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Martina Rua: “La clave es la educación tecnológica para poder exigirles a las empresas que hagan tecnologías más humanas”

Martina Rua

Lucía Saludas

15 de febrero de 2022 09:16 h

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Hoy parecería que no tener acceso a la tecnología es estar al margen del mundo. Al menos del mundo que transcurre dentro de las pantallas, porque a partir de la pandemia lo virtual se volvió en parte fundamental de nuestra vida mientras muchas personas detectan que la concentración se pierde y la desconexión es casi imposible. Martina Rua y Pablo Fernández hablan de estos temas en el libro Cómo domar tus pantallas, (Conecta, Penguin Random House, 2021).

Martina Rua es periodista y escritora y aclara algo que va contra de lo que se suele creer: la dependencia de las pantallas tiene que ver más con cómo está construida la tecnología y no tanto con una voluntad de las personas. “Entonces aparecen movimientos, como el de Tristan Harris con The Human Tech Center (CHT), que están pidiendo que las tecnologías y las plataformas se hagan de una manera ”human center“ (la persona en el centro), y que no sean ”human downgrading“ (degradación humana). Porque lo que él dice es que las tecnologías, como están planteadas hoy, nos están degradando, en una época de fracking de atención. Estamos pagando con nuestra atención”. Por eso Rua se suma a la advertencia de que la dependencia tiene que ver, en muchos aspectos, con cómo están construidas esas tecnologías. “Siempre hay algo nuevo por consumir, pareciera que si no estás todo el tiempo consumiendo contenidos te perdés algo. Mientras que pasa exactamente lo contrario, por consumir todo el tiempo contenido que no tienen tanto sentido, uno se suele perder algo importante que tiene que hacer: un deadline, deporte, algo con más sentido”. 

Ustedes en el libro mencionan la “Comunicación asincrónica”. ¿Qué es?

Tiene que ver con algo que en la era híbrida se hace más relevante. Comunicarnos de manera asincrónica quiere decir que no se requiere que vos estés del otro lado en tiempo real y esto le da autonomía a las personas para consumir los contenidos que vos le mandás. Una comunicación sincrónica es un video chat o una conversación por chat. Una comunicación asincrónica puede darse por un mail o algo que la persona puede consumir cuando puede, cuando tiene tiempo. Y una de las características de la era híbrida es la autonomía en el uso del tiempo. Entonces si queremos que las personas sean mas autónomas y trabajen por objetivos, la comunicación asincrónica va a tener que crecer para que estas personas puedan crecer en autonomía 

¿Por qué el ocio aumenta la productividad?

Hay mucha evidencia sobre cómo el balance entre el tiempo de trabajo y de descanso hacen que las personas sean más productivas que si trabajan todo el tiempo. Un trabajo sin descanso y sin ocio termina en un burn out (trabajador quemado, o stress laboral),  y no es sustentable en el mediano o en largo plazo. El ocio, el aburrimiento, el disfrute, el descanso, son todas contrapartes del ser productivo, que han demostrado brindar muchísimos beneficios para que la persona tenga este sentimiento de bienestar que impacta luego en su productividad

¿Crees que en esta era de la digitalización estamos más o menos comunicados?

Creo que pensar si estamos más o menos comunicados en la era digital es plantearlo como una grieta. Pasan las dos cosas al mismo tiempo, la comunicación digital nos habilitó, sobre todo en la pandemia, a seguir trabajando, estudiando, estando cerca de las personas que queríamos, a hacer transacciones, y tantísimas cosas más, o sea de todo. Al mismo tiempo el consumo de las pantallas es muy individual, es ubicuo, las personas están más ensimismadas en sus consumos personales y esto hace que a veces no estén comunicadas con las demás. Entonces me parece que hay un doble juego, y que tiene mucho también que ver con qué es lo que se consume a través de esas pantallas. Si vos estás con la pantalla conectada con  la persona que más querés, es una cosa, si vos estás con la pantalla consumiendo un contenido que no te hace sentido, no te ayuda con tus metas y te sentís peor luego de verlo, eso es un consumo problemático.

¿Cómo se puede poner freno a la expansión digital? ¿Es conveniente hacerlo?

La digitalización no va a frenar, estamos yendo a un mundo cada vez más digitalizado en todos los aspectos de nuestra vida. Lo que hay que entender es cómo domarlo, o por lo menos conocerlo, saber cómo está construido. Y cómo están construidas hoy un montón de las plataformas, su modelo de negocio, tiene que ver con monetizar nuestra atención. Entonces, ser conscientes de esto y usarlas como una herramienta  en lugar de ser usadas por ellas sería lo deseable, más que pensar en cómo paramos la expansión de lo digital. Creo que el punto tiene que ver con la educación tecnológica, para entender cómo está construida la tecnología, para poder criticarla y para poder exigirle a los gigantes tecnológicos que hagan tecnologías más humanas que estén a nuestro servicio y no nosotros al servicio de ellas como muchas veces sucede. 

¿Cómo impacta la era digital en algunos derechos personales? Por ejemplo en el Ciber Patrullaje, la utilización de datos, etc.

