de los servicios de inteligencia.

elDiarioAR analizó las transcripciones de los testimonios de cuatro testigos, los escritos presentados por dos diputados en la causa, el informe de la jueza ante el camarista Bruglia por su recusación y consultó a fuentes directas del expediente para describir las sospechas de cada una de las partes involucradas en la pelea judicial. 

El testigo tardío

Con los tribunales desolados, por el día y horario, el viernes 23 de septiembre, Jorge Alberto Abello, ex diputado por la provincia de Santa Fe y actualmente asesor del diputado Marcos Cleri (Frente de todos, también santafesino), se presentó a las 17.20 horas en el juzgado de Capuchetti, dijo tener información de relevancia para la causa y solicitó declarar como testigo. 

Habían pasado 22 días desde el atentado a la vicepresidenta y este es uno de los puntos que generó suspicacias en los investigadores: por qué el testigo demoró tres semanas en presentarse ante la Justicia.

La jueza notificó a la fiscalía y a la querella para que asistan a la declaración, pero no había mucho margen para que se presentaran un viernes a última hora. Capuchetti ordenó escuchar al testigo. 

Abello declaró que el 30 de agosto, dos días antes del intento de homicidio a Fernández de Kirchner, se encontraba en el bar Casablanca, ubicado frente al anexo de la Cámara de Diputados, junto a su cuñado, Sebastián Rende, con quien hablaba de fútbol. 

El testigo declaró que entonces observó al diputado Gerardo Milman (Juntos por el Cambio) sentado en una mesa cercana junto a dos mujeres jóvenes y que escuchó que el dirigente decía: “Cuando la maten yo estoy camino a la Costa”. Abello aseguró también que escuchó a una de las mujeres preguntar a Milman por su chofer. Recibió, según la declaración, la siguiente respuesta del diputado: Lo mando a Tucumán porque es un hablador al pedo. 

“Eso fue todo lo que escuche, después siguieron las bromas, los chistes, él se paró, saludó a unas personas por ahí y pagamos nosotros y nos fuimos”, sostuvo el testigo. “Mi cuñado no escuchó nada de lo que él dijo, hicimos algún comentario de la billetera y el galán, y elogiábamos lo bonitas que eran las chicas. Yo cuando sucedió esta conversación que escuché, estaba como mucho a dos metros”, agregó Abello. 

El asesor parlamentario y su cuñado regresaron a sus casas y no volvieron a hablar del tema, dijo Abello a la jueza Capuchetti. “Yo esto no se lo comenté a mi cuñado ni a nadie… al día siguiente -en realidad Abello confunde el 31 de agosto con el 1° de septiembre-, estaba regresando de hacer una compra en el barrio de Belgrano, y recibo una llamada de mi madre, que vive en Villa Cañas. Ella estaba llorando, y me decía que quisieron matar a Cristina. Cuando empiezo a escuchar las noticias, me empezó a caer todo lo que había escuchado en Casablanca”, afirmó.

“A medida que fueron pasando los días, y empecé a seguir a los jugadores, empecé a darme cuenta que podía tener algo que ver” con el atentado a la vicepresidenta, “después de la conmoción, cuando comenzó a bajar la espuma… a los dos días, después me empieza a llamar la atención con el paso de los días, ya que lo veía al legislador en los medios, que después el tipo desapareció de las pantallas, eso me llevó a venir”.

Once días más tarde, el diputado Marcos Cleri, jefe de Abello, presentó un escrito ante Capuchetti. Aportó una constatación notarial de mensajes que Abello le envió por Whatsapp el 1° de septiembre entre las 22:36 y las 22:38 horas, de acuerdo con el texto al que accedió elDiarioAR. Abello había declarado que no se lo había comentado a nadie y no hizo mención a los mensajes a su jefe durante su declaración, lo que generó cierta suspicacia en los investigadores.

El acta ante escribano público se había realizado en Rosario el 23 de septiembre, el mismo día que Abello se presentó a declarar, pero el legislador recién la aportó a la Justicia el 4 de noviembre. 

Para cuando Cleri presentó el escrito, la jueza ya había descartado la pista Casablanca y no tomó estos mensajes como una prueba que reviviera esa línea de investigación, según explicó en el informe que remitió al juez Bruglia por su recusación en la causa. Sin embargo, sí envió copias al juzgado de Ercolini que investiga las filtraciones de pruebas en el expediente, ya que los mensajes habían sido publicados días atrás en Página/12. 

