Piden que un cura condenado por abuso sexual a niños dejé de cumplir prisión domiciliaria en un obispado
“A veces el infierno viene de los que vienen del cielo”. Con esa frase, Carla Vitale, cuyo hijo es una de las víctimas del cura Tulio Mattiussi, le reclamó al obispo de San Nicolás, Hugo Santiago, que dejé de proteger al sacerdote dándole lugar para que cumpla la prisión domiciliaria luego ser condenado por abuso sexual de niños de un jardín de infantes.
En un extenso video publicado en su cuenta de Instagram Vitale hizo su descargo luego de que ayer el Tribunal de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires confirmó la condena a 15 años de prisión a la que fueran sentenciados el año pasado Mattiussi y el portero Anselmo Ojeda. Ambos fueron encontrados culpables por el abuso sexual de niños de entre 3 y 5 años en un jardín de infantes Belén de San Pedro.
“Hoy es un día que es bueno, porque significa que los pasos que vamos dando en la justicia son buenos”, comenzó en Vitale con la voz entrecorta.
“A veces el infierno viene de los que vienen del cielo, a veces nosotros les depositamos a esas personas nuestras angustias, nuestras esperanzas, no digo que todos los curas son así pero este cura no puede estar protegido por un obispado, no puede estar viviendo en una casaquinta donde le estén dando la comida, la vivienda, donde esté protegido, donde le paguen los abogados, cuando dos tribunales lo condenaron por abuso de menores”, siguió Vitale quien contó además que tuvo que recurrir a la justicia para frenar el hostigamiento que sufrió por parte del obispado.
Los padres de las víctimas reclaman que tanto el sacerdote como el portero pasen a cumplir prisión efectiva.
“Vamos a pedir una revocación de la domiciliara para que puedan ir a la cárcel y tengan que ir donde que tengan que estar”, dijo Vitale.
El año pasado, el 24 de mayo, el Tribunal Oral en lo Criminal N° 2 de de San Nicolás condenó por unanimidad a Mattiussi y Ojeda por “abuso sexual simple agravado y reiterado” por ser ministro de un culto para el caso de Matiussi y por ser un encargado de la guarda de las víctimas para el de Ojeda, en tanto la preceptora María Rubies resultó absuelta por “falta de pruebas”.
Mattiussi y Ojeda integra la lista de los 128 miembros de la Iglesia católica involucrados por abuso sexual de acuerdo a la investigación publicada por elDiarioAR en octubre de 2022.
El fallo fue firmado por los miembros de la sala I del Tribunal de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires, integrada por Ricardo Maidana y Daniel Carral, ante quienes habían presentado recursos de apelación tanto las defensas como el particular damnificado.
“¡Pedimos la prisión efectiva en la cárcel sin beneficios para ambos, al ya tener doble conforme, porque dos tribunales confirmando la pena!”, expresaron en un comunicado los padres que participan del expediente como particulares damnificados.
Las defensas de Matiussi y Ojeda habían cuestionado la “valoración probatoria efectuada en el veredicto para tener por acreditara la materialidad ilícita y la participación de sus defendidos”, mientras que el abogado de las familias había pedido un monto mayor dado que “la pena impuesta no resulta proporcional a la gravedad de los hechos y las circunstancias agravantes contempladas”.
“Conforme lo expuesto, la operación que determinó la convicción del Tribunal respecto de la materialidad ilícita se apoyó rigurosamente en la lógica, la observación y la experiencia siguiendo un razonamiento inobjetable sin que las críticas formuladas por las defensas logren evidenciar falencias en lo decidido”, dice Casación en su sentencia a la que tuvo acceso Télam.
Los hechos ocurrieron en 2017 en el jardín Belén, un establecimiento educativo y religioso de San Pedro. Al menos cinco niños fueron las víctimas, quienes sufrieron “tocamientos” de sus zonas genitales en horario de clases, delito que cometían tanto de manera “colectiva” como “individual”, con o sin la presencia de otros chicos como testigos.
“Necesitamos que estas personas estén en la cárcel sin privilegios y cumplan una condena efectiva de 15 años de prisión”, pidió desde su cuenta Instagram Vitale apenas conocida la decisión de la Cámara de Casación.
Desde allí contó cómo fue la pela que tuvo que dar para conseguir justicia: “Enfrentarnos al obispado fue muy difícil, enfrentarnos a una sociedad fue muy difícil porque nadie quería creer y hoy hay dos tribunales que confirman que son culpables”.
En otro tramo de su publicación, la mujer también reconoció lo difícil que resulta para las víctimas y sus familias seguir adelante con las denuncias: “De muchas denuncias no se logran las condenas, porque es muy difícil, es muy difícil mantenerte intacta, porque no podés llorar o gritar porque terminas siendo loca, tenés que tener estabilidad en todos los sentidos, tenés que guiar el proceso, que esto se haga bien, tenés que buscar abogados cuando no tenés idea de que significa un proceso penal, mientras tenés que atravesar el dolor de un abuso sexual a tu hijo que es lo último que querés en la vida”.
Con información de Télam
MG
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