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Entre el pragmatismo y el ajuste

Jaldo, Jalil, Sáenz y Passalacqua: los gobernadores que hoy cenan con Milei y se convirtieron en su sostén legislativo

De izquierda a derecha: Osvaldo Jaldo (Tucumán); Hugo Passalacqua (Misiones); Raúl Jalil (Catamarca) y Gustavo Sáenz (Salta).

Pedro Lacour

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Un mes después del polémico asado que encabezó Javier Milei con diputados nacionales en la quinta de Olivos, con el fin de agasajar a los “héroes” que blindaron en el Congreso el veto a la ley de aumento jubilatorio, el Presidente recibirá este lunes por la noche a cuatro de los gobernadores dialoguistas más cercanos a la Casa Rosada. La cita es nuevamente en la residencial oficial y los invitados son Osvaldo Jaldo (Tucumán), Raúl Jalil (Catamarca), Gustavo Sáenz (Salta) y Hugo Passalacqua (Misiones). Todos ya confirmaron su presencia, según pudo saber elDiarioAR.

Desde la Casa Rosada consideran que estos mandatarios provinciales, al haber apoyado al Gobierno en decisiones legislativas clave, merecen un reconocimiento especial. Pero la cita no será solo para agradecerles el respaldo al veto presidencial contra la ley de Financiamiento Universitario, sino que también tendrá implicancias políticas más amplias: la administración de Milei busca asegurarse el apoyo de estos mandatarios al Presupuesto 2025, con la confianza de que actuarán como obturadores de las modificaciones a la ley de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) que impulsa la oposición más dura.

Jaldo

Entre los cuatro gobernadores invitados a Olivos, el que resalta por su cercanía con Milei es Osvaldo Jaldo. Anfitrión del Pacto de Mayo, que se firmó el 9 de julio pasado en “el jardín de la República”, el primer gesto fuerte del tucumano hacia la Casa Rosada tuvo lugar durante el verano, cuando pactó el acompañamiento de los diputados que le responden a la primera versión de la ley Bases, a cambio de que la industria azucarera tucumana siguiera protegida fiscalmente. Ese posicionamiento derivó en la primera escisión del bloque de Unión por la Patria en la Cámara baja y la formación de uno propio, bautizado “Independencia”, integrado por Agustín Fernández, Gladys Medina y Elia Fernández de Mansilla.

Hace dos semanas, esos tres legisladores, a las órdenes del gobernador, fueron fundamentales para que Milei sostuviera el veto presidencial a la ley de Financiamiento Universitario. Una postura que, al día siguiente de la multitudinaria marcha federal universitaria, Jaldo había matizado al expresar su intención de que haya “un mayor presupuesto para los sueldos de los docentes, para mejoras edilicias y para disponer de los elementos necesarios”. Sin embargo, en conferencia de prensa, también advirtió acerca del supuesto “impacto financiero” de la medida en el presupuesto nacional o en el PBI. “El déficit cero no lo debemos perder”, apuntó, para después añadir que, si eso sucede, “quiere decir que estamos asumiendo compromisos que no podremos cumplir”.

Lo cierto es que los miembros de la bancada Independencia no definieron su voto hasta bien entrada la mañana del día de la sesión especial, quizás conscientes del costo político que podría acarrearles la decisión acompañar la voluntad de Milei. De hecho, consumada la ratificación del veto, los legisladores “jaldistas” fueron repudiados por la comunidad académica de la provincia. El diario La Gaceta dio cuenta de cómo en tres facultades de la Universidad Nacional de Tucumán se pegaron carteles con las fotos de Fernández, Medina y Fernández de Mansilla, con una leyenda clara: “Votar a favor (del veto de Milei) es traicionar a la universidad”.

Además de los rostros de los tres representantes del PJ, también aparecía en los afiches Mariano Campero, el radical que cambió su voto con la movilidad jubilatoria y acercó a otros cuatro de su partido a la Casa Rosada para defender al oficialismo. El mensaje era contundente: “¡Alerta de ratas! Diputados los estamos mirando”, decía la consigna.

Sáenz

“Vamos a buscar resolver los problemas de cada una de nuestras provincias y es la oportunidad que tenemos de algo que venimos reclamando, un diálogo con el gobierno nacional”, sostuvo este lunes el gobernador salteño Gustavo Sáenz al ser consultado por la cena que compartirá esta noche junto al presidente Milei. “Hemos acompañado al Gobierno dándole las herramientas que necesita, desde el primer momento hemos planteado un diálogo”, inistió el mandatario en una entrevista con Radio Mitre, aunque se atajó al apuntar que “acá nadie es héroe ni hay que festejar nada”.

Sáenz se declara “ferviente defensor de la universidad pública”, algo que logró ratificar con la votación de dos de sus tres diputados en el recinto. El bloque Innovación Federal, integrado por los oficialismos provinciales de Salta, Río Negro y Misiones, tomó caminos distintos a la hora de posicionarse ante el veto de Milei. Su jefa de bancada, la salteña Pamela Calletti, que es docente universitaria, votó en contra de la decisión oficial, al igual que su coprovinciano Pablo Outes. Curiosamente, quien estuvo ausente fue Yolanda Vega, que se excusó en un malestar físico.