¿Por qué Abello demoró 22 días en presentarse ante la Justicia? “Estaba y está muy asustado”, dijo a elDiarioAR una fuente del caso con conocimiento directo de la situación del testigo. 

La reunión

Ese mismo viernes 23 de septiembre, Capuchetti solicitó al bar Casablanca todas las cámaras de seguridad ubicadas en su interior y exterior para corroborar la presencia del testigo Abello y los nombrados en su testimonio el 30 de agosto. Al día siguiente, solicitó a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) que recabe las grabaciones de las cámaras de la Ciudad de Buenos Aires y privadas de los alrededores. El Centro de Monitoreo Urbano aportó 39 soportes ópticos con el contenido de las cámaras correspondientes.

En el informe que presentó al juez Bruglia para rechazar la recusación en su contra, Capuchetti destacó que cinco días después del testimonio de Abello, el 27 de septiembre, “la querella presentó un escrito, en el cual propuso distintas diligencias relativas a otras líneas investigativas que se estaban llevando a cabo, pero nada respecto a lo manifestado por el testigo Abello”.

La querella sí activó días más tarde este pista: se presentó el 5 de octubre y solicitó en un escrito que “se disponga todo lo necesario para corroborar lo expuesto por el testigo” y propuso una serie de diligencias, como identificar el vehículo de Milman y su recorrido; si los autos en los que se mueve fueron captados por las cámaras de seguridad en la autopista a la Costa entre el 29 de agosto y 2 de septiembre; y se identifique a las dos mujeres que  acompañaban al diputado en Casablanca para que “se las cite de modo urgente a prestar declaración testimonial”.

Los abogados de Fernández de Kirchner también solicitaron “el inmediato allanamiento” al domicilio de Milman. La querella solicitó a la jueza que investigue si existen comunicaciones entre Milman y Hernán Carrol, dirigente de Nueva Centro Derecha, quien tuvo contactos con Uliarte y Sabag Montiel semanas antes del atentado, pero negó cualquier vínculo con el hecho.

La jueza tampoco ordenó este cruce y dispuso esperar los resultados de otros cruces telefónicos ya encomendados en la causa. También rechazó otros pedidos de la querella para que se profundice la línea de investigación sobre Carrol y la Nueva Centro Derecha, ya que la magistrada las consideraba “lesivas”.

La jueza sólo ordenó citar al cuñado de Abello, identificar a las dos mujeres y analizar las cámaras de seguridad. Las imágenes corroboraron que Milman estuvo el 30 de agosto por la tarde en Casablanca 

El cuñado del testigo afirmó en el juzgado que estando en Casablanca, Abello “googleó a no sé quién” y luego le dijo que uno de los comensales de otra mesa “había estado trabajando con Macri”. “Uno que estaba enfrente nuestro, estaba con dos chicas, pero yo miraba más a las chicas que a él”, precisó el cuñado.

Mi cuñado no escuchó nada de lo que él dijo, hicimos algún comentario de la billetera y el galán, y elogiábamos lo bonitas que eran las chicas. Yo cuando sucedió esta conversación que escuché, estaba como mucho a dos metros.

Jorge Abello Asesor parlamentario, testigo.

Las testigos que no recuerdan

La identificación de las dos mujeres demoró casi un mes. El 24 de octubre, la PSA determinó que se trataba de Ivana Bohdziewicz y Carolina Elizabeth Gómez Mónaco.

Bohdziewicz es secretaria asesora de Milman en Diputados, con cargo de secretaria administrativa, fue mismo rol que ocupó en el Ministerio de Transporte de la Nación durante el gobierno de Cambiemos. Es contadora pública. 

Gómez Mónaco es abogada y trabaja en el despacho de Milman. Durante la gestión del diputado como secretario de Seguridad de Cambiemos, fue directora de la Escuela de Inteligencia sobre el Delito de la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal del Ministerio de Seguridad. En 2012, fue elegida Miss Argentina.

Estábamos organizando un evento en Mar del Plata y al mismo tiempo, organizamos previas recorridas por distintos municipios que yo realizaría en distintas semanas. Fue así que concurrí, primero a Pinamar y volví al día siguiente a la mañana.

