Con una marcha muy acotada, la CGT reclama contra el DNU de Milei
El pesado y burocrático brazo de la CGT se movilizará este miércoles al mediodía apenas unos metros, desde la Plaza Lavalle al Palacio de Tribunales, para dejar en mesa de entradas una demanda judicial contra el mega DNU de Javier Milei que despabiló a propios y ajenos con una flexibilización laboral sin precedentes. Detrás de ese gesto político habrá columnas de un sinfín de gremios, las dos CTA y hasta las agrupaciones sociales kirchneristas y los piqueteros de izquierda dándole músculo a la histórica central obrera para que el acto sea algo más que una formalidad. ¿Se allana el camino a un paro general?
La presencia activa de un gran número de agentes de seguridad federales y de la Policía de la Ciudad –en el marco del protocolo antipiquete de Patricia Bullrich– será un condicionante a la perfo de la CGT, cuya división interna la hace titubear sobre su reacción ante el temerario decretazo del Presidente. En las últimas horas hubo discusiones subterráneas para acotar la manifestación al mínimo posible o quitarle cierto tenor “combativo”. Desde el Gobierno incluso se celebró que los gremialistas pidieron “autorización” para realizar la manifestación.
La concentración convocada por la CGT a solo 16 días de asumido el nuevo gobierno marca igualmente un quiebre en su actitud de los últimos cuatro años: a la administración de los Fernández no le hizo ni un solo paro general, pese al constante deterioro de los salarios ante la creciente inflación.
La cantidad de manifestantes que haya hoy, la parafernalia que muestren y la reacción que tengan las distintas columnas ante el cerco policial dará una pista sobre la futura relación entre el Gobierno y los movimientos organizados. Mañana el Comité Central Confederal cegetista tiene en agenda reunirse para definir un plan de lucha. En ese marco podría llegar a discutirse una huelga nacional de 24 horas.
Los efectos laborales de la masiva derogación que hizo Milei son inéditos. Propone el ajuste a las indemnizaciones, la eliminación de los artículos que regulan multas y sanciones por el empleo no registrado, la facilitación de la tercerización, la extensión del período de prueba, la posibilidad a que se despidan con causa –y por tanto sin indemnización– a aquellos empleados que participen en bloqueos o tomas de establecimiento, y los nuevos límites al derecho a huelga de determinados sectores esenciales, entre otras medidas que entrarían en vigencia el viernes. Pero las que quizás golpean el corazón de interés cegetista son el límite a los convenios colectivos de trabajo y el recorte a los aportes que realizan los afiliados y no afiliados, las famosas “cuotas solidarias”.
Plaza Lavalle a las 12 será el epicentro de la protesta de hoy. Una última reunión de segundas líneas ayer en la sede de la CGT buscó ordenar las ubicaciones de cada sector y agrupación. La expectativa está en cuál será el nivel de cortes de tránsito en pleno microcentro porteño, a metros del Obelisco, porque si bien la manifestación será acotada en cuanto a espacio, difícilmente las nutridas columnas queden restringidas a permanecer en la vereda hasta que ingresen a la plaza.
“Queremos ajustar detalles para que no se genere un embudo, pero puede que en algún momento se taponen las calles. Cada gremio va a tener decisión libre de llevar a la gente que quiera”, aseguraron en el entorno de uno de los jefes cegetistas. El protocolo antipiquete de Bullrich parece tener cierto efecto aleccionador finalmente.La CGT busca evitar que se repitan las escenas de tinte represivo de la semana pasada, cuando la Policía Federal y la Gendarmería acordonaron la marcha de la izquierda a la Plaza de Mayo. También una protesta de ATE quedó circunscrita a la vereda. La central, en definitiva, no quiere aún quemar las naves con la Casa Rosada.
“Vamos a estar en los lugares federales y trabajar en conjunto con la Ciudad”, adelantaron desde el ministerio de Seguridad de Bullrich a este medio sobre el operativo policial. “Será de prevención, nada más”, apuntó una autorizada voz de la cartera nacional. Su “objetivo” a custodiar es la sede del máximo tribunal, ubicado en el mismo edificio. Anoche desde el ministerio se informó que la central presentó una autorización formal para realizar un evento denominado “CGT” en Plaza Lavalle y sacó un seguro de responsabilidad civil de $10 millones.
