La oposición junta votos con la ilusión de un contragolpe legislativo
A horas de que el Congreso arranque nuevamente el debate por la ley ómnibus bis, la oposición prepara sigilosamente su propia agenda de acuerdos. Es una suerte de contragolpe legislativo que podrían tener a mano los gobernadores al momento de sentarse a negociar.
Mientras esperan el texto final de la nueva ley Bases, los bloques más alejados a la Casa Rosada empiezan a hacer cuentas, miran con atención la presentación de proyectos ajenos y afinan las estrategias con la ilusión de llevarse otra victoria legislativa. En ese menú aparecen temas que van tomando un mayor consenso que hace dos meses y que ahora podrían juntar a los opositores más duros con los más dialoguistas.
El tema educativo cruza las agendas de todos los bloques. Según anticiparon fuentes parlamentarias de distintos espacios políticos a elDiarioAR, al menos en la cámara de Diputados estarían cerca de conseguir los votos para reponer el Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid), cuya eliminación oficial quedó plasmada la semana pasada en el Boletín Oficial. Hasta ahora el Gobierno había eliminado las partidas, ahora directamente fue contra la herramienta.
En las cuentas que hacen en los bloques opositores suman los 99 legisladores de Unión por la Patria; los 5 de la izquierda; y al menos unos 10 pertenecientes a la UCR que se desmarcarían del mando de Rodrigo de Loredo después de lo que fue el cimbronazo en el partido del voto de rechazo al DNU 70 por parte de Martín Lousteau en el Senado. También cuentan al grupo estable de Hacemos Coalición Federal que no responde a Miguel Pichetto, pero integra el espacio, como Margarita Stolbizer, que hace dos semanas pidió sesión especial para reponer el Fonid y a último momento, negociación mediante por la conformación de las comisiones, la levantó. Las intenciones de volver a insistir las mantiene.
Por otro lado, estarían los votos de Innovación Federal, el bloque que armaron los gobernadores de Salta, Misiones, Neuquén y Río Negro. De hecho, del otro lado del palacio, la senadora Mónica Silva, que responde al gobernador Alberto Weretilneck, presentó en los últimos días un proyecto para la creación de un Fondo Nacional para el Desarrollo Docente (Fondedoc). Ese fondo tendrá carácter permanente y se financiará, según la iniciativa, con el 20% de lo recaudado por los derechos de exportación de la soja, la caja más esperada por la Casa Rosada para abril y mayo.
El problema es que para poder avanzar necesitan tener dictamen de comisión. Ahí juega José Luis Espert, que como presidente de Presupuesto y Hacienda, podría trabar la convocatoria. Depende del giro a comisiones que defina Martín Menem, pero como se trata de fondos, es probable que cualquier debate pase también por las manos de Espert, más allá de la presión que implementen sobre el presidente de la comisión de Educación, el diputado del PRO Alejandro Finocchiaro. Sin dictamen, el conglomerado opositor no llega con los votos. De ahí que la presión que puedan poner los gobernadores en la mesa de discusión que viene será clave. Hay provincias, como Santa Fe, que están dispuestas a dar la pelea.
Mañana se dará un primer testeo con la convocatoria de la Casa Rosada a los gobernadores de lo que fue Juntos por el Cambio. Ahí recién va a estar el texto definitivo de la nueva ley Bases. Mientras tanto, la reposición del Fonid es un tema recurrente en las conversaciones de los jefes provinciales, de todos los signos políticos.
En las reuniones con los funcionarios nacionales aún no se habló de las partidas que la Nación le quitó a las provincias. Y la única moneda de cambio que ofrece el gobierno de Javier Milei es la vuelta del impuesto a las Ganancias, algo para lo que no están los votos, ni en el Senado ni en Diputados.
La reapertura del Congreso podría traer también otro tema caliente: el financiamiento universitario. Ahí el radicalismo pica en punta. La diputada Danya Tavela ya tiene presentado un proyecto para establecer criterios de actualización de las partidas que Unión por la Patria mira con atención. En ese juego, el peronismo suele esperar que mueva el resto de la oposición para después aportar su músculo parlamentario.
El otro debate que quedó pendiente es el de las jubilaciones. Para quitarle el envión a la oposición, el Gobierno avanzó con su propia fórmula vía decreto, pero desde los bloques más amigables quieren insistir con modificaciones en el porcentaje que se estableció por la pérdida de poder adquisitivo de los primeros meses del año. Los votos, dicen, están. El problema nuevamente es Espert. La presidenta de la comisión de Previsión y Seguridad Social, la radical Gabriela Brouwer de Koning, anunció que avanzará con la convocatoria, pero no así Presupuesto. Ya integrado plenamente al oficialismo, Espert adquirió rápido las mañas legislativas para alargar los debates.
Lo que es poco probable es que se repita en Diputados el escenario del Senado, que le dio al Gobierno una de sus más duras derrotas legislativas con el rechazo al DNU 70. En las cuentas que hacen los opositores de todos los espacios nadie tiene el número que habilite otro revés, más aún cuando el bloque de Pichetto presiona para convertir la reforma laboral en un proyecto de ley.
JJD
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