Gerardo Milman Diputado (Juntos por el Cambio).

La querella solicitó a la juez que no notifique a las mujeres de sus citaciones como testigos sino que las lleve a testificar con la fuerza pública para evitar que puedan “acomodar” sus testimonios. La jueza no hizo lugar al pedido, pero las citó con menos de 24 horas de anticipación y en reserva, sin filtraciones. Ambas se hicieron presentes voluntariamente ante el juzgado. 

Las testigos también generaron suspicacias y sospechas entre los abogados de Fernández de Kirchner que alimentaron las dudas sobre Milman: ninguna de las dos mujeres recordaba la reunión con el diputado en Casablanca durante la tarde del 30 de agosto (casi dos meses antes de sus declaraciones), pero sí recordaban otra reunión que compartieron en el mismo bar en marzo. Hasta que la jueza ordenó mostrarles las imágenes de las cámaras de seguridad que las ubicaban ingresando y saliendo del bar. Además, contradijo a su colega en un punto: “Yo jamás hablé de un viaje a Pinamar. Lo único que hablamos de la costa fue a Mar del Plata” y aseguró que ese evento había sido meses atrás y no en agosto.

Cuando le preguntaron si había escuchado a Milman pronunciar la frase “cuando la maten yo estoy camino a la Costa”, respondió: “No, por Dios que jamás escuché esa frase”.

Tras ambas testimoniales, realizadas el 26 de octubre, el abogado Aldazabal, de la querella, solicitó a la jueza secuestrar los teléfonos celulares de ambas asesoras parlamentarias, medida que Capuchetti rechazó. 

La magistrada basó su decisión en que ninguno de los tres testigos que declararon luego de Abello (las dos mujeres y el cuñado del testigo) ratificaron que Milman hubiese pronunciado la frase en la que supuestamente refirió saber que la vicepresidenta sería asesinada. 

Al día siguiente, Capuchetti se sorprendió con la tapa de Página/12 y la publicación de un mensaje de WhatsApp que el testigo Abello le habría enviado a su jefe, el diputado Cleri, poco después del atentado a la vicepresidenta, en el que le afirmó:  “Marcos, ayer -en realidad sería anteayer, el 30 de agosto- cuando salí de tu oficina fui con mi cuñado a comer a Casablanca. Al lado mío estaba Milman con dos pibas y graciosamente decía cuando la maten yo estoy camino a la costa y se mataban de risa” (sic). “Están las cámaras que no me dejan mentir”, “hdmp (sic) lo escuché” y “créeme estoy temblando”, le escribió a Cleri en otros tres mensajes de chat.

Capuchetti denunció la filtración de los testimonios de las testigos a medios de prensa ante el juez Julián Ercolini, quien ya interviene en una causa por filtraciones del expediente que inició la magistrada.

Yo jamás hablé de un viaje a Pinamar. Lo único que hablamos de la costa fue a Mar del Plata.

Carolina Elizabeth Gómez Mónaco Asesora de Milman.

El 28 de octubre, Milman se presentó en los tribunales federales y denunció al testigo Abello por “falso testimonio”. En un escrito apurado, con numerosos errores de tipeo y ortografía, dijo que efectivamente había estado en Casablanca reunido ese día con sus asesoras. “Estábamos organizando un evento en Mar del Plata y al mismo tiempo, organizamos previas recorridas por distintos municipios que yo realizaría en distintas semanas. Fue así que concurrí, primero a Pinamar y volví al día siguiente a la mañana”, afirmó Milman, confirmando lo que finalmente declaró su secretaria.

“Ese fue el tema de conversación en dicha oportunidad, siendo que jamás hice una afirmación como la que el ‘Testigo’ ha pretendido imponer como salida de mi boca, quien sabe con qué inconfesados fines políticos”, agregó el diputado de Juntos por el Cambio.

“Los jueces de la sala se encuentran analizando el recurso presentado por la querella para que se secuestren los teléfonos de ambas testigos, la cuestión no está definida aún”, informó una fuente judicial del tribunal ante la consulta de este medio. En cuanto a la recusación de Capuchetti, el juez Bruglia tomará las decisiones en los próximos días tras escuchar los argumentos de la querella en una audiencia y leer las respuestas de la jueza.

ED

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