Macri asume un perfil más opositor, en medio del abrazo libertario de Milei a sus diputados
“Todo está a punto de irse al carajo. Internamente lo hablamos, hay como una calma antes de la tormenta”. Aún faltaban unos días para que Javier Milei se alce con su primera victoria legislativa en Diputados y el comentario sorprendió tanto por el emisor como por la fatalidad del escenario planteado: no provenía de una voz kirchnerista o peronista, sino de la mesa chica del PRO, en la que muy pronto se sentará a la cabeza Mauricio Macri.
El partido amarillo fue vital en la aprobación de la ley Bases y el paquete fiscal libertario, y Macri reaccionó rápido para –vía Twitter– “agradecer y felicitar” a los legisladores que votaron en bloque con La Libertad Avanza. Sin embargo, hubo tensiones internas durante las 30 horas de sesión entre el lunes y martes pasado, donde los movimientos en el recinto de Silvia Lospennato sintetizaron el nerviosismo y la tensión con la que está construída la alianza parlamentaria entre PRO y LLA. El inminente regreso del exmandatario al frente de su propio partido anticipa que la relación con los Milei –tanto el Presidente como su hermana Karina– no será del todo armoniosa, pudo reconstruir elDiarioAR de distintas fuentes amarillas.
Está previsto que Macri asuma a mitad de semana como jefe formal de la escudería que fundó hace más de 16 años, tras una interna que no fue tal. Las derrotas en cadena de Horacio Rodríguez Larreta y de Patricia Bullrich en las elecciones 2023 dejaron acéfalo al PRO. Y al empresario-ingeniero casi no le quedó opción que hacerse cargo de su juguete para evitar su intrascendencia política. Si puertas adentro debe conciliar los polos antagónicos, puertas afuera tiene que reinventar el perfil amarillo para no quedar fagocitado por los libertarios.
Macri reasume en el PRO acompañado en la fórmula por Soledad Martínez, intendenta de Vicente López de la mano de Jorge Macri, ahora jefe de Gobierno porteño. En la vice segunda se va a ubicar Damián Arabia, diputado nacional y condicional de Bullrich. Es parte del acuerdo entre el expresidente y la ministra de Seguridad mileísta, que no está dispuesta –al menos por ahora– a sacar los pies del plato: estará al frente del consejo nacional.
El acuerdo entre los amarillos y los libertarios no va a trascender del edificio del Congreso. La alianza o cogobierno no la quiere Karina, pero tampoco Macri. “Mauricio va a empezar a tomar un perfil más opositor. Va a comenzar a despegarse de Milei”, aseguraron al lado del ingeniero. Su intención es utilizar el título de líder institucional de su fuerza para empezar a desplegar una narrativa distinta a la mileísta.
Macri está de acuerdo con la política-económica de déficit cero, pero no comparte dos postulados liberales que el Presidente estaría, según su mirada, poniendo en jaque: la libertad de prensa y la independencia de la Corte Suprema. Llegó a expresarlos incluso en la cena de la Fundación Libertad de hace diez días, aquella en que se viralizó la imagen del exmandatario en soledad cuando Milei bajó del escenario tras su especie de stand up libertario.
Un amarillo distanciado con Macri notó en esos dos ejes movimientos particulares. Sobre la libertad de expresión, un cambio sutil en la editorialización del canal de noticias LN+. Los comentarios de Eduardo Feinmann en defensa de la marcha federal universitaria contra Milei abonarían esa teoría. Sobre la propuesta oficial de Ariel Lijo para el máximo tribunal, además del operativo mediático, otro más subterráneo para invalidar su designación, a cargo de María Eugenia Talerico –ex segunda de la Unidad de Información Financiera– y Javier Iguacel –extitular de Vialidad Nacional–.
La nueva estrategia macrista tiene como horizonte las legislativas 2025. De un lado y del otro coinciden en que las elecciones de medio término definirán los alcances de aquel pacto de Acassuso que llevaron a Milei a la Rosada en el balotaje. En el armado macrista imaginan que el acuerdo con los libertarios será distrital, para nada atado a un paraguas nacional. Obviamente lo que resulte del AMBA tendrá trascendencia, pero el fuerte apoyo que cosechó el Presidente en las provincias significó un plebiscito para la marcha del Gobierno.
Macri podría ser candidato a senador por la Capital Federal o primer candidato a diputado por la provincia de Buenos Aires. “Nosotros fuimos terceros cómodos, pero aún hay un electorado al que podemos representar”, entienden cerca suyo. ¿Cuál sería la contraoferta libertaria? “Si yo fuera el Presidente, la convenzo a Patricia para que sea ella la candidata. Es la funcionaria que más mide. Y así lo cago a Mauricio”, plantearon muy cerca de la ministra. Para ella sería definitivamente romper con el PRO: “Si Mauricio quiere un club de amigos, es muy complicado”, agregó la voz bullrichista.
Para neutralizar al kirchnerismo, un acuerdo de bandera blanca sería Macri en CABA, Bullrich en PBA. Pero el movimiento de Karina de conformar el sello partidario de LLA a nivel porteño se leyó como un desafío para los amarillos. Ya hay ruido de fondo en la relación del primo Jorge con la Rosada, sobre todo por la demora en el envío de fondos coparticipables como sentenció la Corte durante la gestión del Frente de Todos. Igualmente los vasos comunicantes son llamativos: hasta el ministro de Seguridad porteño, Waldo Wolff, tiene trato frecuente y personal con Milei.
Con todo, la foto que dejó la aprobación de la ley Bases y el paquete fiscal en Diputados revela la simbiosis entre violetas y amarillos. Milei tuvo entre las filas del PRO a defensores más acérrimos que entre su propia bancada. Destacó mediáticamente Lospennato, que llegó a discutir muy fuerte con su amigo y exaliado en JxC Maximiliano Ferraro dentro del recinto para que Martín Menem no habilite la votación particular por artículos, en vez de por capítulos. La legisladora supuso que si le daba la razón a su par de la Coalición Cívica, ponía en riesgo que todo el kirchnerismo se pliegue al pedido. “Fue una hijaputez”, la reprocharon.
Lospennato fue felicitada hasta por el propio Presidente, quien no reparó que ella comulgaba en las filas de Larreta. “No me lo esperaba”, declaró sorprendida en una entrevista con CNN Radio. Pese a su performance, la diputada fue corrida internamente del cargo de secretaria parlamentaria de la bancada que conduce Cristian Ritondo. Su lugar en el PRO fue ocupado por la bullrichista Silvana Giudici. Lospennato ahora será vice tercera de Diputados. “Un chupete de madera”, la chicaneó un colega, que la cuestionó por haberse ausentado en la votación en particular del capítulo sobre la reforma previsional. Hay quienes vieron allí también la mano oculta de Macri.
MC/MG
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