Jardinería en casa

¿Te gustan las plantas silvestres? Te contamos cómo tener amapolas en casa

El rojo color de las amapolas puede aportar un toque de color a tu jardín o incluso a tu terraza en una maceta. ¿No sabés cómo cultivar la amapola? En este artículo te contamos cómo plantarlas ya sea en suelo, maceta o como prefieras. Y también los cuidados que necesitan para prosperar. 

Lo primero que podés hacer es buscar el tipo de amapola que quieres sembrar. Ya que existen distintas variedades. Podés encontrar semillas de amapola común (Papaver rhoeas), la amapola oriental (Papaver orientale) y la amapola de California (Eschscholzia californica). Cada una tiene características distintas y requisitos de cultivo específicos que se deben tener en cuenta. En este artículo te contamos cómo cultivar amapola común:

Cultivar amapolas en casa

Lo primero que necesitás hacer es comprar las semillas. La mejor opción es siempre un vivero aunque en ocasiones podés encontrarlas quizás en una florería o, incluso, en internet si no tenés ninguno de estos puntos de venta cerca. 

Lo siguiente a saber es el tiempo que duran para que no te asustes o pienses que lo estás haciendo mal si ves que mueren o no duran mucho tiempo florecidas. Las amapolas tienen una vida de entre cinco y diez días. 

Después, florecen de nuevo. Una vez dicho esto, vamos a ver las diferentes maneras de sembrar amapolas en tu casa o jardín.

Plantar amapolas en el jardín

Si querés plantarlas directamente sobre el suelo de tu jardín, está bien que sepas que esta flor es una buena elección si no sos un experto. La amapola no requiere de muchas cualidades específicas en cuanto al suelo en el que será plantada. Eso sí, es ideal que al plantarlas añadas fertilizante orgánico o sustrato para asegurarte de una buena nutrición para tus amapolas. Podés encontrarlo también en un vivero o por internet. 

Si el suelo tiene composición de arena será ideal para darle a esta flor de tallo fino y delicado más firmeza. Si no la tiene, siempre se puede recoger arena del campo u otro lugar y añadirle a la zona donde vayas a sembrarlas. 

Plantar amapolas en maceta

¿Querés plantarlas en una maceta para colocarlas en tu terraza o al lado de una ventana? Entonces es importante que elijas la maceta adecuada para esta delicada flor. Para la amapola sería ideal seleccionar una maceta de barro en lugar de una de plástico.

El tamaño puede ser mediano ya que no son flores que crezcan mucho y necesitan echar raíces muy profundas. 

Lo que sí es importante es que la maceta esté perforada con esos agujeros en la base para obtener un buen drenaje. Para las amapolas es imprescindible que no se dé un exceso de agua ya que son sensibles a ello. Después abordaremos cómo regarlas.

Cómo plantar las semillas de amapola

La repartición de las semillas en la tierra es un punto importante a tener en cuenta, sobre todo si es la primera vez que vas a plantar amapolas. 

Como mencionamos antes, podés mezclar las semillas con arena antes de esparcirlas por el sustrato o tierra donde vayas a sembrarlas para aumentar su firmeza. 

Una vez las hayas esparcido y distribuido de manera e por el terreno seleccionado para plantarlas, regá las semillas. Podés esparcir otra capa de arena encima.

Volvé a regar sobre la otra capa de sustrato o tierra final para evitar la sequedad extrema y asegurarte de que la plantación sea exitosa. 

Cuidados de la amapola

La amapola debe sembrarse en el exterior o, en su defecto, en una ventana que permanezca abierta si las temperaturas del verano fuera son extremas y queremos protegerla de un sol directo para evitar su sequedad.

Al ser una planta silvestre es bueno que le dé mucho sol donde pueda recibir la máxima luz posible durante el día. 

Es importante respetar una distancia de entre 20 y 40 centímetros entre distintas plantas de amapola si vas a sembrarlas en tu jardín o cerca de un huerto. También podés hacerlo en ambos lado de la puerta de tu casa si contás con un espacio de tierra. De este modo no habrá interferencia entre ellas y tendrán el espacio suficiente para crecer sanas y con los nutrientes que necesitan.

Los tallos y la flor de la amapola son bastante vulnerables y frágiles. Eso nos dice que será beneficioso para ellas sembrarlas en un lugar lo más protegido posible. O lejos del paso de las personas para evitar pisotones.

También si podés, es ideal que lo hagas en algún lugar techado para protegerlas de las lluvias y el viento extremo. Un hall podría ser un lugar ideal para las amapolas. También podrían ser muy felices en el borde de una ventana con una buena cubierta encima o un techado generoso.

Esta planta está acostumbrada a climas fríos. Por lo que soportará el invierno sin problemas. De todos modos también aguanta bien el calor, aunque habrá que tomar precauciones en los meses más cálidos del verano como regarla más o ponerla en lugares donde esté menos expuesta.

Riego y cantidad de agua que necesita

En el caso de la amapola es peor excedernos con el riego que quedarnos cortos. Una o dos veces a la semana pueden ser suficientes para regar nuestras amapolas. Además y como comentamos antes, es ideal evitar los encharcamientos. 

Si tenés un plato de barro puesto bajo la maceta de tus amapolas, cuidá que no rebase apenas el agua al regarlas y si sucede, retirá el agua sobrante del plato.

El suelo debe estar siempre húmedo, como con la mayoría de las plantas para evitar que se seque la tierra demasiado. 

Transplantes y poda

La amapola, por su vulnerabilidad, no tolera muy bien los trasplantes así que es aconsejable que trates de evitarlos en su mayoría. Por ello es siempre preferible plantar directamente su semilla y cuidarla bien para no tener que recurrir a un trasplante.

Es de carácter anual por lo que tampoco son necesarias las podas. Así, además, la propia planta podrá reproducir sus semillas. Sí es recomendable retirar las hojas que se vayan secando.