Al confirmar la cena de este lunes, Sáenz, que estuvo de gira por Europa, comentó que su idea es “contarle al Presidente acerca de las inversiones que conseguimos y que hay que apurarse con algunas cuestiones provinciales o nacionales”. No es que haya “trabas”, aclaró, pero sí “burocracia propia del Estado que hace que se demore [la implementación del RIGI] y no estamos en condiciones de demorar ni un minuto”, sostuvo el gobernador de Salta en declaraciones a Radio Mitre.

Asimismo, sostuvo que su objetivo es que se empiece “a ver a la Argentina no desde la Capital Federal y el Gran Buenos Aires”. En ese sentido, indicó que “Salta tiene una sola universidad pública y hay municipios que tienen tres”. “Los presupuestos para ellos son mayores que el de nuestra provincia”, reclamó.

Sáenz forma parte del conjunto de gobernadores que más dispuestos está a prestarle gobernabilidad a La Libertad Avanza. Ese grupo también lo constituyen el catamarqueño Rubén Jalil, el misionero Hugo Passalacqua y el tucumano Osvaldo Jaldo. No por causalidad, en febrero, los cuatro encabezaron una reunión con el por entonces ministro del Interior, Guillermo Francos, en la que lograron expresarle sus quejas respecto al rumbo de la relación del gobierno nacional con las provincias. Ese encuentro, que tuvo lugar en Salta y del que también participó el jujeño Carlos Sadir, fue clave para acercar posiciones entre las partes luego de un verano tormentoso en la relación de la Casa Rosada con las provincias.

Passalacqua

La relación de Hugo Passalacqua con la Casa Rosada es otro ejemplo de buena vecindad. Desde la asunción de Javier Milei como presidente, el “misionerista” Frente Renovador de la Concordia, liderado por el exgobernador Carlos Rovira, decidió volver a levantar la consigna que ya es un leitmotiv del oficialismo misionero: “Gobernabilidad con gobernabilidad se paga”. El último ejemplo de ello fue la votación del veto a la ley universitaria: los cuatro diputados que responden a Rovira, y que conforman el bloque Innovación Federal junto a los salteños de Sáenz, se abstuvieron.

Sin embargo, el único en quedar en offside fue Alberto Arrúa, secretario general del PJ local. Sucede que el diputado no solo había votado el financiamiento universitario en el recinto, sino que en las horas previas a la sesión en la que se decidía el futuro del veto de Milei llegó a prometer públicamente que iba a rechazarlo. “A mí y a mis compañeros de bloque no nos van a encontrar apoyando las políticas de este gobierno”, dijo en una entrevista con Futurock, exhibiendo una intransigencia opositora que se le desconocía. Arrúa fue el principal apuntado por la expresidenta Cristina Kirchner, que acusó a los gobernadores, ahora invitados por Milei, de “transfuguismo político”.

No son tiempos precisamente tranquilos para el misionero Rovira. Los reclamos salariales de trabajadores estatales que en mayo tuvieron en vilo a la provincia, y que pusieron a Misiones en el foco de la atención pública nacional, mostraron como nunca antes las fragilidades de su construcción hegemónica, además de las consecuencias del ajuste llevado adelante por La Libertad Avanza. Sin embargo, el cimbronazo no perjudicó en lo más mínimo el plan de acercamiento a Milei ensayado de antemano por el líder provincial.

Aliado permanente de cada inquilino de la Casa Rosada, el plan trazado por Rovira es explícito: consolidar una corriente “libertaria” propia dentro de su espacio político para, de esa manera, monopolizar la representación de ese espectro ideológico en las elecciones de 2025. Para lograrlo, Milei debería de prescindir de disputarle el poder en su territorio con un candidato competitivo el año que viene. Un favor que, según deslizan fuentes misioneras a elDiarioAR, Rovira confía que podrá cobrárselo a partir de los apoyos de sus diputados a las iniciativas impulsadas por el Gobierno en el Congreso.

Jalil

El catamarqueño Raúl Jalil es otro de los mandatarios provinciales que hace gala de una relación pragmática con el gobierno de Javier Milei. Este enfoque se hizo evidente en la reciente votación sobre el veto presidencial a la ley de Financiamiento Universitario: el gobernador le ordenó a la diputada catamarqueña Fernanda Ávila, integrante de la bancada de Unión por la Patria, que no bajara al recinto y permaneciera en su despacho durante la sesión del veto para que su ausencia en el recinto permitiera que no cayera le decisión de Milei.

Jalil fue uno de los primeros mandatarios que se sentó a firmar convenios con Guillermo Francos en el marco del plan de traspaso de obras nacionales a las provincias. Durante ese encuentro, se acordó un desembolso de 25.000 millones de pesos para obras de infraestructura. Sin embargo, esas promesas se encuentran hoy atadas a lo que se resuelva tras el debate del Presupuesto 2025 en el Congreso.

El primer gran guiño del gobernador a Milei fue cuando los tres diputados de Unión por la Patria de la provincia votaron a favor de la ley Bases, lo que posteriormente se tradujo en la firma de Jalil al Pacto del Mayo. “La gente eligió. Si uno ve la elección, mucha gente votó a intendentes, a mí y a Milei de manera muy transversal”, sostuvo en junio el mandatario en una entrevista con Clarín.

Pero el impacto del ajuste de Milei sobre la provincia es notorio. El porcentaje de pobreza del primer semestre registrado en el Gran Catamarca es de un 55,9%, superando en tres puntos los porcentajes nacionales del 52,9%, según revelaron las cifras de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec. Del informe oficial también se desprende otro dato alarmante: 25.888 catamarqueños pasaron a ser pobres durante la gestión de La Libertad Avanza.

PL

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