Tecnópolis: superó el medio millón de visitas en las vacaciones
“Son las tres y cuarto de la tarde y queremos anunciar que llegamos al visitante 500.000. No lo podemos creer”, la voz de la locutora pasa desapercibida en el ingreso de Tecnópolis. Los gritos de niños y niñas que se sacan fotos con un muñeco de tres metros del general José de San Martín y un brontosaurus gigante ( ese dinosaurio de cuello exageradamente largo) tapan el anuncio. En ocho días, desde que comenzaron las vacaciones de invierno, la megamuestra de ciencia, tecnología y arte recibió medio millón de personas.
Termina el anuncio y suena “Mariposa tecknicolor”. Y así se vive en el Corredor 2 del parque de Villa Martelli, todo es color: hay payasos y payasas sobre las veredas que mueven bolas brillantes, agitan telas, bailan sobre zancos y hacen piruetas con resortes enormes. En el medio, por las calles, las familias. En este jueves de fines de julio, caminar por Tecnópolis resulta similar a hacerlo en la peatonal de Mar del Plata en temporada alta. Aquí hay filas extensas para participar de las 100 experiencias interactivas y lúdicas a cargo de 60 organismos. Aquí los celulares no tienen señal por la cantidad de gente que circula. Aquí poco se sabe del tembladeral de renuncias y cambios de Gabinete. Aquí, en este predio de 50 hectáreas, hay una fiesta libre y gratuita.
En el Polo Verde Futuro “Argentina en el espacio”, está el simulador del lanzador Tronador II. Una sala de cine 4D que replica un despegue. En las pantallas gigantes, el jefe del operativo chequea que todas las secciones estén en orden, mientras tanto en los asientos se siente la vibración del encendido. La máquina se va preparando y las butacas se siguen moviendo. Después de algunos inconvenientes meteorológicos, el vehículo despega: los asientos se van rápidamente para atrás y el viento pega en el rostro. La operación fue exitosa y el público aplaude maravillado.
“Pensamos Tecnópolis como un gran despertador de vocaciones”, dice el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, mientras recorre la feria con su par de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, y la directora de la feria María Rosenfeld. “Los chicos deciden que siguen desde la escuela básica y esta es una forma entretenida de acercarse. Tecnópolis es la vivencia con las manos”, agrega Filmus y resalta la importancia de generar monopolio del conocimiento y despertar interés desde la infancia.
Este año el lema de la muestra es “Argentina soberana, creando futuro” y todas las actividades están vinculadas con ese eje. En el predio ferial del Polo Rojo Innovación está “El mar como territorio”, una espacio de dimensiones enormes en donde se puede “Pisar Malvinas” con un simulador, estar en el fondo de un océano contaminado con plásticos y caminar alrededor de embarcaciones hundidas o ver muestras sobre la Argentina bicontinental. Cerca de allí, está el Laboratorio de Artes Electrónicas, un lugar con juegos y actividades para despertar el interés de desarrolladores con talleres de robótica, inteligencia artificial e hidrógeno verde “Es un proyecto educativo y cultural que democratiza el acceso al arte, la ciencia y la tecnología”, cuenta Rosenfeld.
De Malvinas a los dinosaurios. “Tierra de Dinos” es uno de los hits de Tecnópolis. Es el espacio con mayor visitantes después de “El asombroso parque de Zamba y Nina”, los dibujitos de Paka Paka. Alrededor de los pasillos de madera, hay dinosaurios imponentes que mueven los cuerpos y agitan mandíbulas en busca de una presa. No parecen asustar a los visitantes que sacan selfies y fotos familiares.
Alrededor de 80.000 personas circulan cada día durante las vacaciones de invierno, la mayoría del conurbano bonaerense, pero también de la Ciudad de Buenos Aires y de otras provincias que aprovecharon el receso escolar. Hasta este domingo seguirá con el horario de 12 a 19 horas. Desde el 4 de agosto y hasta octubre, estará abierta de jueves a domingo. Jueves y viernes de 10 a 18 y el fin de semana de 12 a 19 horas.
CDB/MG
0