Acuerdo entre el gobierno y automotrices para congelar los precios de algunos modelos hasta el 31 de octubre
Con una publicación en su cuenta de la red social Twitter, el Secretario de Comercio, Matías Tombolini dio a conocer un acuerdo entre el Gobierno y varias empresas automotrices para congelar el precio de algunos de sus modelos hasta el 31 de octubre. Como contraparte, el gobierno prometió liberar la importación de unidades, muchas de las cuales se acumulan de hace más de 60 días en el Puerto de Zárate, a la espera de las SIRAS, los famosos permisos de importación. También se actualizaron los montos del impuesto interno (que debía renovarse el 1 de septiembre), lo que le permite a las empresas fijar los precios de lista para los modelos que se ven afectados.
El acuerdo, que según Tombolini fue instruído por el Ministro de Economía (y candidato presidencial) Sergio Massa, se enmarca en el programa Precios Justos, e incluyó a las empresas Ford, General Motors, Renault-Nissan, Stellantis, Toyota y Volkswagen.
Los modelos involucrados en el acuerdo son las pickups Ford Ranger, Nissan Frontier, Renault Alaskan y Chevrolet Montana; los utilitarios Citroën Berlingo y Peugeot Partner; y los autos Fiat Cronos, Toyota Yaris y Volkswagen Polo Track. Pero para cada uno de ellos, solo habrá una versión con su precio congelado hasta fin de octubre, y en general son las de entrada de gama. Estas versiones aún se están definiendo, pero en principio serían las siguientes:
- Ford Ranger XLS 2.0 4x2 Manual (fabricada en Argentina, con un precio en agosto de $12.936.000)
- Nissan Frontier 2.3 4x2 Manual (fabricada en Argentina, con un precio en agosto de $13.520.000)
- Renault Alaskan2.3 4x2 Manual (fabricada en Argentina, con un precio en agosto de $14.382.000)
- Fiat Cronos 1.3 Like (fabricado en Argentina, con un precio en agosto de $8.000.000)
- Toyota Yaris XLS (fabricado en Brasil, con un precio en agosto de $6.600.000)
Para la pickup Chevrolet Montana (importada de Brasil), los utilitarios Berlingo y Partner (fabricados en Argentina) y el VW Polo Track (que viene de Brasil), aún no se definieron las versiones.
Opinión
Dada la tensa coyuntura que se venía viviendo en los últimos meses, el acuerdo luce bastante conveniente para las terminales, y también para los consumidores, sobre todo porque con la liberación de las importaciones se amplía la oferta de productos, que venía severamente restringida. Menos beneficiosa parece la medida del congelamiento en sí, ya que serán versiones muy específicas que difícilmente generen una “explosión” de compras o muevan la vara en términos de volumen. En todo caso serán una muy buena oportunidad para aquellos que ya tenían decidido comprar los modelos-versiones ofrecidas, o algunas similares; sobre todo si la compra se realiza lo más cerca posible del fin del acuerdo, que es cuando los precios van a quedar “retrasados” con respecto a otras alternativas. También habrá que ver la real disponibilidad, y si los precios prometidos se mantienen en las concesionarias, en un contexto donde los sobreprecios son las generales de la ley. Por el lado económico, es muy improbable que estos precios congelados funcionen como referencia o “ancla” porque –se sabe–, los autos no son productos de primera necesidad, y está más que comprobado que el mercado viene convalidando valores altísimos.
Para el Gobierno es una pequeña victoria, ya que le sacó una concesión extra a las empresas, a cambio de algo que ya había prometido cumplir (la liberación de importaciones). De todas maneras, su mayor triunfo es mostrarse políticamente activo y –sobre todo– poder mostrarse en una situación amistosa de la industria, luego de muchos rumores de tensión entre las partes. Nada mejor en tiempos electorales, que fotos de funcionarios con gente importante sonriendo.
RT
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