Desde Seguridad se informó que la central obrera presentó una autorización formal para realizar un evento denominado "CGT" en Plaza Lavalle y sacó un seguro de responsabilidad civil de $10 millones
“La Confederación General del Trabajo se compromete a acatar las resoluciones N° 706 y demás normativas aplicables a eventos masivos en espacios públicos, siendo advertido que el incumplimiento conllevará a la caducidad del permiso. En el permiso otorgado, se los insta a coordinar con el Comando Unificado, conformado por las 5 fuerzas federales y el Gobierno de la Ciudad”, informaron desde el quipo de Bullrich.
Según supo elDiarioAR, una delegación del triunvirato de la CGT, que encabezan Héctor Daer, Carlos Acuña y Pablo Moyano, ingresaría por Tucumán y Libertad, donde está el Teatro Colón, para atravesar la plaza y llegar a la puerta de Tribunales. La demanda se presentaría en mesa de entrada de la secretaría general de la Cámara de Apelaciones del Trabajo. Ayer ya hubo una primera presentación de “anticonstitucionalidad” junto a un recurso de amparo para que se suspenda la aplicación del todo el capítulo de reforma laboral: quedó radicada en el juzgado laboral número 69, a cargo del juez José Ignacio Ramonet, consignó Clarín.
Para el acto en sí en la plaza, está proyectado que la columna de UPCN ingrese por Viamonte y Libertad. La UOCRA hará lo propio por Viamonte y Cerrito. Obras Sanitarias, por Libertad y Córdoba. Sanidad se apostará en Talcahuano y Lavalle, al igual que las dos CTA. Los Camioneros y el Frente Sindical concentrarán en Lavalle y Libertad. Y los movimientos y agrupaciones sociales, tanto kirchneristas como de izquierda y piqueteras, estarán en Talcahuano y Córdoba.
“La movilización a Tribunales es para pedirle a los jueces del fuero laboral que este decreto es inconstitucional, donde de un día para otro el presidente voltea 300 y pico de leyes y amplía más derechos a los empresarios. También otras centrales y las regionales de la CGT, seguramente, presenten amparos para que no se aplique el decretazo a partir del 29 de diciembre”, anticipó ayer el camionero Moyano, en una entrevista que dio al sitio Zoom al mismo momento en que cancelaba a último momento una reunión con Eduardo “Chiquito” Belliboni, del Polo Obrero.
Esa fue una de las tantas fricciones que hubo en la previa a la manifestación. Luego del desplante por la mañana, Belliboni fue invitado a la CGT por la tarde de ayer para “ponerse de acuerdo” –recogió este medio– sobre la logística de la concentración. El bloque piquetero va a movilizar con un reclamo incluso a la propia central: tienen pensado llevar una bandera con la inscripción Paro Activo Nacional y Plan de Lucha. “Si no van más de diez mil personas, va a ser algo chiquito y con la marcha no va a pasar nada”, advirtieron en la izquierda.
La interna que atravesó a la CGT fue que “los Gordos” –los grandes gremios– querían plantear una “marcha ordenada”, en contraposición a la postura más dura de Moyano o de otros como Omar Maturana, de La Fraternidad, que ya la semana pasada reclamó que mañana mismo sea el primer paro general. En paralelo al armado de la manifestación, los sindicalistas buscaron también apoyo político del kirchnerismo y el peronismo: ayer se encontraron con los senadores de Unión por la Patria –la semana pasada habían visitado a los diputados en el Congreso– y también se vieron con los distintos gobernadores del PJ.
Daer, en diálogo con AM 750, fue más institucionalista sobre el efecto de la movilización: “Vamos a ir a la justicia y vamos a acompañar con nuestros cuerpos orgánicos la presentación ante Tribunales; es importante que el Congreso y la justicia actúen”, dijo el dirigente gremial de sanidad.
Un pliego de instrucciones circuló en la previa a la manifestación con varios puntos llamativos de “autocontrol”: que no haya grandes columnas, que sea sin estandartes y poca percusión, con “trapos chicos” e identificaciones con chalecos o remeras, que el arribo sea en grupos pequeños y “sin micros” y por la vereda “evitando cualquier invitación a la violencia”. “No quieren que desborde”, comentó ayer a elDiarioAR una fuente sindical al tanto de los últimos detalles de la marcha. En esos términos buscará la CGT movilizarse por primera vez contra Milei.
MC/JJD
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