Para los investigadores, hartazgo social, búsqueda de notoriedad y marginalidad se esconden en el ataque a CFK
La jueza federal María Eugenia Capuchetti trabaja en la redacción del procesamiento de Fernando Sabag Montiel (35) y en terminar de definir la situación procesal de Brenda Uliarte (23), mientras los investigadores avanzan sobre el entorno de ambos detenidos por el intento de homicidio de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, afirmaron a elDiarioAR dos fuentes directas del expediente.
En lo inmediato, la jueza y el fiscal Carlos Rívolo buscan completar la investigación sobre el recorrido que hizo la pareja el jueves 1° de septiembre, antes de llegar al domicilio de la expresidenta. También quieren terminar de precisar los movimientos de Uliarte entre la noche del atentado y su detención tres días más tarde, el domingo 4 de septiembre. Ambos detenidos negaron su participación en el hecho el martes último. Sabag Montiel fue detenido infraganti. Su novia, por encontrarse en el lugar y momento del hecho.
A su vez, los técnicos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) colaboran en construir el mapa de relaciones de la pareja: cómo está compuesto el entorno, quiénes podrían haber prestado colaboración con el intento de homicidio y si estos posible cómplices pertenecen o no a organizaciones políticas marginales, explicó una fuente directa de la causa.
En ese mapa de relaciones aparecen algunos vínculos de Uliarte con libertarios radicalizados y el entorno más cercano o primer anillo de vinculación: hombres entre los 20 y los 30 años, de clase socioeconómica media baja, de economía informal, que en los mensajes y estados de Whatsapp de sus teléfonos manifestaron expresiones de descontento, bronca, hartazgo y odio a la clase gobernante, según pudo precisar elDiarioAR con tres fuentes de la causa.
Tienen en común varias características: clase social, afinidad con las redes sociales, necesidad de mostrarse en los medios o búsqueda de fama, tiempo libre para realizar tareas de “inteligencia” y manifestaciones recurrentes contra la política de planes sociales. “A priori los miembros de la organización parecen vulnerables e influenciables”, dijo una fuente de la investigación, pero a su vez, estos tomaron ciertos recaudos durante las horas posteriores al intento de homicidio.
Perfiles falsos
Para los investigadores es central acceder a las comunicaciones entre Uliarte y los vendedores de algodones de azúcar y otros miembros del entorno durante las horas posteriores al intento de homicidio.
La jueza estuvo el viernes en la sede de Ezeiza de la PSA “para ver el avance de las medidas ordenadas”, informó una fuente del juzgado.
Del análisis de los teléfonos, la PSA determinó que tras el atentado, Uliarte y su entorno se comunicaron a través de cuentas falsas en redes sociales, por lo que intentan identificarlas ya que no están abiertamente relacionadas con sus usuarios y no son mencionadas en las conversaciones analizadas.
Parte central del entorno de ambos detenidos son los cinco vendedores de algodones de azúcar que se presentaron con Uliarte en el canal Telefé para dar una entrevista en vivo con su versión de los hechos.
Algunos de ellos, despertaron más interés por sus manifestaciones, los intentos por “contener” a Uliarte tras el atentado y las constantes sugerencias para evitar que las conversaciones quedaran registradas en los teléfonos. “No hablemos por acá”, decían. Uno de los hombres investigados escribió en su estado de Whatsapp posterior al intento de homicidio de la vicepresidenta: “Alberto vos sos el próximo”.
Testigos en la mira
Los cinco vendedores de algodones de azúcar, conocidos como “los copitos”, que trabajaban con Uliarte en la vía pública se presentaron ante la Justicia a declarar de manera espontánea y entregaron sus teléfonos celulares. Investigan si realmente vivían de la venta ambulante de copos de nieve.
Los investigadores detectaron que eliminaron contenido de los dispositivos e intentan determinar en qué fechas lo hicieron, informó una fuente directa de la investigación.
La PSA finalizó este viernes la descarga de datos y archivos del teléfono de Uliarte. Lograron desbloquear un documento encriptado con audios y chats de Whatsapp y Telegram. Analizan 120 gigabytes de información.
Además, reconstruyen a través de imágenes, geolocalización y comunicaciones la presencia de la pareja y de otros posibles integrantes de la organización en las inmediaciones del domicilio de Fernández de Kirchner.
Sabag Montiel y Uliarte frecuentaron las inmediaciones del domicilio de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner desde los primeros días de agosto, como reveló elDiarioAR de una fuente con acceso a la causa.
Viaje a Quilmes
El jueves 1° de septiembre, Sabag Montiel y Uliarte viajaron hasta la localidad de Quilmes, en el sureste del conurbano de la provincia de Buenos Aires. Regresaron por la tarde en el tren de la línea Roca hasta la estación central Plaza Constitución. Supuestamente caminaron por avenida 9 de Julio y abordaron el subterráneo para llegar al barrio de Recoleta.
Llevaban una bolsa de plástico con una manta en su interior. Se intenta determinar si la usaron para transportar el arma hasta las inmediaciones del domicilio de Cristina Fernández de Kirchner. Buscan rastros de pólvora.
¿A qué fueron a Quilmes? La versión de los detenidos es que fueron a entregar parte del pago a un tatuador con quien Sabag Montiel quería hacerse un nuevo tatuaje.
Antes de ser apartada de la causa, la Policía Federal Argentina (PFA) siguió una pista que ubicaba a la pareja en un local de McDonald's, en Quilmes, en el que los acusados podrían haber intercambiado información con otra pareja.
Lo que llamó la atención a los investigadores es que al llegar a la zona de mesas del local, Uliarte se agachó rápidamente para levantar un papel del suelo que había arrojado la pareja sentada en esa misma mesa minutos antes. Lo leyó y se lo dio a Sabag Montiel.
Por el momento, se analizaron las cámaras del local de comidas rápidas, se solicitaron más grabaciones de las cámaras del municipio y privados, y se identificó a una posible testigo pero la pista es incierta.
ED
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