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caso báez sosa

A la espera del fallo de Casación por las apelaciones, Bullrich recibió a los padres de Fernando

Los padres de Fernando Báez Sosa, junto a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
8 de enero de 2024 16:03 h

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La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, recibió este lunes a Graciela y Silvino, los padres de Fernando Báez Sosa. El encuentro sucedió a diez días del cuarto aniversario por la muerte del estudiante de 18 años que fue agredido por ocho jóvenes a las salida del boliche Le Brique, en Villa Gesell. Se dio, también, a tres meses de que se venza el plazo para que el Tribunal Superior de Casación bonaerense se expida sobre la apelaciones al fallo de los jueces de Dolores que, en febrero, condenaron a cinco de los agresores a perpetua y a tres, a quince años de cárcel. Querella y fiscalía no cuestionaron las perpetuas sino que pidieron que revisen el caso de quienes recibieron penas quince años. La defensa de los condenados, en cambio, pidió que revean todo el proceso.

Tanto los padres de Fernando como la defensa de los condenados esperaban una resolución de la Sala II de Casación, conformada por los jueces Mario Kohan, Fernando Mancini Hebeca y María Florencia Budiño en diciembre. Pero los tiempos de la Justicia son más flexibles: seis meses renovables a partir de la presentación de las apelaciones -cursadas a fines de febrero y principios de marzo- sumado al mes de feria judicial los dejaron en espera. Los abogados que representan a Graciela y Silvino, con Fernando Burlando y Fabián y Facundo Améndola como cabezas de equipo, mostraron preocupación por la tardanza y por adelantado. “Y nos preguntamos: ¿será verdad que hay jueces que quieren aliviar la pena de los condenados? ¿Será verdad que hay en marcha un entramado para fogonear otra vez la canallesca idea de un asesinato 'sin querer matar'?”, previó en un posteo el abogado Burlando. En este contexto Bullrich recibe a los padres de Fernando.

La Sala II citó en agosto a las tres partes: querella, defensa y fiscalía. En la sala de audiencias, cerrada y acondicionada para esa convocatoria técnica, se reencontraron los condenados en primera instancia y los padres de la víctima y sus abogados. También estuvo presente la fiscal ante el tribunal, María Laura D´Gregorio. La idea de la jornada es que respaldaran de manera oral los recursos de apelación. Máximo Thomsen (23), uno de los condenados a perpetua, fue el único que habló: aseguró que no tuvieron intención de asesinar a Báez Sosa. No hubo novedades luego de esa audiencia. Los condenados siguen recluidos en el penal de Melchor Romero, en La Plata. Los jueces podrían ratificar la condena, modificarla u ordenar un nuevo juicio.

Tres meses antes de que Casación citara a las partes, se supo que un informe indica que Fernando no murió en la calle, sino que llegó con vida al hospital de Gesell. Es la historia clínica que detalla el estado en que ingresó el chico al shock room. Según el electrocardiograma, Báez Sosa tenía “actividad cardíaca”. Esa prueba no fue tenida en cuenta durante el juicio.

El crimen y qué hizo cada uno de los condenados

A las 4.44 de la madrugada del 18 de enero de 2020, Fernando Báez Sosa, 18 años, fue golpeado por un grupo de jóvenes que lo atacaron por la espalda frente al boliche en el que habían coincidido todos, Le Brique, ubicado sobre la Avenida 3, en Villa Gesell. La paliza duró 45 segundos. Los agresores se fueron caminando. La víctima fue asistida por una médica que llegó en una ambulancia a las 5.07 y lo encontró sin signos vitales. Siete minutos después, a las 5.14, lo ingresaron al shockroom del hospital municipal. A las 6 firmaron el certificado de defunción. Los atacantes fueron detenidos cuatro horas después, a las 10.38, en el chalet que alquilaban. 

Los tres jueces que componen el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores se expidieron en febrero. Prisión perpetua para Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matias Benicelli y Luciano Pertossi, y quince años de cárcel para Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi, por considerarse partícipes secundarios. Todos han tenido responsabilidad en el crimen de Fernando Báez Sosa.

Sobraron pruebas. La suela de la zapatilla de Thomsen quedó tatuada en el mentón de Báez Sosa. Quedó impregnada la sangre de Báez Sosa en la camisa, el pantalón y una zapatilla de Matías BenicelliLuciano Pertossi fue y vino a las patadas, moviéndose entre Báez Sosa y los amigos que intentaban defenderlo. En los videos, no hay dudas, Ciro Pertossi va por derecha y Enzo Comelli por izquierda, cada uno con una trompada que deja de rodillas a Báez Sosa. Máximo Thomsen llega a la escena hacia el final, siempre está “sobre” Báez Sosa. Para el Tribunal, Lucas Pertossi -el que filmaba todo y por eso se había ganado el mote de “Croniquita”-, Ayrton Viollaz -el arengador- y Blas Cinalli -cuyo ADN quedó impregnado en el meñique de Báez Sosa- “tomaron parte en el hecho, pero sus aportes no resultaron esenciales para que la conducta de los coautores pudiera consumarse”.

VDM/JJD

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