“Entre la espada y la pared”: de Europa a una reunión con el círculo íntimo, cómo definió Larreta su desafío final a Macri
Horacio Rodríguez Larreta aterrizó en Ezeiza y se dirigió directamente a una reunión con su mesa chica de Uspallata, sede del Gobierno porteño. Allí terminó de definir los detalles del video que grabó minutos después en el Jardín Botánico, en el que anunció que las elecciones porteñas serán concurrentes a las nacionales. Quienes lo cruzaron lo vieron satisfecho con la decisión que iba a anunciar.
“Estaba exultante, aliviado”, comentó una fuente al tanto de la diaria del jefe de Gobierno. “Se lo vio muy relajado. Aunque era una decisión difícil, había que hacerlo”, afirmó otro operador. Vivía la previa a su principal jugada política de cara a las presidenciales: cortar definitivamente el lazo con Mauricio Macri, el jefe político al que estuvo atado desde que ambos fundaron el PRO, hace más de 15 años.
El jefe de Gobierno lo meditó durante todo el fin de semana de Pascuas desde la distancia que le daba Europa. Había viajado el miércoles por la noche para visitar a su hija en Barcelona. Y conectó dos reuniones para darle volumen internacional a su precandidatura: con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y con el alcalde de la capital española, José Luis Martínez Almeida, ambos referentes del Partido Popular. El sábado, su equipo adelantó a los medios en Buenos Aires cómo iban a ser finalmente los comicios porteños. “Queríamos ver qué generaba”, confió la voz consultada sobre la operación de prensa.
La publicación de la noticia en los diarios del domingo no tardó en llegar. Mauricio Macri salió en radio y cuestionó abiertamente a su ex jefe de Gabinete en la Ciudad. “No creo que Horacio haga eso, sería ir en contra de los vecinos. Es más gasto del Estado, más tiempo de votación, más filas. Sería ir en contra de todo lo que estuvimos trabajando estos años”, dijo el ex mandatario.
Macri no resistía al archivo: él fue quien implementó el voto electrónico en 2015 y despegó las elecciones de las nacionales, como lo fue históricamente, pero especulando que le rendiría frutos en su aventura presidencial. Le salió bien. Cuatro años después, cambió de un plumazo: fueron el mismo día y con la tradicional papeleta. Especuló de nuevo para la reelección, pero le salió mal.
“Cuando Macri habló el domingo lo puso contra la espada y la pared. Si Horacio le hacía caso, se iba a tener que someter”, se escuchó en Uspallata. “Tenía que matar al padre”, agregó el operador. El tinte psicológico hace más pedregosa la carrera electoral de Larreta que la de sus contrincantes internas, Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal. “Mucha gente le pedía huevo y carácter. Con esto lo demostró”, ponderaron cerca del alcalde.
Desde Europa, Larreta clarificó la ventana jurídica de su decisión. La Constitución y el Código Electoral locales establecen que los comicios tienen que ser separados de los nacionales: ya sean concurrentes o desdoblados –es decir, en otro domingo–. Salvo la excepción pasada –que impuso Macri– en las últimas dos décadas fue así. El jefe de Gobierno tenía que apurarse: el plazo de 120 días antes para confirmar que irían el mismo día a las presidenciales –pero con método de votación diferenciado– vencía el próximo jueves.
La idea la venía meditando hace por lo menos veinte días. Le convenía para reforzar su alianza con la UCR, personificada en Martín Lousteau en la Capital Federal y Gerardo Morales a nivel nacional. Además, demostraba autonomía hacía Macri. Ya había cedido a su pretensión de imponer a su primo Macri como el único candidato amarillo para sucederlo.
Con el diario del domingo, finalmente se decidió y ayer por la mañana lo anunció. En la reunión matinal estuvieron sus principales escuderos: Felipe Miguel, jefe de Gabinete; Julia Pomares, jefa de Asesores; Fernando Straface, secretario General y de Relaciones Internacionales; Silvia Lospennato, a cargo del consejo consultivo de la Secretaría de Género; Eduardo Macchiavelli, armador de la campaña a nivel nacional, y Federico Di Benedetto, el secretario de Comunicaciones. Su secretario de Asuntos Públicos, Waldo Wolff, se mantuvo en reserva: es uno de los principales armadores de la candidatura del primo Macri. Incluso Larreta se vio con su ministra de Educación, Soledad Acuña, que aún sigue en la carrera electoral porteña.
