Diputados ya discute el Presupuesto 2023: el FdT dice que tiene los votos para aprobarlo, pero JxC quiere quitar artículos clave

La Cámara de Diputados ya discute en una maratónica sesión el Presupuesto 2023, clave para el Gobierno y su ministro de Economía, Sergio Massa, luego del fracaso del año pasado. El oficialismo consiguió quórum para abrir el debate con 130 acompañamientos, apenas uno por encima del necesario. Se sentaron en sus bancas algunos pocos legisladores opositores del radicalismo y de bloques provinciales, pero no estuvo Máximo Kirchner.

La sesión empezó casi al borde de las 14, poco más de una hora después de lo previsto, ante la demora para arribar a Buenos Aires de distintos vuelos en los que viajaban diputados de las provincias. Siendo la ley más importante del Gobierno, se espera una larga discusión –está prevista que termine a la madrugada o, incluso, a la mañana del miércoles– cargada de tensión.

El Frente de Todos cuenta con los votos necesarios para aprobar el Presupuesto en su redacción general: prevé un crecimiento de la economía del 2% en 2023, un dólar promedio de 219 pesos, un descenso del déficit fiscal del 1,9% y una inflación del 60% –muy por debajo del 95% estimado para este año–. En total, el gasto público será de casi $ 29 billones, con una recaudación aproximada de $ 22,5 billones y un déficit primario de $ 6,3 billones. Marcado por las metas del FMI, es un estimado de gastos austero y, en algunas carteras, con ajuste. Los acompañamientos al oficialismo provendrán de un sector del radicalismo de Juntos por el Cambio, el Interbloque Federal, Provincias Unidos y bloques minoritarios.

Sin embargo, hay distintos artículos que generan un fuerte rechazo opositor. El arco opositor buscará durante toda la jornada acercar posiciones para voltearlos cuando se vote en particular, según supo elDiarioAR de fuentes parlamentarias. Entre esos ítems está la disposición del Ejecutivo para aumentar las retenciones al agro, la imposición de que los funcionarios del Poder Judicial comiencen a pagar Ganancias, la eximición –justamente– de Ganancias para los trabajadores del gremio de Camioneros y la suba de impuestos para la industria de electrónicos en Tierra del Fuego.

“No estamos cerrados a hacer ningún cambio”, planteó una espada legislativa del oficialismo en la previa, abriendo el paraguas de lo que será las discusiones más aireadas. Cómo mínimo se esperan unas doce horas de discursos por parte de los diputados integrantes de la Comisión de Presupuesto –que lidera el kirchnerista Carlos Heller–, a los que luego se sumarán los jefes de bloques y un sinfín de legisladores de manera individual. 

Entre esas participaciones y tras bambalinas se dará la “rosca” más intensa. Mientras el FdT buscará que Massa tenga la herramienta presupuestaria para gestionar la crisis en el año electoral, en JxC hay intención de bloquear los artículos que considera más críticos. “Somos conscientes de que es muy grande el vaso vacío, pero estamos trabajando mucho para avanzar. Entendemos que el proyecto de presupuesto va en esa dirección y vamos a superar el 4,5% de crecimiento en 2023”, planteó Heller al inicio del debate, como miembro informante de la iniciativa.

En el frente cambiemita no hay una posición unificada sobre todo el proyecto de ley. Según cálculos preliminares, apenas habría una veintena de votos en contra del Presupuesto en general: allí se anota la bancada de la Coalición Cívica de Elisa Carrió, algunos duros del PRO como Ricardo López Murphy, más las bancadas extremas de la izquierda y los libertarios. Es probable que las dos alas radicales de JxC –la UCR que preside Mario Negri y Evolución, referenciado en Martín Lousteau– se debaten entre votar a favor y abstenerse. En el macrismo prevalecerá la abstención. 

La misma bancada amarilla lo comunicó públicamente en paralelo a que comenzaba la sesión: “Si bien el Gobierno ha aceptado incorporar algunas cláusulas que hemos solicitado desde Juntos por el Cambio también se ha negado a revisar varios artículos a los que nos opondremos en la votación en particular”, reza el texto.

Cambios y puntos cuestionados

El oficialismo permitió distintos cambios en el texto original, con la clara intención de que no naufragara la iniciativa. Massa admitió que lleva “como una cruz” el rechazo del año pasado. Por eso la semana pasada aceptó un pedido de JxC para incorporar una “cláusula gatillo” por la inflación.

El punto estima que si a septiembre de 2023 la inflación acumulada es mayor a la prevista para todo el año –60%– o la recaudación también es superior en un 10% de lo previsto, se enviará un proyecto de ampliación de los gastos y recursos. Será una batalla política marcada por las elecciones, porque esa discusión tendrá que darse entre las primarias de agosto y las generales de octubre. 

El detalle de artículo dice: “Si al 31 de agosto de 2023 la tasa de inflación acumulada superara en un 10% la meta anual establecida en la presente ley, o si los ingresos del sector público nacional superaran en un 10% lo previsto para el período acumulado, el Poder Ejecutivo enviará una ley complementaria al Congreso para determinar un nuevo cálculo de recursos y créditos de la administración pública nacional y el plan de gastos para el cuarto trimestre”.

También se acordó incorporar un artículo que explícitamente congela la incorporación de personal al Estado y en las empresas públicas.

Pero hay fuertes disidencias. El artículo 95 que habilita al Gobierno a aumentar las retenciones a los granos será el primer escollo del oficialismo. Todo el bloque de JxC –116 diputados– está en contra, así como los ocho del Interbloque Federal, que conduce Alejandro “Topo” Rodríguez. 

Más discusión tendrá el artículo 100, el que plantea que todos los funcionarios judiciales comiencen a tributar Ganancias, más allá de cuándo hayan ingresado al Poder Judicial. Así como ya rige para los nombrados desde 2017, alcanzaría a todos los magistrados y demás personal judicial “independientemente de la fecha de su nombramiento”. En la previa a la sesión, Heller ratificó que no se cambiará un ápice del artículo. Nuevamente la oposición buscará sumar apoyos para voltearlo en la votación en particular, que se espera sea durante la madrugada. Hasta el trotskismo está en contra en su redacción, porque entiende que tienen que eximirse los trabajadores de la Justicia. 

Otro frente de batalla será el artículo incorporado a último momento para que los Camioneros no tributen Ganancias por comidas, viáticos, premios y otros complementos del sueldo, como hacen ahora. La medida alcanzaría a unos 130 mil trabajadores afiliados y, según supo elDiarioAR, fue una negociación directa entre Hugo y Pablo Moyano y la Casa Rosada para destrabar la paritaria del sector, que se está desarrollando en paralelo entre el gremio y la patronal.

El último punto que la oposición quiere quitar del Presupuesto es la suba de impuestos internos a los productos electrónicos, que podrían encarecerse aún más, a partir de cambios en el régimen especial para la industria que hay en Tierra del Fuego. La iniciativa plantea que se eleve del 6,5% al 10% en el caso de los nacionales; y del 17% al 19% en el caso de importados. Es un punto que genera fisura interna, ya que está apoyada por todos los legisladores fueguinos, tanto los oficialistas como los cambiemitas.

MC