Murió a los 72 años por coronavirus el politólogo Carlos Escudé

El politólogo Carlos Escudé murió hoy a los 72 años tras permanecer más de dos meses internado con coronavirus. Su mujer, la socióloga Mónica La Madrid, había fallecido el 30 de septiembre por la misma enfermedad.

Escudé, nacido en Buenos Aires en 1948 y formado en la Universidad de Yale, era investigador del Conicet, docente en diferentes universidades y director del Centro de Estudios de Religión, Estado y Sociedad (CERES). Antes de realizar su doctorado en Estados Unidos, estudió en Oxford y en la Universidad Católica Argentina. En la década de los 90 fue asesor del entonces ministro de Relaciones Exteriores Guido di Tella.

Fue muy prolífico como intelectual y publicó más de 30 libros así como cientos de publicaciones académicas y periodísticas. Escudé defendió la teoría del “realismo periférico”, una escuela de pensamiento que planteaba que los Estados no centrales, empobrecidos y vulnerables como Argentina debían alinearse con Estados Unidos y otras potencias occidentales para no pagar altos costos económicos y sociales. La explicó en su libro Realismo Periférico: Bases Teóricas para una Nueva Política Exterior Argentina (Planeta, 1992).

Las célebres “relaciones carnales” con los Estados Unidos que implementó el canciller Di Tella durante el Gobierno del presidente Carlos Menem se atenían a los planteos teóricos de Escudé, por lo que muchos le atribuyeron su autoría intelectual.

A lo largo de su carrera, Escudé recibió muchos premios, entre ellos, la beca Guggenheim para estudiar las relaciones entre Estados Unidos y la Argentina (1984), la Orden de Bernardo O’Higgins por su defensa de la paz entre la Argentina y Chile (1986), el Premio Bernardo Houssay del Conicet (1987) y el diploma Konex por su labor como politólogo (1996).

Junto con el ex vicecanciller Andrés Cisneros coordinó una Historia de las Relaciones Exteriores de la República Argentina, que es referencia obligada en la materia y abarca quince volúmenes desde las invasiones inglesas de 1806 hasta el final del Gobierno de Raúl Alfonsín en 1989.

Le gustaba la confrontación y se entregaba a ella de manera frontal. En los últimos años se convirtió al judaísmo religioso de raíces místicas. Era crítico de las investigaciones judiciales sobre la causa AMIA y había tomado posición a favor de la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner en la causa por el Memorándum con Irán. Más recientemente, se oponía a la cuarentena y criticaba las medidas de restricción contra la pandemia de coronavirus.

CRM