En medio de la presión por el caso Loan, Bullrich disputa con Macri su futuro en el PRO
Patricia Bullrich vive horas intensas. Visiblemente hiperactiva detrás de las fuerzas federales abocadas en Corrientes al caso de Loan Peña, de manera subterránea encabeza una puja política con Mauricio Macri por su cuota de poder en el PRO. Aunque universos muy distintos, ambos temas están conectados por los modos políticos de la ministra de Seguridad, a quien muchas encuestas marcan como la funcionaria mejor valorada de Javier Milei. Curiosamente, en ambos frentes podría haber resoluciones importantes en las próximas horas y serán claves las reacciones de la ex candidata presidencial.
Bullrich asumió personalmente la pesquisa sobre el paradero del niño de cinco años desde que su desaparición pasó a la órbita de la Justicia federal como posible caso de trata de personas. Ya viajó a Corrientes dos veces; la última vez fue este fin de semana, justo cuando tomó trascendencia la hipótesis de que Loan habría sido atropellado por un vehículo conducido por un capitán de navío retirado.
La declaración en sede judicial de Laudelina Peña tuvo su impacto político inmediato. Según reconstruyó elDiarioAR, Bullrich se enojó con el gobernador Gustavo Valdés porque publicó el sábado a la mañana un tuit en el que señaló que se había dado “un gran paso en la resolución del Caso Loan”. La ministra y el mandatario radical habían estado en contacto el viernes a la noche y el sábado a la madrugada, cuando sabían que estaba declarando la tía de Loan. “Patricia no quería que se dijera públicamente lo del accidente, pero algo se rompió con Gustavo”, aseguraron desde la provincia.
Si el giro del caso es definitivo, el expediente volvería al fuero provincial, por lo que ya no tendría sentido el despliegue de las fuerzas federales en la búsqueda de Loan. La ministra envió para asistir a la jueza federal Cristina Pozzer Penzo decenas de efectivos, drones topográficos y hasta perros entrenados. Aprovechó la fuerte atención mediática para mostrarse activa: “Se trabaja con máxima profesionalidad y con el corazón”, lanzó Bullrich en un tuit el domingo con fotos suyas en el naranjal de la localidad 9 de Julio donde fue visto por última vez el niño el 13 de junio. Ayer, sin embargo, prefirió llamarse a silencio: “Hay secreto de sumario; más allá de lo que digan los diarios, yo no voy a decir nada”, bajó el perfil en una rueda de prensa en Santa Fe, donde fue a supervisar las obras de infraestructura de la cárcel de Coronda.
Un estrecho colaborador de la ministra que conversó con ella por teléfono y de manera personal en las últimas horas aseguró que la encontró “tranquila” y buscó darle dimensión a su accionar: “Cuando una persona está desaparecida, no tenés de dónde empezar a tirar del ovillo. Es un tema muy difícil. Y las fuerzas policiales son auxiliares de la Justicia, se siguen las órdenes judiciales”, explicó la fuente. El domingo Bullrich polemizó muy fuerte con Sergio Maldonado, hermano de Santiago Maldonado, quien desapareció en 2017 tras una represión de la Gendarmería en la comunidad Pu Lof de Chubut y fue encontrado muerto setenta y siete días después en el río Chubut.
La interna del PRO
El caso Loan encuentra a Bullrich en medio de una fuerte disputa con Macri por la influencia interna en el PRO. Para el jueves está en agenda una reunión partidaria para elegir la nueva conducción de la Asamblea, el órgano que define las alianzas políticas de la fuerza política. Ese lugar estaba reservado para la ministra según un acuerdo que había alcanzado con el ex presidente meses atrás, pero el líder amarillo ya tiene definido ubicar allí a Martín Yeza, diputado nacional y ex intendente de Pinamar, confirmaron a elDiarioAR en su círculo. Las derivas son inciertas porque podría afectar la relación política entre el PRO y La Libertad Avanza, que hasta ahora funcionaron en tándem –al menos– en el Congreso.
Sugestivamente, Macri esperó a que se sancione la ley Bases para avanzar en su ofensiva contra su ex ministra. Y ayer se conoció el primer informe de la Fundación Pensar, un think thank amarillo que tiene a María Eugenia Vidal como titular pero al expresidente como padrino político. “Hay más interrogantes que certezas”, se lee en un apartado del documento de la ONG que comenzará a publicar informes mensuales sobre el devenir de la gestión libertaria, supo este medio. Es llamativa la crítica velada a Bullrich, al señalar que “los piquetes acumulan 4 meses de subas”. En otra línea se destaca como diagnóstico sobre el comienzo del gobierno: “El peor arranque legislativo de la democracia”.
“La idea es que Patricia se quede afuera. Mauricio entiende que ella ya no forma parte del PRO, sino que es del Gobierno. Y ahora el PRO va a comenzar a definir en qué cuestiones apoya al Gobierno y cuáles no”, fue tajante una fuente macrista sobre lo que ocurrirá en dos días. “Si quieren expulsar a Patricia que lo digan. Son ellos los que quieren romper”, desafiaron cerca de la funcionaria de Milei.
“Yo no estoy preocupado por lo que vaya a pasar. Tenemos un acuerdo político y los acuerdos se cumplen. Nunca vi a un expresidente no cumplir con su palabra”, planteó en un tono menos belicoso el diputado Damián Arabia, actual vicesegundo del PRO y quien fue uno de los tres negociadores de Bullrich en la mesa que abrió con Macri cuando se definió que el expresidente volvería a conducir el partido. Los otros dos bullrichistas fueron el legislador porteño Juan Pablo Arenaza y el exsenador Pablo Walter, mientras del lado macrista se sentaron Fernando de Andreis –exsecretario general en la Rosada–, Darío Nieto –legislador porteño– y Humberto Schiavoni –exsenador–.
Ayer ambos bandos se reunieron por separado para definir su estrategia hacia el jueves. El hecho promete tensión porque Bullrich estaría presente en la cumbre –no así Macri, que no es asambleísta–. El escenario posible es un hotel en el centro porteño. La idea en el macrismo es que luego de consumada su jugada, haya una foto en Vicente López para mostrar el “músculo territorial” del PRO. A esa postal no estaría invitada la ministra.
El cisma entre Macri y Bullrich tiene como antecedente inmediato la ruptura del bloque PRO en la Legislatura de Buenos Aires para armar la bancada “PRO-Libertad”. Eso derivó en que Cristian Ritondo desplazara en la conducción provincial partidaria a Daniela Reich, actual senadora bonaerense y esposa del intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, quien saltó de las filas de Horacio Rodríguez Larreta a las de Bullrich –incluso sumando dirigentes suyos al gabinete mileísta–.
La ministra contraatacó y desplazó a su secretario de Seguridad, Vicente “Tito” Ventura Barreiro, quien provenía del equipo de Ritondo. Lo acusó de interferir en un proceso licitatorio de servicios de comida para el Servicio Penitenciario y lo denunció en la Oficina Anticorrupción. Su salida fue el 22 de junio, el mismo día que se conoció públicamente la desaparición de Loan.
MC/MG
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