En Uspallata aseguran que la medida tiene otro trasfondo político, que podría terminar beneficiando al intendente de Vicente López en licencia, si finalmente gana las elecciones. Separando el método de votación, le restaría posibilidad de arrastre al candidato porteño de Javier Milei, el legislador Ramiro Marra. Ven un riesgo de que aumente la bancada libertaria en la Legislatura, que hoy tiene cuatro escaños. JxC ostenta 32 de los 60.
A diferencia de Macri, quien le avisó antes a Larreta, Bullrich y Vidal que se iba a bajar de las presidenciales, el alcalde porteño jugó al solitario. “Se venía venir porque había filtraciones de Uspallata”, comentaron en el búnker de la ex ministra de Seguridad. “No sabía del video”, aseguró un colaborador de la ex gobernadora, que fue la primera en cruzarlo en Twitter: apenas cuatro minutos después. El ex presidente, quien ya declaró que Vidal es su “debilidad”, le dio más vuelo a su mensaje en las redes sociales: habló de “enorme desilusión”.
Incluso con sus aliados jugó al misterio, aunque a medias: Elisa Carrió se enteró por una de sus espadas legislativas, que se lo confirmó el domingo y ayer se lo ratificó antes del video. La líder de la Coalición Cívica estaba preparando su gira patagónica –viajó a Viedma y estará en San Antonio, Neuquén y Bariloche– para apoyar a los candidatos cambiemitas en las elecciones del próximo fin de semana en Río Negro y Neuquén.
Lousteau también tenía la información de antemano, aunque solo le restaba conocer cuándo se iba a confirmar. Él mismo se lo había planteado a Macri en un encuentro que tuvieron a solas hace dos semanas.
Durante toda la jornada hubo frenéticas reuniones y cruces de llamados en todo el universo cambiemita de CABA. “Estoy prendido fuego”, metaforeó un vocero. La cumbre más relevante ocurrió pasado el mediodía, cerca de las 15, en el Teatro Colón, entre Larreta y el propio Jorge Macri –como publicó elDiarioAR–.
Se sabe poco qué se definió en esa reunión, pero en Uspallata aseguran que sirvió para descomprimir la tensión interna que generó el anuncio de este lunes. Si no hay sorpresas –por ejemplo, que Macri renuncie a su cargo y se lance solo–, el próximo paso del jefe de Gobierno sería ungir finalmente a su ministro de Gobierno como el único candidato amarillo en la Ciudad. Eso significa que más pronto que tarde tienen que “bajarse” los otros competidores: Acuña y su par de Salud, Fernán Quirós. “Por ahora, no se baja nadie”, avisó un vocero.
En lo formal, por estas horas se esperaba la publicación del decreto en el Boletín Oficial porteño sobre las elecciones concurrentes. Con esa letra chica, se abre un proceso burocrático: tiene que haber un acuerdo entre la Justicia Electoral nacional y la porteña para definir el operativo de cara al primer domingo clave, el 13 de agosto. Entre los detalles, hay incógnitas a develar sobre los dos métodos de votación: si el biombo de las máquinas de voto electrónico compartirán el mismo cuarto oscuro de las papeletas y si habrá uno o dos presidentes de mesa. Tampoco se conoce qué presupuesto involucraría.
Mientras Larreta esté enfrascado en ordenar su metro cuadrado, sus rivales internos no perderán tiempo. Bullrich tiene previsto esta semana recorrer el conurbano –en la provincia también hay disputa por quién desafía la precandidatura del larretista Diego Santilli– y Vidal estará en Santa Fe. “Vamos a seguir planteando nuestro rechazo a lo que hizo Horacio”, avisó una fuente cerca de la titular de PRO, que avizora que la pelea se acrecentará hasta las PASO: “Esto acelera todo”.
MC/MG
0