El avance de lo digital creo que supone también preguntarnos por cómo esto comulga con el cuidado o no de nuestros derechos. Creo que la digitalización en algunos aspectos contribuye a ejercer derechos como el de libertad de expresión, por ejemplo. Pero también hay que estar muy atentos, porque a veces se empiezan a vulnerar nuestros derechos, como los que vos señalás, el ciberpatrullaje. O, por ejemplo, se está avanzando en lo que es la vigilancia biométrica donde empiezan a utilizar el iris del ojo, o distintas cosas de las personas, como token de seguridad. Entonces, como todo, la tecnología es una herramienta al servicio de lo que quieren lograr y de los intereses de las personas y de las organizaciones. Cómo se usa esa herramienta dependerá de las legislaciones y de los comités de ética, que son cada vez más relevantes con el avance del sector. Más pensando que vienen tecnologías, por ejemplo, inteligencia artificial, en donde se empiezan a resolver cosas de manera algorítmica, que a veces no cuidan la inclusión, la diversidad y los derechos de las personas.

Martina Rua sostiene que podemos darnos cuenta cuándo estamos utilizando la tecnología de forma saludable y cuándo no.  “Es saludable, cuando es una herramienta para aplicar nuestras habilidades o una facilitadora para realizar nuestros trabajos, nuestras vidas, nuestras relaciones o lo que necesitemos. Cuando es una herramienta que está al servicio de facilitarnos las cosas”. Pero por el otro lado, advierte que lo más difícil es pensar cuándo está haciendo mal. “A veces no nos damos cuenta y ahí es donde entra el concepto de bienestar digital, que lo que busca es que pensemos un uso de la tecnología más informado, balanceado o crítico, que nos permita cada vez que accedemos a estas plataformas o interacciones online, hacer una introspección. Cómo me siento luego de utilizarlas, ¿las entiendo o no?, cómo participo de estas comunidades online, si me siento en comunidad o me siento más aislado, si me genera sentimientos positivos o luego de consumir contenidos me siento peor. Pensar estas cosas requiere una introspección, porque tenés una ventana a un mundo diverso, artificial y muchas veces creado para mostrar algo que no es así, como a veces  pasa con Instagram. Y por eso tenemos tantos informes donde las adolescentes se sienten muy mal luego de utilizar la red, por no poderse ver reflejadas en esos modelos que allí ven. Entonces estas preguntas creo que son las que nos tenemos que hacer para aumentar nuestro bienestar digital”. 

Ustedes en el libro mencionan la herramienta de la Ignorancia Selectiva, para llegar  a la desconexión elegida y el orden digital. ¿En que consiste este mecanismo?

La ignorancia selectiva es decidir de manera intencional dónde voy a poner mi foco y dónde no. Estamos en un mundo en el que nuestra atención es la  moneda de cambio y donde el contenido es infinito. Están las redes sociales, están las noticias y hay un bombardeo donde todo requiere nuestra atención. Para poder avanzar sobre las metas que cada uno tiene, va a tener que ignorar selectivamente la mayoría de lo que se le propone, y poner el foco en una porción menor que pueda atender. Entonces el ejercicio sería preguntarme cuál es mi metro cuadrado en el que yo sí puedo accionar, y qué es todo lo que tengo que ignorar para poder poner el foco ahí. Porque el foco, nuestra atención es limitada.

¿Cómo funciona la dieta digital o el detox digital?

La dieta o el detox digital, es una herramienta más para poder ver qué nos pasa con el ayuno tecnológico. Como todas las dietas, no sirve si no está dado en un contexto. Hacer una dieta de cuatro días, matarte y no comer, todos sabemos cómo termina. Lo mismo pasa con la tecnología, el ayuno de algunas aplicaciones, o bajar la cantidad de tiempo que usamos o desinstalar whatsapp por dos días, o apagar las notificaciones, o el detox digital que vos decidas hacer, tiene que estar acompañado de una introspección que se pregunte para qué lo estás haciendo, que puedas tener un registro de qué pasa cuando no usás esas aplicaciones, de cómo te sentís. Entonces el ejercicio que nosotros proponemos de detox digital es decidir, por ejemplo: “Desinstalo Instagram por quince días, ¿Qué pude lograr en ese tiempo?” o “Apago las notificaciones de WhatsApp, ¿Cómo fue mi foco y la atención cuando las apagué?”. Son pequeños ayunos de algunas cosas, las que cada persona elige porque le resulta problemático el uso. El registro de cómo se siente con eso sirve para luego poder analizarlo y tomar decisiones en el mediano y largo plazo.

¿Cómo funciona la atención dividida?

Tiene que ver con lo que pasa con el multitasking. Cuando uno tiene la atención en dos lugares al mismo tiempo, cree que está haciendo multitasking y esto es una falacia porque nuestro cerebro no está preparado para hacer dos cosas al mismo tiempo. Lo que hacemos es switchear entre dos tareas, esto produce que el cerebro se agote más porque tiene que estar decidiendo a qué actividad de todas las que recibimos les presta atención o las resuelve. Por eso es mucho mejor para la productividad y el cuidado de la salud pensar una cosa a la vez. Por más que tengas multiproyectos o muchas cosas que hacer, ocuparte y poner el foco de a una cosa por vez y no estar abriendo treinta ítems. 

LS

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