“Fe de erratas” para dos artículos y la polémica por el tabaco: se empantana la ley Bases en el Senado
El “error de tipeo” que reconoció el Gobierno sobre dos artículos de la ley Bases, así como las dudas que aún sobrevuelan por la votación en particular del impuesto al tabaco que se incorporó a último momento en Diputados, empantanaron en el Senado el comienzo de la discusión por la iniciativa clave de Javier Milei. La polémica surgió justo antes de que el ministro del Interior, Guillermo Francos, inicie este martes a las 14 su exposición en un plenario de comisiones de la Cámara alta, cuando circuló entre los senadores una “fe de erratas” oficial en el que La Libertad Avanza intentó subsanar el hallazgo advertido por Unión por la Patria de que dos artículos sufrieron importantes modificaciones en su escritura.
El kirchnerismo pegó el grito en el cielo en medio del plenario de comisiones de Legislación General, Asuntos Constitucionales y Presupuesto, y reclamó que la reunión se pase a un cuarto intermedio hasta tanto el oficialismo aclare la polémica. “Hay una preocupación en nuestro bloque con respecto a la votación en Diputados. Hay dos diputados que dicen que le contabilizaron mal el voto. Y también de que tiene errores el expediente. Una palabra en un artículo cambia todo”, cuestionó el jefe del bloque de UxP, José Mayans (Formosa). “No sabemos qué texto vamos a votar”, apuntó la senadora Juliana Di Tullio (UxP-Buenos Aires). Silvia Sapag (Neuquén) tildó de “papelucho” la nota aclaratoria de Diputados.
La aclaración oficial fue enviada al secretario parlamentario del Senado, Agustín Giustinian, por su par de Diputados, Tomas Figueroa. Allí se afirma que “se ha incurrido en errores de transcripción del texto del dictamen a la comunicación al H. Senado”. En concreto hubo modificaciones en los artículos 152 y 171, el primero sobre los permisos de exportación de gas natural licuado; el segundo sobre el ya polémico régimen de inversión RIGI.
Cambios en dos artículos
La fe de erratas del Gobierno aclara que (sic.) “En el artículo 152, antepenúltimo párrafo, donde dice: ‘A los efectos del otorgamiento del permiso de exportación de GNL, no será necesario que el solicitante cuente con contratos de compraventa de GNL por la totalidad de los volúmenes y plazos solicitados.’, debe decir: ‘A los efectos del otorgamiento de la autorización de exportación de GNL, no será necesario que el solicitante cuente con contratos de compraventa de GNL por la totalidad de los volúmenes y plazos solicitados…’”
Y la siguiente aclaración, señala (sic.): “En el artículo 171, primer párrafo, en donde dice: ‘Artículo 171.- A efectos de lo previsto en el inciso a) del artículo 170, el monto mínimo de inversión en activos computables será de al menos doscientos millones de dólares estadounidenses (USD 200.000.000). El Poder Ejecutivo nacional podrá establecer diferentes montos mínimos de inversión en activos computables por sector productivo mayores a doscientos millones de dólares estadounidenses (USD 200.000.000). En ningún caso ese monto mínimo que establezca el Poder Ejecutivo nacional podrá superar el importe de novecientos millones de dólares estadounidenses (USD 900.000.000), cualquiera sea el sector productivo involucrado.’, debe decir: ‘Artículo 171.- A efectos de lo previsto en el inciso a) del artículo 170, el monto mínimo de inversión en activos computables será de al menos doscientos millones de dólares estadounidenses (USD 200.000.000). El Poder Ejecutivo nacional podrá establecer diferentes montos mínimos de inversión en activos computables por sector o subsector productivo o por etapa productiva, iguales o mayores a doscientos millones de dólares estadounidenses (USD 200.000.000). En ningún caso ese monto mínimo que establezca el Poder Ejecutivo nacional podrá superar el importe de novecientos millones de dólares estadounidenses (USD 900.000.000), cualquiera sea el sector productivo involucrado…’”
“Cuando el texto cambia el sentido de lo que votó una Cámara no es fe de errata, es trampa, es trucho, algo ilegal”, cuestionó Di Tullio en diálogo directo con el presidente provisional del Senado, el libertario Bartolomé Abdala, que trataba infructuosamente de ordenar el inicio del debate y salir de la posición incómoda en la que estaba. “Acá se va a tratar lo que envió Diputados y en lengua utilización puede ser sinónimo de permiso”, argumentó el senador, que se mantuvo impertérrito cuando Di Tullio le espetó si no creía que se cambiaba el sentido de la ley: “Para mí no”.
