Francos afina acuerdos con los gobernadores con la discusión permanente sobre quién paga el ajuste
Ante la inminencia de un debate parlamentario que será determinante de cara al virtual Pacto de Mayo, Javier Milei llegó a sus primeros 100 días de gobierno montado a una estrategia dual y contradictoria en su relación con los gobernadores: tensar al máximo la cuerda en el plano fiscal y discursivo, pero sin cortar completamente el diálogo con los 24 dirigentes que están al frente de sus respectivos distritos. A cargo de esta última tarea ciclópea está el ala política de La Libertad Avanza, con el ministro del Interior Guillermo Francos a la cabeza. Es sobre él que recae la responsabilidad de “amortiguar” —según reconocen en su entorno— aquel modus operandi del Presidente, muchas veces lindante con el precipicio, que marcó a fuego los primeros tres meses de gestión libertaria.
El Gobierno busca generar un apoyo que le permita demostrarle el Fondo Monetario Internacional que su plan de reformas es sustentable en el mediano plazo y contrarrestar así la imagen que dio en febrero pasado, cuando Milei decidió retirar intempestivamente el proyecto de Ley Bases en medio de su debate en el recinto debido a las diferencias con la oposición. En ese marco, en el Ministerio del Interior sostienen ante elDiarioAR que las conversaciones retomadas este mes con los distintos líderes provinciales no solo no corren peligro, sino que serán fructíferas. Y aclaran que lo que se lee en redes sociales poco y nada tiene que ver con el clima que se respira en las mesas de negociación encabezadas por Francos, de las que también suelen formar parte funcionarios del Ministerio de Economía y de la Jefatura de Gabinete.
“Lo comunicacional va por un lado y lo político por el otro”, subrayan en la cartera responsable de “la rosca”, la misma que ya le hizo llegar tanto a los gobernadores como a los distintos bloques de la oposición en Diputados, un borrador de la nueva ley Bases que, proyectan, aterrizará en el recinto de la Cámara Baja en abril, después del receso de Semana Santa. En las últimas semanas, más allá de la reunión del 8 de marzo que contó con la representación de todas las provincias, varios de los mandatarios desfilaron por los pasillos de la Casa Rosada por separado. Además de con el santacruceño Claudio Vidal, Francos se mostró junto a otro gobernador del sur, el neuquino Rolando Figueroa. También se acercó a la ciudad de Buenos Aires el mendocino Alfredo Cornejo.
En el entorno de Francos festejan lo que califican como un cambio en la dinámica desplegada desde el gobierno nacional a partir de la llegada de Milei a la presidencia: que las conversaciones con los mandatarios provinciales ya no se basarían —como aducen que sí ocurría con los gobiernos anteriores— en “un toma y daca” atado a un pacto de gobernabilidad recíproco, donde el oficialismo negociaba votos a cambio de otorgar, por ejemplo, fondos para obra pública. “Ahora se discute sólo la letra de la ley”, comentan, orgullosos.
Ajustados
Cada mandatario tiende puentes con Balcarce 50 a partir de demandas particulares, pero con una urgencia en común: la necesidad una mínima recomposición en sus ingresos, que fueron alcanzados por la motosierra del Gobierno. Es que, más allá del “dialoguismo” que por definición los caracteriza, muchos dirigentes no esconden el malestar por el ajuste de Milei que los tiene como principales víctimas: con el recorte a casi la totalidad de las transferencias discrecionales y la eliminación tanto del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) como de los subsidios al transporte, la situación social y económica en sus territorios se agravó.
A partir de ofrecerles un alivio fiscal para sus alicaídas arcas provinciales, La Libertad Avanza pretende persuadir a los gobernadores para que los diputados y senadores que les responden acompañen la ley Bases, que pasó de más de 600 artículos a alrededor de 200, pero que conserva puntos de particular interés para el oficialismo como son la delegación de facultades al Poder Ejecutivo o la emergencia económica. Por eso, en el Gobierno se muestran abiertos a enviar un paquete que incluya la reposición de la cuarta categoría del Impuesto a las Ganancia, un gravamen eliminado por Sergio Massa durante la campaña y que implicó una baja sustancial de los fondos coparticipables. Sin embargo, hay posiciones encontradas entre los mandatarios. Los más reticentes son los gobernadores patagónicos, al frente de las provincias con sueldos más altos.
“Es una discusión de plata”, sintetiza, consultado por elDiarioAR, el politólogo y miembro del Centro de Investigación para la Calidad Democrática (CICaD), Facundo Cruz. Según el especialista en federalismo, “los gobernadores no tienen problema de compartir el costo del ajuste, pero no están de acuerdo con que se les traslade todo el costo”. En ese sentido, asegura que resulta una discusión incómoda para La Libertad Avanza ya que, si decide compensar a las provincias a través de la coparticipación de algún otro impuesto, se vería empujado a claudicar en su principal objetivo que es el superávit fiscal.
Para Cruz, el constante llamado a reuniones por parte del Gobierno configura una situación inédita para la historia reciente de la Argentina, la que respondería a la extrema debilidad parlamentaria con la que cuenta Milei. “Ningún otro presidente argentino tuvo que sentar a todos los gobernadores para que convocaran a sus bloques ya que tenía o la primera minoría o estaba cerca de alcanzar una mayoría propia”, sostiene el politólogo, que además asegura que el oficialismo “no deja de intentar inclinar a su favor las ventajas que ya el sistema le da en términos de la autonomía fiscal”.
Este martes tendrá lugar una nueva parada en ese largo camino del consenso que busca transitar el Gobierno. Será en Salta, en el marco de la primera reunión de los gobernadores del Norte Grande, donde se espera la presencia tanto de Francos como del vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y del secretario de Hacienda, Carlos Guberman. Con Gustavo Sáenz como anfitrión, el evento contará con la participación de los 10 mandatarios que conforman el NEA y el NOA. Varios de ellos fueron quienes, en febrero y también en territorio norteño, lograron expresarle sus quejas al ministro respecto del rumbo de la relación del gobierno nacional con las provincias. Un cónclave que, coinciden en ambas partes, fue clave para acercar posiciones y abrir el camino hacia la convocatoria de lo que luego Milei dio en llamar Pacto de Mayo.
PL/JJD
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