Fracking en Vaca Muerta
Argentina va camino de terminar en tiempo récord el gasoducto Néstor Kirchner, con el que unirá los 573 kilómetros que separan el rico yacimiento de Vaca Muerta de la provincia de Buenos Aires. En el corto plazo, el caño le ahorrará importaciones y elevará exportaciones a los países vecinos.
Petroleras como la alemana Wintershall Dea analizan además proyectos para enviar el gas en barco a todo el mundo. Pero algunos vecinos del yacimiento se quejan de sismos por la extracción a través del método del fracking.
Mateo de la Mata inspecciona la higiene y la seguridad laboral en la instalación del tubo en la provincia de La Pampa. La obra comenzó en septiembre pasado y debe inaugurarse el 20 de junio, un día antes del invierno. Urge en este país escaso de divisas para reducir las importaciones de gas. “Este proyecto tiene la particularidad de los tiempos de construcción. Es una obra que normalmente o convencionalmente se podría ejecutar en 20 meses y actualmente se va a construir en un plazo de nueve meses. Tiene la particularidad de que involucra la soldadura automática, que es una tecnología no utilizada en Argentina”.
Pero no todos festejan por el gasoducto. En el pueblo de Sauzal Bonito, emplazado sobre Vaca Muerta, el petrolero jubilado Carlos Pérez y su esposa Noemí Painevil muestran cómo se ha rajado su casa por sismos que ocurren desde que una empresa local extrae gas con el método de fracking o fractura hidráulica.
Algunos de los 470 habitantes de Sauzal Bonito han recurrido a la Corte Suprema de Argentina para frenar el fracking, mientras la mayoría de los 46 millones de argentinos se ilusiona con la llegada de más gas con el gasoducto Néstor Kirchner.
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