Indignación de los vecinos de Villa Ortúzar por la demolición de una casona dentro de una plaza para construir una torre
La Plaza Malaver, delimitada por las calles Girardot, Heredia, Montenegro y Estomba, es uno de los dos espacios verdes que tiene el barrio porteño de Villa Ortúzar. A la salida del colegio algunos chicos aprovechan la cancha de fútbol, mientras otros vecinos disfrutan de la huerta con forma de corazón y de los banquitos con mesas a la sombra.
Sin embargo, la Malaver tiene una particularidad. En dos de sus esquinas, dentro de la plaza, hay casas. Algunas pertenecen a privados y otras son propiedad del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, ya que en 1939 cuando fue creada, la entonces Municipalidad compró distintos lotes e intentó hacer una plaza de una hectárea como la mayoría, pero no se logró y quedaron propiedades “salpicadas”.
Hace tres semanas, los vecinos de Ortúzar, un barrio caracterizado por sus casas bajas y calles tranquilas, amanecieron con una devastadora sorpresa. Una de las casonas dentro de la plaza que pertenecía a un privado fue vendida a un fideicomiso para edificar una torre de hasta 25 metros. Su demolición fue inminente. Ahora el inmueble se convirtió en escombros tapiados y ya no hay vuelta atrás.
“Para nosotros es una tragedia. No queremos ni una torre en la plaza, ni un restaurant. Queremos más espacios verdes”, manifestó Paula, dueña de otra de las casas de la esquina y representante de los vecinos, en diálogo con El DiarioAR.
La Plaza Malaver está muy viva y esto es realmente apuñalarla, cortarla y destruirla”, expresó con preocupación.
La empresa que compró el terreno promete construir una “torre sustentable”. “La llaman de cinco pisos, pero no cuentan la planta baja ni sus dos retiros, con lo cual calculamos que va a tener entre ocho y nueve pisos con 30 departamentos. Por más verde que sea un edificio, al ponerlo en una plaza va a sacar luz y afectar la flora y la fauna que tenemos ahí. Van a tener que cortar árboles y tenemos un montón de plantas nativas, una huerta y vienen abejas. La Plaza Malaver está muy viva y esto es realmente apuñalarla, cortarla y destruirla”, expresó con preocupación.
Por eso, los vecinos se unieron en el grupo “Somos la Malaver” bajo el lema #NoALasTorres y le proponen un plan al Gobierno de la Ciudad. “La casa ya se perdió, ese patrimonio histórico, cultural y visual no existe más. Ahora queremos que el Gobierno, que tanto quiere aumentar la cantidad de metros cuadrados verdes por habitantes y que está muy por debajo de lo recomendado por la OMS, compre esos 190 metros cuadrados al fideicomiso y extienda la plaza”, aseguró Paula y agregó: “Sería sacar el tapiado que hay ahora sobre la casa, trabajar un poco la tierra y ganar casi 200 metros de espacio verde. Algo bastante único porque no se presenta esta oportunidad todos los días”.
El objetivo de los vecinos es iniciar acciones legales para que este caso genere conciencia sobre lo que está pasando en Ortúzar. Según un relevamiento que hicieron, hay más de 150 propiedades o en construcción de edificios o casas en venta para hacer edificios. “Nos interesa conservar la identidad del barrio. Queremos que siga siendo un barrio de casas bajas, que genera menos agobio que un barrio lleno de edificios”, concluyó.
SC
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