El hallazgo había sido denunciado esta mañana por Germán Martínez, jefe del bloque de UxP en Diputados. Le envió una nota formal a Martín Menem para exigir una aclaración. “El texto que se comunicó al Senado tiene diferencias con lo que votaron las y los diputados en el recinto. Eso no puede pasar. Y es motivo de nulidad. Pedimos formalmente que se deje sin efecto la comunicación realizada al Senado”, planteó el diputado kirchnerista.
En su conferencia de prensa de hoy, el vocero presidencial Manuel Adorni intentó quitarle dramatismo a la polémica: “Es un tema menor, administrativo. Va a quedar subsanado en el día de hoy. Fue una pavada, no hacía al fondo de la cuestión y lo están solucionando”, sostuvo desde Casa Rosada. Por la tarde salió a responderle al kirchnerismo el propio Menem: acusó a UxP de “sobreactuar el hecho de haber detectado mínimos errores de transcripción menores de una ley, que no alteran en nada su espíritu y que son frecuentes en este tipo de normas tan extensas”. “Pretender que sea malicioso que en dónde decía ”autorización“ dice ”permiso“ cuando la ley en todo el artículo involucrado usa tales términos en varias ocasiones, en forma indistinta y como sinónimos para referirse a lo mismo, y que por el error humano en la transcripción, se pretenda tornar nula la comunicación, suena a desesperación”, dijo el titular de Diputados.
El reclamo en UxP tuvo eco en otros senadores en la previa a la exposición de Francos. “No somos escribanía pero tampoco podemos aceptar eso. Se votó un texto y acá hay otro texto. ¿Quién lo cambió y por indicación de quién o por la sugerencia de qué empresas?”, criticó Sapag . Otra vez fue Abdala el que tomó la posta para defender la posición del oficialismo, aunque le pasó la pelota a Menem: “Hubo un error de tipeo que fue responsabilidad de la Cámara de Diputados. Ese papelucho le da validad plena a lo que se va a tratar”.
Al libertario le salió en ayuda Juan Carlos Romero (Salta-Cambio Federal), que oficia muchas veces de vocero del oficialismo: “Hagamos de cuenta que no sabemos nada para que los funcionarios nos puedan explicar de qué trata la ley. Después vemos el texto para el dictamen”, propuso. Y contraargumentó: “No somos jueces de la sanción en Diputados. No podemos interrumpir un tratamiento dudando de la redacción de una ley”.
Luego habló el radical Maximiliano Abad (Buenos Aires), que espetó al kirchnerismo: “¿Qué salida plantean? Si viene una fe de erratas, eso vamos a tratar. Sino hay que hacer un cuarto intermedio hasta que definamos el texto”. “Quieren encubrir un delito”, cuestionó la kirchnerista Anabel Fernández Sagasti (Mendoza).
La polémica sobre tabaco
El aliado al oficialismo Romero también se refirió a la polémica por los votos en la restitución del impuesto al tabaco. “Si cae lo que Diputados puso sobre tabaco estamos favoreciendo la evasión de una empresa de la provincia de Buenos Aires. No los acuso a ustedes, pero me parece raro que en Diputados”, apuntó, haciendo alusión a las denuncias que hubo de lobby de Tabacalera Sarandí para que el proyecto no prospere. Finalmente un acuerdo cerrado en la madrugada de la votación en Diputados entre parte de Hacemos Coalición Federal, el radicalismo y hasta UxP permitió que se incorpore un aumento del gravamen tal como había pretendido el Gobierno en el texto original a la ley y que luego quitó por la presión también del otro jugador fuerte del mercado, Massalin.
La polémica aún no resuelta es que en esa votación, según las actas, habría habido más abstenciones de las que se computaron en el recinto, ya que varios diputados tuvieron que votar a viva voz. Sus votos se habrían computado de otra manera. Así, se habrían contabilizado como afirmativas las abstenciones de los diputados chaqueños María Luis Chomiak y Aldo Leiva. Tampoco se incluyeron el rechazo de Germana Figueroa Casas y Daiana Fernández Molero, del PRO, y de la libertaria Benedit Beltrán. De esa manera la votación hubiera terminado 80 a 80, dándole la potestad a Menem para que desempate, una posición más que incómoda en un tema tan cruzado por la presión de las empresas vinculadas al negocio.
“Si tratamos este proyecto de ley y viene con legitimidad de origen después se puede declarar su inconstitucionalidad. Si se votó mal, todo lo que vamos a tratar ahora no tiene ninguna legitimidad. Es muy grave lo que está pasando. Pido un cuarto intermedio”, exigió en el plenario del Senado otro salteño, Sergio Leavy (UxP). Las dos polémicas terminaron cuando Abdala encontró una salida por arriba del laberinto: le dio finamente la palabra a Francos, que comenzó su discurso sin hacer menciones al respecto.
MC/JJD
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